Kokonotsu Kagi Capitulo 3

-Me llamo Naruki Aoki y tú, Kanada Ichiro, eres mi llave

Aquello fue como un mazazo para Ichiro ¿Qué es lo que quería decir? ¿Cómo podía ser el una llave? Notaba como estaba empezando a sudar con todo aquello que le estaba contando aquella chica, toda la historia… era demasiado increíble para creerla pero esa noche había vivido algo igualmente increíble, era todo demasiado extraño y difícil de creer.

-¿Q-que quieres decir con que soy tu llave?

La chica se echó hacia atrás para sentarse justo delante suya, su sonrisa parecía forzada como si a ella tampoco le hiciera mucha gracia la situación en la que se encontraban.

-Verás… ayer por la noche aquel viejo terminó con tu vida-La chica sonrió con cierta maldad cuando Ichiro se quedó mucho más pálido y con la boca abierta, normal, decirle a alguien que había muerto era muy delicado-Fundí mi llave contigo para que la energía mágica del objeto te mantuviera con vida… bueno, ¿Viste como nos regenerábamos anoche? Lo mismo esta pasando contigo, nosotros gastamos energía mágica para curarnos, la llave lo hace automáticamente contigo.

Ichiro miró al suelo, estaba sudando mucho y su respiración se estaba volviendo muy pesada, tenía mucha angustia y le dolía la cabeza, se levantó mientras su mano se ponía delante de la boca. Dio la vuelta y corrió hacia la puerta de su cuarto, en dirección al aseo. Aoki sonrió para levantase ella también y salir a paso calmado del cuarto, escuchó el portazo que dio Ichiro al encerrarse en el baño y más tarde los repugnantes sonidos que se hacen cuando una persona suelta todo el contenido de su estomago. Dio unos golpecitos en la puerta para llamar la atención del que estaba en el interior.

-Te esperaré abajo, aun hay muchas cosas que debes saber ¿Quieres algo de desayunar?-Toda la respuesta que recibió fue otro de aquellos sonidos-Lo imaginaba, te espero.

Ichiro se lavo la cara y la boca, una, dos y hasta tres veces como si tratara de despertarse de un mal sueño. Se miro al espejo… todo era tan normal como siempre pero al mismo tiempo su mundo se había puesto patas arriba por aquella chica ¿Qué es lo que había pasado? Ahora que lo pensaba el anciano se sorprendió de que los pudiera ver luchando lo que significaba que el nunca debería haber estado allí ¿Qué es lo que había ocurrido entonces? ¿Cómo podía haber interrumpido el en la batalla? Y… ¿Por qué aquella chica había sacrificado tanto por él? Abrió la puerta del cuarto de baño y descendió las escaleras lentamente y al bajar lo primero que vio le impresionó, la casa estaba… limpia, mucho mejor incluso de cuando su padre se había ido y todo estaba reparado, aunque eso estaba seguro de que era gracias a la magia. Caminó con la boca abierta hasta el salón donde se encontraba Aoki, sentada en el sofá, con una bandeja en la cual había tostadas con mantequilla, Hans estaba sentado frente a ella con la lengua fuera, esperando a que se le diera algo de comida pero al ver a su amo bajar correría hacia el para saludarlo, iniciando el mismo ritual de todas las mañanas jugando un rato con él.

-Un perro muy fiel, pocos animales reúnen suficiente valor para atacar a un brujo-Diría la chica justo antes de morder una de las tostadas.

-¿Cómo has podido limpiar toda la casa en una sola noche?-Dijo el chico intentando cambiar de tema, por suerte Hans estaba bien pero podría haber muerto.

-¿Una noche?-Aoki no trato de reprimir su risa-Has dormido todo el viernes, hoy es sabado.

-¡¿Qué?!-Ichiro dejó de acariciar a Hans mientras clavaba su mirada en la chica-¿Me he saltado todo un día de clases?

La chica asintió mientras cogía el mando y comenzaba a pasar de canal en canal buscando algo en la tele que valiera la pena. Ichiro caminó hacia el sofá para sentarse al lado de la chica, sus ojos estaban fijos en la televisión aunque no había un canal que se estuviera fijo un segundo. Finalmente Ichiro se animó a preguntar aquello que quería preguntar.

-Narumi…

-No me llames por mi apellido-Le cortó tajantemente la chica.

-Aoki… ¿Por qué me has dado la llave?

