Doubutsus capitulo 1

1: El día en que me convertí en demonio.
Era un lunes por la mañana como cualquier otro en Nueva York. La gente activa moviéndose para ir al trabajo, a la escuela o a cualquier otro lugar. Kendall Demon, era un estudiante de primer año en la preparatoria. Era un chico divertido y espontaneo, hablaba de más y hacia las cosas sin pensar. Era desesperado en todo lo que hacía. No tenía amigos, pues se había mudado a Nueva York con su familia y no conocía a nadie. Él era el primer hijo de una familia de tres hermanos. Era alto, de cabello negro y Lacio levantado, siempre había estado hacia arriba, el cual era un problema para su madre, pues su cabello era muy rebelde y siempre había intentado arreglarlo. Su madre y su hermano menor de 5 años tenían la misma personalidad que él, Desesperados y activos. Por otra parte su padre y su hermano Mediano, de 13 Años Eran tranquilos y Penosos. Casi no Les gustaba salir y No decían lo que pensaban.
Un despertador sonó de Pronto. El sonido era muy alto, no dejaba de hacerlo para despertar al dueño, pero al dueño parecía no importarle; Estaba dormido bajo sus sabanas sin Preocupación alguna. Esa tranquilidad fue rota, pues Alguien entro por la puerta rápidamente.
–– ¬¬ ¡Por el amor de Dios Kendall! ¡Levántate! –– Grito la madre desesperada quitando las sabanas del chico.
–– ¡Maldición! ¡No sé por qué tengo un despertador si siempre es lo mismo! ¡Entras a mi habitación sin permiso y me despiertas!
–– ¿Pues qué quieres que haga? ¿Qué te deje dormir así como así?
–– No sería mala idea. Sabes que odio esta escuela, todos son tontos y creídos, no entiendo porque tuvimos que mudarnos.
–– El trabajo de tu padre es así, no se puede quedar en una sola ciudad.
–– Y mis hermanos y yo somos los afectados…
–– No discutiré mas esto, cámbiate y estate listo, el almuerzo ser servido en cinco minutos.
La madre salió de la habitación y Kendall se quedo de pie molesto. Levanto las sabanas del suelo y se puso un pantalón de Mezclilla desgastado, una camisa amarilla, su favorita por alguna extraña razón, tomo su mochila y bajo al comedor.
Allí se encontraba toda su familia sentada, Habían servido Panqueques, Eran los favoritos de todos, y como era costumbre, ya quedaban pocos, pues cuando se trataba de panqueques se terminaban en segundos.

