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"Superesse" // Capítulos 4-5-6
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"Superesse" // Capítulos 4-5-6
Bueno, quería colocar esto en el tema anterior, pero me salió un aviso de que el mensaje era muy largo, entonces tuve que crear otro....cosas del foro xD
Capítulo 4: "Cruel resultado"
- Spoiler:
- - ¿No puedes dejar de trabajar en tu computadora, hasta en un momento tan serio como este?...Snif, no puedo ni usar mi celular para contactarme con mi gente –
- - Silencio mujer. En esta portátil está mi vida. Y ya te lo dije, no hay nada de que preocuparse, no creo que haya lugar más seguro que este, por el momento –
- - Ssssshhh...todos. Al parecer lograron entrar. Ahora es el momento de la verdad –
Los terroristas habían destruido la gruesa puerta que los detenía. Un pequeño grupo se había encerrado, pero el tiempo se les terminó, pensaron los villanos. Sin embargo, para su sorpresa, no se veía ningún civil:- - Chicos. ¿Dónde están nuestras victimas? –
- - Eso me gustaría saber -
- - Por la mierda, esto nos agota tiempo y puntos –
Cada maleante intenta rastrear arduamente algún rastro de sus presas fugitivas, sin dar resultados beneficiosos. Se habían esfumado. Uno de ellos los llama urgentemente. Al reunirse, el que gritó, exclamó:- - Creo saber donde se metieron –
Dicho esto, indicó hacia una gran puerta de metal que tenían en frente:- - Se debieron meter a la bóveda de este banco de ¡MIEEEEERDA! –
Esa era la respuesta correcta. Los indefensos civiles se habían encerrado en plena bóveda del banco del centro de concepción, el que era capaz de soportar hasta fuertes explosiones. Los terroristas no sabían que decisión tomar. Se les acabaría el aire, y saldrían; pero esto les costaría mucho tiempo, el que no tenían. De esta forma, eligieron la decisión mas sensata, la de ir por otras personas. Dentro de esta fortaleza, había alrededor de treinta personas. Entre ellos, la mujer que hablaba por celular en el autobús, y el hombre que portaba un computador portátil.
Mientras corrían, el equipo de rescate se había dado distintos apodos para identificarse. Ángel, el lobo; Gus, el pelirrojo; Scarlet, la vendada; y Arnaldo, el callado; subían las escaleras para llegar al último piso del edificio, y así, ir a la sala de audio. Al llegar al tercer nivel, Ángel se detiene rápidamente:- - Chicos, creo que hay un terrorista en el pasillo –
Para seguir ascendiendo, y llegar al cuarto y último piso, debían cruzar aquel camino. Al ver la situación, Arnaldo se acerca a Ángel, y le susurra:- - Yo…carnada –
El muchacho silencioso les señala una de las salas más cercanas a su posición. Según el plan, él atraería al maleante y descenderían por la escalera, para que ellos pudieran seguir. Ángel se opuso a una acción tan atrevida, pero Gus lo convenció:- - Lobo. Si no hacemos esto, no podremos rescatar a Rebeca y compañía. Tú sabes que el tiempo que tenemos es escasísimo. Creé en Arnaldo. No por nada es conocido como el “Caresencia” –
- - ¿Caresencia? –
- - Si. Carece de esencia, jejeje. A que es un buen juego de palabras –
Ángel, Gus y Scarlet se meten sigilosamente en la sala planeada. Luego, Arnaldo hace como que sube la escalera ruidosamente para llamar la atención del armado. El terrorista se da cuenta, y lo ve. El chico con el pañuelo corre, mientras el villano lo sigue. Misión cumplida, el pasillo estaba despejado. Los jóvenes cruzan el corredor, y llegan a la cuarta escalera. Al no ver peligro, suben tranquilamente al último piso. La sala de audio se hallaba a la vuelta de la esquina del pasillo que veían los tres chicos. Avanzaron sigilosamente para no ser detectados por algún individuo del cual no se habían dado cuenta. Al dar un giro y ver la habitación destinada, se dan cuenta del por qué del mensaje de ayuda. Un gran agujero, producto de la primera explosión, impedía que las chicas atrapadas pudieran escapar. Una estudiante trataba de crear un puente para cruzar, usando las tablas de un librero del cuarto. Al ver al grupo al otro lado del cráter, dio un gran grito:- - ¡CHIIICOS!....¡VINIERON EN NUESTRA AYUDA! –
Unas grandes lágrimas recorren las mejillas de la agradecida mujer. Las otras cuatro, al ver a su amiga llorar, se asomaron a la puerta, y observaron a sus rescatistas. Las chicas se desmoronaron aliviadas, Rebeca es la única que se mantiene de pie:- - Viniste….lobo solitario –
- - Por supuesto. No podía dejar a una pasajera de mi autobús sin ayudar. Eso si, no lo vuelvas a hacer, gata llorona problemática –
Ahora tenían que hacer un puente para que las muchachas pudieran pasar, pero no había nada parecido. Un ruido de caminata es escuchado de repente, poniendo alerta a todo el grupo. Si era uno de los terroristas, no podrían hacer nada. El que se asomó fue el silencioso Arnaldo, quién tenía una escalera en las manos:- - …pensé….podríamos….necesitarla –
