Miedo Rojo (One-Shot)

(...)

“Pase lo que pase, nunca mires atrás, no importa el ruido que oigas debes de seguir tu paso adelante y tal vez te encuentres con ELLA…
Al entrar lo primero que podrás ver es una cocina, todo estará lleno de polvo y más sin embargo la comida en la mesa estará intacta. ¡NO COMAS NADA AÚN ASÍ, PODRÍA SER PELIGROSO! Pero…
…si lo que deseas es continuar avanzando es necesario que comas algo y al hacer esto, dos puertas se aparecerán en tu camino.
Una puerta a la derecha y una a la izquierda, ¿Qué deberías elegir?
La puerta derecha será de cristal brillante y será fácil de abrir; pero si te diriges por ese lugar lo único que obtendrás será que te regrese la casa al principio de la misma. Si quieres dar paso atrás y regresar a tu casa, esa puerta deberás elegir.
Por otro lado, la puerta izquierda… Será más grande que la de cristal y esta será de madera, la puerta se supone que debería estar con llave pero ya han pasado demasiadas décadas así que con el simple hecho de forzar un poco la manecilla y empujar podrás pasar…
Si elegiste la puerta izquierda, debo advertirte que no hay mas paso atrás. Tu única salvación era la puerta derecha, ahora solo puedes seguir adelante.
Un aire tenso y tétrico invadirá todo el escenario, si… Ya te estás acercando.
Pero esto es una petición mía, ¡no des ningún paso mas! Si te acercas mas entonces…”

Nunca podré saber que era lo que debía continuar en esa hoja.

Cuando giré la página lo único que logré ver era una gran mancha de sangre y las demás hojas estaban en blanco…
En ese momento me encontraba en algo que parecía era un jardín; tal y como decía el libro, el aire era demasiado tenso y pesado. Decidí continuar caminando hasta el fondo del lugar y logré notar que había una pequeña puerta.
Tenía un candado pequeño y entonces recordé lo que había alado del libro que me indicaba todo lo que debía hacer para llegar aquí. Saqué el collar que llevaba escondido debajo de mi camisa escolar azul y abrí la puerta con el mismo.
Me asomé y no lograba ver nada, tal parece que la puerta dirigía a un sótano subterráneo muy profundo.

Entonces, fue cuando unas manos frías tocaron mi espalda y me empujaron dentro de aquel sótano.

Caí al vacío por varios minutos, hasta que por fin golpee contra el suelo. Mi cabello oscuro y largo se había enredado con algo que había en el suelo y poco a poco mis ojos azules acelestados se acostumbraron a la oscuridad. Cuando miré a mi cabello vi algo que me aterró, un hueso estaba enredado en mi cabello… Un hueso humano.

Y ahí me encontraba yo… Inmovilizada y temblando, el hedor de sangre derramada cubría el lugar. Y entonces, allí estaba ella, sosteniendo un hueso humano en su mano y una gran capucha roja cubría sus ojos… Y se estaba riendo.

(...)

Muy bueno!