–– Kendall–– Murmuro el padre mientras Kendall levantaba la cabeza hacia el–– Hoy no podre llevarte, se me hace tarde.
–– No te preocupes, me iré solo…
–– Escucha–– Levanto la voz al mismo tiempo que su tenedor. –– Se que esto no es fácil para ti, pero tienes que entender que es mi trabajo, y si hago esto es para darle lo mejor a ti y a tus hermanos.
La madre levanto la cabeza.
–– A ti también por supuesto querida–– Añadió antes de comenzar una pelea.
–– Lo sé, no te preocupes, yo entiendo…
Era mentira. Kendall no entendía eso, A él no le importaba el dinero ni el trabajo de su padre, lo único que le importaba era largarse de Nueva York.
–– Me voy. –– Dijo levantándose del asiento y saliendo a toda velocidad por la puerta.
Había dejado a sus amigos en su antiguo hogar, los extrañaba a todos, y se la pasaba solo en la preparatoria, pues todos le hacían burla por ser el nuevo. Cuando hacían trabajos en equipo, el se quedaba solo ya que nadie lo quería. Ya llevaba diecisiete meses en Nueva York y nada había cambiado.
El pensamiento de Kendall fue interrumpido por el sonido de su reloj, avisándole que eran las siete de la mañana.
–– ¿¡Que…!?–– Se sobresalto mirando el reloj.
Había recordado lo que le había dicho su profesor de química: Llega otra vez tarde, y estas reprobado.
El profesor de Kendall llegaba siempre cinco minutos tarde sin falta alguna, pero era imposible para el llegar en ese tiempo.
–– Si no lo intento jamás lo sabré…–– Suspiro y comenzó a correr.
Eso era lo mejor de Kendall, nunca se daba por vencido, y siempre que se proponía algo lo lograba, Además, el siempre había sido bueno corriendo, siempre tenía una velocidad que superaba a cualquier persona, pero aun así, nunca se lo cuestiono, él pensaba que solo era bueno en atletismo, y no le dio más importancia al asunto. Ese aspecto de Kendall también molestaba a mucha gente: El no darle importancia a las cosas.
Eran las siete tres y Kendall ya estaba a una cuadra de la escuela.
Quedaban Dos minutos para que el profesor llegara y Kendall ya estaba en el corredor de su escuela, corriendo hacia el salón. ¡Lo lograría! O eso pensaba, pues choco con el chico más fuerte y grande de toda la escuela…
–– Oh por dios, ¿Por qué a mí? ¿Yo que te hice dios? –– Le pregunto a la nada mientras yacía en el suelo tirado gracias al impacto.
–– ¡Oye! –– Bramo el gigante Haciendo que Kendall se sobresaltara. –– ¿Crees que por ser el nuevo puedes llegar y empujarme?
–– Vamos, no sé por qué sigues llamándome nuevo, llevo diecisiete meses aquí, pero bueno, tu llevas por lo menos aquí cinco años, así que para ti diecisiete meses son como dos semanas, ¿no?
De pronto se oyó como exclamaban todos los estudiantes para iniciar una pelea.
–– ¿Eso fue un insulto? –– Pregunto Acercándose a Kendall.
–– No, Por supuesto que no–– Se intimido.
–– Pues a mí me sonó en forma de insulto.
–– ¿Entonces para que preguntas? –– Le contesto Kendall.
Esa parte de Kendall también era mala, nunca se podía quedar callado.
–– Date por muerto, Demon.
Eso no era bueno. El tipo más fuerte de la escuela quería golpear a Kendall. ¿Qué podía hacer alguien como Kendall contra ese chico? ¡Agacharse! Era su única opción, y fue lo que hizo, causando que el chico golpeara un casillero.
–– Eso debió doler…
–– ¡Maldito!
El chico intento golpear a Kendall, pero por suerte su profesor de química iba pasando.
–– ¡Maestro Larritey! –– Exclamo Kendall feliz.
–– ¿Qué sucede, Demon? –– Le pregunto sin mirarlo y caminando aprisa hacia el salón.
–– Nada, quería ayudarle con su portafolio–– Le dijo mientras lo tomaba.
–– ¡Oh, que amable!
Ambos entraron juntos al salón. Todos los compañeros de Kendall empezaron a abuchearlo al momento de verlo entrar.
Kendall bufo sin darle importancia.
Comenzamos la clase aburrida de química como siempre, Algo en esa clase nos quito el aburrimiento, Una chica hermosa de cabello largo y negro hasta la espalda, tenia ojos negros, apenas y se le veían pues tenía lentes y una increíble delantera. Usaba una playera rosa de tirantes y una falda blanca y muy linda.
–– ¿Disculpe, profesor? –– Murmuro la chica nerviosa mientras todos los hombres del salón le chiflaban–– ¿Me permitiría a Kendall Demon? Lo busca la maestra Martha.
–– Claro–– Le permitió el profesor–– Kendall, ve.
Se levanto muy sorprendido, ¿La maestra Martha? ¿La otra maestra de Química? ¿Para qué lo querría? A ella ni la conocía, nunca le había dado clases y el nunca se había metido en problemas con ella…
