Mutsumi Rei. Capitulo 1: Mi nombre es Miyuki

Holis, esta es mi primera historia que subo a esta página, los géneros serán (aparte del romance ) misterio, horror, algunas escenas de comedia y tal vez un poco de gore no me decido (si, esta es una historia rara q combina todo eso con romance ), esta historia surgio de un sueño raro q tuve, lo malo es q se no me acuerdo de muchas cosas por lo q tuve q cambiar MUCHAS partes, pero aun así conserva las escenas relevantes q le dan forma a la historia como tal, en este capi no sale mucho romance, es más como un prólogo.
Me gustaria agradecerle a mi beta y Onee-Sama Aby-Sempai n.n por ayudarme con este fic, y bueno, creo q sin más q decir, aqui les dejo el capi.

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Una chica de cabello castaño largo hasta las rodillas, recogido en un moño y hermosos ojos color miel caminaba sigilosa y alegremente mientras el viento le azotaba la cara y movía algunos mechones rebeldes de su cabello; su nombre era Miyuki Albarn y estaba en el techo de su gigantesca casa de cinco pisos de camino a su escondite: Un pequeño ático en lo más alto de la casa y al que solo se podía acceder de esa forma.

Los padres de Miyuki, Teresa y Albert Albarn, sobreprotegían a Miyuki, quién al ser su hija menor era la que recibía más de sus cuidados, aunque no eran muchos ya que el trabajo los mantenían siempre muy ocupados, de esta manera, siempre tenía que quedarse con sus hermanos mayores, Anabel, la mayor y responsable, ojos azules y cabello castaño oscuro como el de su hermana pero hasta los hombros y Arthur, el despreocupado hermano intermedio ojos miel y cabello rubio despeinado. Ellos nunca se habían preocupado mucho por ella, ya que tenía suficiente con el cuidado de sus padres, pero lo cierto era que Miyuki lo único que quería era escapar de la sobreprotección de los mismos y de la indiferencia de sus hermanos, mayormente de Arthur, ya que con Anabel había tenido la oportunidad de dirigirle algunas palabras, pero, desde que se decidió que Anabel entraría al negocio familiar sus responsabilidades habían aumentado y aun estando en casa para “cuidarla” no se dirigía mucho a ella, por eso aprovechaba los descuidos para ir a su lugar especial, del que nadie sabía y no podían molestarle.

Una vez adentro dio un gran suspiro y cerro la puerta tras de si, se acomodó un poco la ropa y se puso a curiosear.

Lo que más le gustaba de ese lugar era eso, la gran cantidad de cosas extrañas de los antiguos dueños y que parecían de otras épocas; se probó vestidos (En su mayoría negros, amaba ese color junto con el naranja, curiosamente nació en Halloween) y miró algunas fotos viejas, entre todo eso pasaron , tal vez, unas dos horas, no estaba del todo segura ya que perdió la noción del tiempo y decidió volver ya que sus padres llegarían pronto aunque un poco mal porque su momento terminó. Se dirigía a la salida cuando su pie chocó con una extraña piedra en el suelo, la levantó para verla, notando lo grande y pesada que era, al acercarla más a su rostro y detallarla pudo ver algo escrito en un idioma extraño y al parecer antiguo además en su parte inferior habían unos dibujos algo perturbadores, al parecer de matanzas, pero lo más extraño era la forma que la extraña roca tenía, en sí era la forma de una lápida.

Sostuvo firmemente la misma y salió, apenas abrió la puerta una gran ráfaga de viento golpeó su rostro obligándola a cerrar los ojos, pero al abrirlos pudo notar que había oscurecido, ¿En serio solo habían sido dos horas?, no lo sabía, pero lo que si sabía era que tenía que bajar rápido.
Tan preocupada y perdida en sus pensamientos se hallaba que se tropezó con una teja un poco salida, hubiera caído si no se sostenía de la misma y se levantó con pasos torpes mientras reafirmó el agarre hacia la roca, de esa manera terminó su recorrido de manera rápida pero más cuidadosamente, sosteniéndose de otras tejas que escondían una pequeña ventanilla que llevaba directo a la habitación del fondo del pasillo del último piso, habitación que nadie usaba ya que al ser la casa tan grande y muy pocas las personas que en ella vivían no todos los cuartos estaban en uso, entre ellos esa recámara.