La chica apagó la tele y giro la cabeza para mirar fijamente al chico con una seriedad inusitada, se quedó un silencio bastante tiempo, hasta que Ichiro comenzó a sentirse incomodo, una sonrisa maliciosa se dibujo en el rostro de Aoki.

-No te pienses que era porque me preocupaba por ti o algo así, solo eras un desconocido.-Dijo la chica antes de volver a atender a su desayuno-Te dí la llave porque eres alguien especial… tienes cierto nivel mágico lo que te permitió entrar en la zona de batalla la otra noche… muy a tu pesar, por eso te he dado la llave. Verás, las llaves son poderosos amplificadores de magia lo que en manos de los brujos se convierten en aterradoras armas y ¿Qué mejor que un arma viviente? Tu poco poder mágico se verá amplificado por la llave lo que te convierte en algo así como en un décimo participante de la guerra, uno muy poderoso y bajo mi control… lo hice para tener más oportunidades en la guerra.

Ichiro se puso la mano en el pecho, donde estaba la llave… ¿Un arma? Eso quería decir que estaba demasiado metido en aquella guerra, iba a matarse y a matar por algo de lo que acababa de oír hablar y ni si quiera le interesaba.

-¿Y si me niego ayudar?

-Si te niegas a ayudarme te sacaré la llave y morirás-El tono de voz de Aoki era frío y despiadado-Si me ayudas también morirás pero como tendré el poder de un dios te devolveré a la vida, así que no debes preocuparte, lo juro por mi magia.

De nuevo llegó el silencio, Ichiro no tenía más opción que ayudar a aquella chica o morir ¿Por qué le pasaba todo a él? El sonido del teléfono al sonar rompió el silencio y Hans comenzó a ladrar con aquel sonido, Aoki chasqueó la lengua molesta mientras se dirigía a la cocina a dejar la bandeja.

-Ayer estuvieron molestando todo el día, contesta y diles que estas enfermo.

Ichiro cogió el teléfono con desgana mientras se frotaba los ojos con dos dedos.

-¿Si?

-¿Kanada-kun?-La voz era de Oyuky.

-H-hola Shinizu.

-¿Estas bien? Ayer no fuiste a clases.

-S-si… bueno… me encontraba bastante mal pero ya estoy mejor.

-Me alegro Kanada-kun-Se quedó callada un momento-¿Te gustar… mañan…?

La llamada comenzó a cortarse de repente hasta que se silenció, era raro lo que estaba pasando. Ichiro se agarró el pecho, la llave le quemaba. Sintió una mano en su hombro y al girarse estaba Aoki, Hans comenzaba a gruñir a la nada.

-¿Q-que pasa Aoki?-Dijo mientras el dolor cesaba.

-Nos vamos, hay un brujo cerca, estamos dentro de la zona de batalla.

Salieron juntos a la calle y cerraron la puerta antes de que Hans le siguiera. No tuvieron que ir muy lejos antes de encontrarse con el rival, les esperaba al final de la calle. Aoki se frenó mientras en su mano aparecía la misma katana que había usado contra aquel viejo, el rival en cambio ni reaccionó se mantuvo quieto observándolos. Era claramente extranjero, su piel era del color del cobre y sus ojos de eran color oscuro, era muy delgado y tenía el pelo largo y enmarañado de color negro hasta los hombros, además de una barba muy corta. El pelo le taba continuamente el ojo derecho por mucho que se lo tratase de apartar, en los pocos segundos que estuvieron en silencio lo hizo tras veces hasta que se mantuvo quieto. El desconocido comenzaría a caminar hacia ellos a paso lento hasta detenerse a mitad de camino.

-¿Dos brujos?

-Algo parecido-Respondió Aoki mientras se colocaba en posición de batalla e Ichiro la imitó.

El otro brujo se mantuvo en silencio mirándolos y estudiándolos lentamente, su rostro no se alteró en lo más mínimo por el número de contrincantes.

-No ganaréis-Sentenció el hombre mientras sus ojos cambiaban de color del negro al rojo-No lo permitiré.

Las llamas aparecieron de repente frente a el como un lanzallamas gigantesco, las llamas consumieron rápidamente todo a su paso hasta que chocaron contra una barrera que Aoki había creado frente a ellos.

-¡Salta!-Grito la chica.