–– Disculpa…–– Murmuro nervioso hacia la chica.
–– ¿Qué sucede? –– Contesto la chica con una voz dulce.
–– Esto… ¿Para qué me quiere la maestra?
–– No soy la indicada para decírtelo.
Caminamos en silencio hacia
Todo mundo se nos quedaba viendo. Las chicas decían cosas como: “¿Quién es esa chica?” Y los chicos decían: “¿Qué hace con ese idiota”
–– por cierto, ¿Tu quien eres?
–– Lily Oliver, Un placer, Kendall.
––Un placer…
De Pronto Kendall reacciono.
–– ¿Cómo sabes mi nombre?
––Te lo repito, no soy la persona indicada.
Llegaron al último piso de la escuela, en la azotea. Allí estaba la maestra Martha, una mujer rubia, joven y delgada, Junto con otras dos maestra de biología y física: Herminia y Laura.
–– Gracias por traerlo, querida–– Le sonrió la maestra Herminia a Lily.
––De nada, mama.
–– Buenos días, Kendall–– Le saludo la maestra Martha.
––Emm…Hola–– Respondió confundido–– no quiero ser grosero, pero ¿Qué quieren?
––Hablar contigo–– Respondió la maestra Laura.
–– ¿Sobre qué?
–– ¿Sabes lo que son los Doubutsus? –– Pregunto la maestra Laura.
––Si–– Respondió Kendall. –– Demonios con forma de animal.
–– Correcto–– Dijo la maestra Herminia–– Ahora, ¿Qué me dirías si te digo que eres uno?
––Que está loca–– contesto sin pensarlo.
Todas rieron.
–– Lily–– Murmuro la maestra Laura–– ¿Lo harías?
–– ¡Sí! –– Respondió mientras sacaba un artefacto parecido a un celular, pero blanco. Tenía una pantalla y dos botones. –– ¡Henatsuki!! ––Exclamo mientras pasaba los dedos sobre ese artefacto.
Hubo un pequeño brillo y de allí salió Lily, pero tenía dos orejas de conejo sobre la cabeza, unos lindos bigotes y una cola blanca.
–– ¿¡QUE DIABLOS!? –– Grito sumamente espantado.
–– Tranquilo, no te haremos nada–– Aclaro la maestra Laura–– Es solo que tu eres uno de nosotros…
–– ¡No...! ¡Yo no…!
–– Bébete esto–– Me pidió la maestro Martha dándome un frasco con liquido rojo.
Kendall se quedo pensando, ¿¡Beberlo!? ¿¡Acaso estaba loca!? Eso fue lo que pensó Kendall pero aun así lo recibió.
–– ¿Qué es esto…?–– Pregunto muy nervioso.
––Bueno, veras…–– Suspiro la maestra Martha–– Tu eres un Doubutsu. Las almas de los Doubutsus que murieron en pelea fueron resucitadas en las almas de los humanos, solo pocos y poderosos humanos…
–– ¡Tu! –– Grito la maestra Laura–– ¡Tú tienes el alma más poderosa del planeta!
–– Raionkingu–– Dijo la maestra Herminia.
¿¡Kendall!¡ ¿¡El alma más poderosa del planeta!? ¡Era imposible! El nunca había dado muestra de ser un demonio, además, el único lugar en donde había visto Doubutsus era en su libro de historia. ¿Por qué el tendría el alma más poderosa del planeta? Era ilógico, ¿¡El chico que se había mudado a Nueva York, el chico que nadie quería!? Tenía el frasco entre las manos, preguntándose si debía beberlo, ¿Y si moría…?
––Qué más da…–– Suspiro resignado y le dio un gran sorbo.
–– ¿Sientes algo? –– Pregunto Lily.
No contesto. Sentía algo en su estomago, Kendall comenzó a brillar y sintió que su cabello creció exageradamente, le llegaba hasta los hombros, bueno, tal vez un poco menos y era color naranja bajo, muy bajo. Sus ojos eran los mismos que un gato, tenía garras en las manos y los pies, y una gran cola de León. Sus colmillos habían crecido, junto a unos bigotes.
–– ¿Qué diablos me paso…?–– Grito asustado.
–– Te lo demostrare–– Murmuro Lily acercándose a Kendall y lanzándolo desde la azotea.
Se estrelle de golpe contra el suelo, haciendo un gran agujero. Se levanto una gran cortina de humo, y de allí Salió Kendall… Transformado y sin ninguna herida…

trata de colocarles los nombres antes de de que hablen las personas, asi abeces uno no se embolata tanto al leer

me confundi un poco pero si entendi, interesante tu historia.
tambien lei el primer capitulo de Akuma no judai.....pienso que deberias continuarla o ponerle un final y no dejarla incompleta pero es tu decision, espero no haberte incomodado n_n

Sii, seguire con akuma no judai, y bueno, ese capitulo intente hacerlo modo libro pero como veo que se confuden, pondre los nombres antes de los dialogos.

martin uzumaki escribió:Sii, seguire con akuma no judai, y bueno, ese capitulo intente hacerlo modo libro pero como veo que se confuden, pondre los nombres antes de los dialogos.

Entiendo n_n , esperare el aiguiente capitulo
y si tienes tiempo pasate a leer mi historia