Salió lentamente y corrió la puerta con mucho cuidado de no hacer ruido, se dirigió a las escaleras (El primer piso tenía más que nada la sala de estar, la cocina y el recibidor; el segundo piso, el más moderno y en sí como una sala de juegos gigante; El tercer piso contenía su cuarto y el de sus hermanos; El cuarto piso era la habitación de sus padres junto con un estudio y el quinto piso no se usaba, era más como un depósito)
Cuando estaba en las escaleras camino al cuarto piso un cordón de sus converse negros con algunas líneas naranja (Sus favoritos), quedó atorado en una pequeña zanja del piso y cuando menos se lo esperó observó como sus padres empezaban a subían al cuarto piso, lo único que pudo atinar a hacer fue esconder la roca en su chaleco negro y pensar en una coartada creíble (ya que ella casi nunca iba al cuarto piso y de seguro estaban preocupados de no verla en su habitación como siempre.

Cuando estaba perdiendo todas las esperanzas notó que de la puerta que llevaba al estudio sobresalía una libreta negra con puntos verdes, era su libreta de física la cual dejó allí la última vez que hizo una tarea en el estudio, ya buscaría luego un sistema para acomodar de mejor manera sus cosas, pero ahora lo más importante era sacar su zapato de la zanja, lo cual fácilmente resolvió cuando al estirarse un poco para alcanzar su cuaderno encontró dentro de este unas tijeras, con todo el pesar del mundo corto las trenzas naranja de sus zapatos mientras en su cabeza solo estaba el pensamiento de “Ya me comprare otros”, en segundos sus padres terminaron de subir y se extrañaron bastante de verla allí.

-Hija, ¿Por qué estas aquí? ¿Por qué no estás en tu cuarto como siempre?- Lo ven, todo el tiempo la misma rutina, ya estaba cansada de siempre lo mismo, los únicos momentos de liberta que tenía era cuando sus padres se iban.

-Tranquila mamá, solo estaba buscando mi cuaderno de física- Le dijo un poco nerviosa a su madre, una mujer de cabello negro largo y ojos azules.

-Pues tu madre estaba preocupada y es comprensible-Dice con tono firme su padre, un hombre rubio de ojos miel, parecido a Arthur pero con rasgos mas maduros.

-Si, si, bueno, voy a mi cuarto- Dijo la joven, pasándolos de largo para evadir cualquier pregunta que le fueran a hacer. Al llegar a su cuarto se lanzó a su gran cama, cerró las cortinas naranja y sacó la lápida de su chaqueta negra.

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Buenop eso es todo, en el prox capi voy a empezar a mostrar quien es el enamorado de Miyuki X3
Ahora como extra les dejo una ficha de personaje, planeo colocarles una al final de cada capi

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Ficha de personaje: Miyuki Albarn

-Edad: 15 años
-Fecha de nacimiento: 31 de Octubre
-Signo Zodiacal: Escorpio
-Color favorito: Naranja y negro
-Animal Favorito: El gato
*Reseña: Le encantan los dulces y ama estar en lugares fríos, su postre favorito son las freses con crema, odia a las personas egocéntricas, es seria y muy estudiosa, suele sentirse presionada por la gente lo cual es algo que odia, siempre se ha sentido atraída por las historias de terror, odia a los insectos y le tiene fobia a las arañas, no le gusta demostrar sus emociones y no se confía mucho de la gente por lo que sin importar lo dura que pueda ser una situación siempre permanece firme y da lo mejor de si misma.

ejejejejejeje no esta nada mal suena interesante y tengo ke reconocer ke esa lapida me da curiosidad veamos adonde nos lleva tu historia

Hi~! Onee-sama reportándose! XD Ya me creé la cuenta como se puede ver y solo por tu fic :3 Deberías estar orgullosa~! Ahora... A seguir con el siguiente capítulo :3 Intenta tenerlo listo para el lunes para que betearlo Felicitaciones!

tu historia, tiene una buena trama, aunque no se vio el romance, pero avisaste y eso fue bueno. Por otro lado, lo de esa lapida esta muy raro, pero de alli, es donde se van a generar las situaciones de horror. Para concluir esta bien la introduccion de tu historia, ojala haya mas dialogos en el segundo capitulo.