Ichiro obedeció saltando con todas sus fuerzas antes de que el fuego atravesara la barrera y abrasara la posición donde ellos estaban. Lo impresionante es que el salto lo elevó varios metros hasta que cayó sobre el tejado de una de las casas.

-La llave se encarga de potenciar tus acciones, tu simplemente… piensa en sobrevivir

Le grito Aoki desde otro edificio antes de agitar la mano lanzando varias ráfagas de energía al desconocido el cual se limito a esquivar con un salto mientras el fuego se extendía por las casas produciendo gigantescas explosiones que las hacían desaparecer en miles de astillas ardientes. Ichiro esquivo el fuego pero la preocupación que sentía no se apartaba de él, la gente de las casas estaba…

-No te preocupes por la gente-Aoki cayó a su lado tocándole el hombro-La zona de batalla es una copia de la realidad pero fuera de ella, es como un mundo distinto, aquí solo estamos nosotros.

El hombre cayó sobre ellos por lo que tuvieron que apartarse para que no los golpeara, Aoki se giro una vez pisó el suelo y saltó hacia el hombre el cual ni se molesto en esquivarlo, la espada le atravesó el esternón pero antes de que pudiera retirarla el hombre colocó la mano frente a la cara de la chica, una llamarada prendió el rostro de Aoki y seguida por una patada que la envió lejos de él sacando la espada. Ichiro se lanzó contra él pero aquel hombre reaccionó antes deteniendo su puño con el antebrazo el cual crujió y se dobló hacia dentro roto pero en vez de retorcerse de dolor su otro brazo se prendió en llamas y como si se tratara de una espada atravesó el estómago de Ichiro saliendo la mano por el otro lado, la sangre llenó el suelo pero no cayó más ya que la herida se cauterizo al instante. El hombre sacó el brazo dejando caer el cuerpo de Ichiro mientras le brazo rato se recuperaba solo. Ichiro vomitaba sangre, no sabía definir aquel dolor, el dolor de morir sin morir, el fuego evitaba que se regenerara correctamente. El hombre lo miro desde arriba mientras en su palma volvía a formarse una bola de fuego.

-¿Eres el heredero de Unut verdad?

La voz desconocida llegó al mismo tiempo que un nuevo dolor producto de la llave, aunque no era nada comparado con el dolor del agujero del estomago. Sobré uno de los pocos edificios había un chico de pelo negro y ojos azules que los observaba con una larga sonrisa sentado al borde del tejado. El hombre del fuego miro al recién llegado impasible mientras la llama desaparecía. El chico recién llegado se dejó caer desde el tejado cayendo justo delante de ellos, no parecía tener intenciones de lucha.

-Gabriel Naumann, heredero de Nergal solicita una tregua.

Aoki llegó caminando tranquilamente, su rostro se había recuperado al completo al completo, sus pasos la llevaron al lado de Ichiro que ya había dejado de escupir sangre mientras el estomago se iba cerrando solo lentamente.

-Narumi Aoki, heredera de Nemrod acepta la tregua

El desconocido de las llamas cesó su ataque mientras su rostro mostraba sorpresa, su mirada estaba fija en Aoki y luego asintió con solemnidad.

-Zahir Manzur, heredero de Unut acepta la tregua

Ichiro se levantó poco a poco mientras no perdía de vista a los dos hombres que habían llegado y que no dejaban de mirar a Aoki. Ichiro se giró hacia ella sin saber muy bien a que iba todo aquello y porque la pelea se ha detenido tan de repente, la chica comprendió su mirada al instante y sonrió.

-Parece que hemos encontrado unos aliados.

me gusto ^u^, cada vez que subes un capitulo lo encuentro mejor que el anterior (*0*), ya me los imaginaba peleando e.e jejejeje ( también me imaginaba la sangre e.e), espero el siguiente ^^.

Broken escribió:me gusto ^u^, cada vez que subes un capitulo lo encuentro mejor que el anterior (*0*), ya me los imaginaba peleando e.e jejejeje ( también me imaginaba la sangre e.e), espero el siguiente ^^.

No me cansare jamás de decirlo pero en un principio esta serie iba a ser gore, gore de este gratuito y sin sentido de sangre volando por todos lados y salpicando al lector incluso xDD pero al final le di algo de trama y sentimiento para que fuera Shonen, la cuestión es que siempre quise meter el factor regeneracion para que hubiera mucha sangre XDD Me alegro de que te haya gustado ^^