WWW. Beggining 1

Los alumnos de las preparatorias están siendo afectados por una terrible "enfermedad" que los convierte en "demonios" con extrañas y diversas características y habilidades. Por ello, se creó una organización de profesores para velar por la integridad del estudiantado y exterminar a estos bichos. La organización trabaja en las sombras, ayudada por la utilización del ciberespacio y cazadores-profesores muy experimentados.

I

Lunes. 2 de la tarde.
La clase de filosofía comenzó a la misma hora de siempre.
La profesora había llegado puntual como de costumbre.
Afuera, el sol quemaba el asfalto.
Temperatura superior a los 35 grados.
El aula se encontraba en silencio prácticamente.
Los alumnos prestaban atención a sus lecturas y notas,
Mientras que la profesora Anabel Hutson guiaba la clase con rectitud.

Desde la mesa más alejada del auditorio
Comenzó a filtrarse un tímido zumbido,
Prácticamente imperceptible.
Detrás de su escritorio,
Anabel dejó caer sus gafas de aumento
Sobre su perfilada nariz,
Y echó una penetrante mirada
Hacia el lugar del que provenía el zumbido.
Nadie excepto ella se percató de este.

El puesto estaba ocupado por un estudiante de intercambio,
Felippe,
Muy asustadizo y, no obstante, muy inteligente.
De pronto, exhaltado,
Felippe se puso de pie,
Subiendo la intensidad de su zumbido.
Todos los demás estudiantes se sorprendieron.
La profesora permaneció en su asiento.

La boca del muchacho se abrió ferozmente
Y gritó con la intensidad del trueno:
“¿Qué usted cree, profesora,
La muerte es amarga
O dulce?”.
El muchacho repitió la pregunta trece veces,
Atropellando las palabras
Unas contra otras.

Anabel Hutson tomó una de las tizas, calmada,
Y se dirigió a la puerta del auditorio.
Escribió sin perder una pizca de concentración
- Mientras el muchacho seguía repitiendo la pregunta-:

Después se aproximó a la pizarra y escribió otros símbolos:

Colocó la tiza sobre la mesa y ocupó su lugar.
Arregló sus gafas y respondió al fin:
“Hay que probar la sangre”.

El muchacho se contorsionó
Y pegó un grito tremendo.
Los restantes estudiantes se sumieron
En un terror tremendo.
Querían escapar, pero sus piernas no respondían.
La piel de Felippe
Se fue volviendo amarillenta,
Las venas, muy rojas,
Literalmente le sobresalían sobre la piel,
Sus dientes se volvieron filosos,
Sus uñas crecieron desproporcionadamente,
El cabello se volvió blanco como el miedo,
Y sus ojos pasaron a ser completamente negros.
“Al fin te muestras, demonio”.

Los demás compañeros corrieron despavoridos
Y Felippe, en ese monstruoso estado,
Saltó sobre su mesa.
Entonces la profesora
Tomó la tiza que antes había utilizado,
Y la partió a la mitad.
Con una exacta sincronización,
Un temblor recorrió el auditorio
Haciendo que prácticamente todos cayeran al suelo.
La superficie de la pizarra se volvió blanda,
Líquida, burbujeante.
Como una explosión organizada,
Brazos compuestos de esa sustancia
Tomaron a los estudiantes normales y los hundieron en las profundidades.
“Ahora están a salvo, pequeños pollitos”.
Ahora el auditorio estaba ocupado solo por Felippe,
Aún sobre su mesa, como un leopardo en espera,
Y Anabel Hutson,
Quien no se había movido de su asiento.

El leopardo atacó.
Se lanzó sobre la pared
Y esta lo rechazó con una onda electromagnética.
Anabel permaneció en su asiento.
Felippe se incorporó y retomó su ataque.
En esta ocasió, saltó sobre las demás mesas,
Dejando sobre ellas visibles hendiduras.
Cuando estuvo a pocos metros de la profesora,
Saltó sobre ella con una agilidad de depredador.
Pero esta,
Con la habilidad superior de cazador,
Dio una tremenda patada a su escritorio
Enviándolo contra Felippe,
Al mismo tiempo que había cogido bajo la mesa
Una pistola con un cañón plateado de 20 centímetros.
Felippe, cegado por la mesa,
Fue atravesado en la cabeza por el enorme proyectil
Disparado con precisión por Anabel.
Su cuerpo cayó sin vida sobre el suelo,
Inundando este de sangre.

Anabel se acercó al cadáver,
Se agachó junto a él,
Introdujo uno de los dedos en el charco de sangre
Y se lo llevó a la boca.
“La muerte tiene un inolvidable sabor metálico”,
Sentenció fríamente.

Hace 14 años comenzaron a aparecer extraños incidentes por todo el mundo. Muchachos se comvertían en monstruos y con un índice altísimo de violencia, desgarraban a sus compañeros en sus propias aulas. Por alguna inentendible razón, esta “enfermedad” atacaba a estudiantes de la preparatoria mientras estaban en sus aulas, en plena clase.
Basados en estos datos, las agencias de Defensa Paranormal de todo el mundo se unieron para crear en secreto una organización llamada TALES, la cual trabajaría para eliminar estas amenazas. A ella solo pertenecían “profesores” que en realidad eran cazadores de estos “demonios”, quienes tenían una preparación muy especial y estricta. Gracias al gran apoyo que recibió esta organización, en menos de dos años en todas las escuelas del mundo existía al menos un profesor-cazador.
Sus métodos y armas eran especiales:
- Las tizas formaban parte de un proyecto de campos de protección electromagnéticos de alto nivel. Mediante códigos específicos que escribían con ellas, avisaban a la organización para activar el campo de protección, para que los demonios no salieran del aula. Su poder se activaba cuando partían la tiza.
- En las pizarras estaba implantada la tecnología más avanzada de ciberespacio. Gracias a ella, podían enviar a los inocentes dentro del ciberespacio, con un límite de una hora en el mundo real, equivalente a 25 horas en el mundo ciberespacial. Los protegidos eran devueltos y les eran borrados los recuerdos de lo ocurrido, para mantener en secreto a los demonios y a la organización.
- Cada cazador tenía un arma especial y personal, la cual en la mayoría de los casos la escondían bajo su escritorio.
Entre los cazadores existían distinciones, grados (para ser más específicos), como en el ejército. Anabel Hutson era en realidad la Capitán Eva, el segundo cazador mujer más fuerte de la organización.
Lamentablemente, cuando el cazador mataba al demonio, no podían salvar la vida del humano que había sido contagiado por la enfermedad, y este moría. La organización estaba gastando billones de dólares cada año para poder encontrar respuestas a sus investigaciones y el propósito de estos demonios. Pero en 10 años nada había cambiado: seguían apareciendo demonios y más inocentes seguían muriendo, con una muerte sabor a metal.

Realmente tienes talento redactando historias. Logre ver todas las imágenes de lo que escribiste en mi cabecita 

Te agradezco mucho, es bueno siempre contar con un poquito de apoyo de los lectores y escritores. Entonces seguiré esforzándome por continuar la historia con las mismas caracterísiticas. Nuevamente, gracias.