Soul Eater. Cadenas. [4/10]

4 veces mi alegría

Luego del día nacional de Abraza a la persona que amas, Maka y yo nos fuimos al spa. Al comienzo todo fue simplemente perfecto pero lo especial de ese día, no fue el que todo fuera gratis, sino el hecho de que había llegado a una muy importante conclusión. Yo amaba a Maka con locura y jamás dejaría de hacerlo, así que esa misma noche pedí una cena romántica en nuestro cuarto y le hice a Maka la pregunta mas importante que jamás le haya echo a alguien.

Flash Back

-Maka… dime algo… ¿te casarías conmigo? –Le pegunte con una cara seria pero seria de puros nervios.

-Soul –susurro, diablos, se que me dirá que no.

-¡Claro que quiero, Soul! –me grito feliz mientras se me guindaba del cuello y me iba al piso con ella encima mío.

End flash Back

De mera casualidad, o quizás el destino, el anillo que había heredado de mi amada abuela callo en mi maleta sin que yo me diera cuenta y bueno, henos aquí, seis años después de eso, felizmente casados.

-Papi, ¿Qué tanto escribes? –Esa pequeña cosa que me acaba de hablar, es mi hija menor Yuri, nació al año de que Maka y yo nos casáramos, realmente fue una bendición y lo fue mas ya que vino en paquete doble.

-Oye papá –me hablo mi hijo.

-Dime –le sonrió, aun me sorprende que hayan salido así de mesclados, ambos tienen el cabello blanco pero los ojos verdes.

-Creo que mamá mato a alguien –me dijo señalando la puerta de la habitación de Maka, de la cual salía una enfermera gritando y corriendo por su vida.

-¡SOUL EATER EVANS TE JURO QUE SI ME VUELVES A HACER ESTO, TE ASESINARE!

-Emmm… me parece que su madre no esta feliz –dije con un terrible goterón cayendo por mi sien, lentamente me dirigí hacia mi muerte la cual no duro mucho pues al momento que entre, Maka ya tenia a nuestra nueva hija en sus brazos.

-Ven Soul, mírala, es nuestra pequeña niña –me dijo bañada en sudor y lagrimas. Lentamente me acerque y la bese a ella en la boca y a mi hija en la frente.

-Hola pequeña –susurre, justo en ese momento los gemelos entraron y se pararon a la par de su madre, para ver a su nueva hermana.

-Saluden a su nueva hermanita, chicos –dije quedamente. Me les quede observando, a mis hijos a Maka y puedo decir que ellos cuatro son mi alegría.