Una alegría por la oportuna aparición de su compañero se formó. La escalera era perfecta como puente. Gus y Ángel tomaron la herramienta, y la pusieran de una manera en que las aproblemadas pudieran pasar. Scarlet se dio cuenta que Arnaldo no sólo traía la escalera, sino que también un hacha:- - Arnaldo…¿y el hacha por qué? –
- - …podríamos…necesitarla –
Un hombre bien precavido este Arnaldo, pensaron los presentes. Al seguir con el rescate, mientras la primera chica se disponía a cruzar el agujero, una voz con un megáfono surgió de pronto del exterior:- - Me harté edificio de mierda. Chica que pedía ayuda, lo siento por no llegar a calmarte. Yo, y mi arma, habríamos estado a gusto de darte una bonita respuesta. Sin embargo, me perdí una vez entré, y un chico me engaño. Sabes, pensé en una forma de darle fin a tu dilema. Tal vez no sea lo mejor, pero…da el mismo resultado –
La segunda chica se encontraba pasando por la escalera cuando el hablante se calló. Un silencio se apoderó de la situación:- - Listo, todo preparado muchacha. Ahora comenzaré mi jueguito. Jeajeajea –
Una fuerte explosión en algún lugar de la construcción pudo ser oída. La estudiante que pasaba casi se cae al agujero, pero Scarlet la alcanzó a agarrar. El individuo comenzó a transmitir nuevamente:- - Creo que he fallado, jeajeajea. Veamos sin con cinco disparos logró darte un buen final –
Varias explosiones son producidas. Una de ellas, muy cerca de donde los alumnos se hallaban. Al parecer, el terrorista bombardeaba el establecimiento. Necesitaban darse prisa, o una de esas detonaciones acabaría con sus vidas:- - En verdad tienes suerte, chica. Me voy a poner serio. Usaré el cartucho de treinta granadas. Si tú y ese mocoso bromista siguen vivos después de esto, en verdad un ángel los cuida. Lamentablemente para ustedes, eso no sucederá. Yo, Ambrosio Wegner, seré su verdugo –
El tiempo se agotó. Sólo tres de las cinco chicas habían cruzado. Rebeca iba a ser la ultima en pasar. Una seguidilla de estallidos rodeaban al audaz grupo, haciendo que la cuarta muchacha, la que pasaba por la escalera, lo hiciera lenta y temerosamente. Un nuevo bombazo había ocurrido muy contiguo, haciendo que el miedo creciera. Scarlet estiró su brazo para que la chica que pasaba lo agarrara lo antes posible, sin embargo no pudo suceder. Una de las explosiones sucedió justo arriba de los rescatistas, haciendo que el techo se derrumbara, cayendo encima de la escalera y la chiquilla que cruzaba:- - ¡FERNAAAANDAAAA! –
Rebeca y las tres salvadas gritaron al unísono. Habían perdido a una de sus amigas. Scarlet recibió un poco de daño en su brazo vendado. A pesar del sangrado, no demostró dolor alguno. Ahora surgía un nuevo problema, Rebeca se encontraba atrapada:- - ¿Oooh?. ¡JEAJEAJEA, YA LLEVOOOO UUUUUNO! –
La desagradable voz del terrorista ponía furioso a los estudiantes. Ángel sentía una frustración inmensa al ver vidas perdidas en frente de sus ojos. Como no quería seguir observando más muertes sin actuar, le dijo a Rebeca lo único que podía realizar:- - Llorona, debes dar un gran salto hacia nuestro lugar. Nosotros te agarraremos –
- - Pero no llegaré. Ni siquiera podrán cogerme –
- - No te preocupes, lo haremos, no lo dudes. Ahora, da el brinco de tu vida –
Rebeca también sabía que era su única opción, debido a que el piso donde se hallaba se estaba trizando y desmoronando. Las tres rescatadas veían con pavor como su amiga intentaba lograr la gran hazaña. Ángel le indicó a Arnaldo y Gus que se acercaran, para terminar diciéndoles algo en voz muy baja:- - Pelirrojo, callado, sostengan bien mis piernas, ¿oyeron? –
- - ¿Qué piensas hacer, lobo? –
- - ….esta…bien… -
Un nuevo estallido muy cerca de su posición alertó a Rebeca que era ahora o nunca. La chica corrió como jamás lo había hecho y dio un gran salto. El salón de audio se desmoronaba mientras se encontraba en el aire. En ese punto, los presentes se percataron de que no llegaría al lugar seguro, y Ángel les gritó a sus camaradas:- - ¡AHORA! -
Rebeca veía como bajaba lentamente. Viendo el rostro de los muchachos, seguido de sus estómagos, hasta llegar a los pies. Iba a morir y nada podía remediarlo, se expresaba en su mente. Agradeció por la vida que tuvo, rodeada de amistades y buena gente, la cual hacía todo lo posible por ella. Me despido del mundo se continuaba diciendo a sus adentros, cuando una mano le agarra la suya, impidiendo que cayera. Al abrir lo ojos, observa como Ángel estaba colgado, sosteniéndola. El chico había saltado, y Gus con Arnaldo le cogían las piernas para que no pasara de largo:- - Ves gata. Un lobo nunca rompe sus promesas –
Scarlet y las tres mujeres ayudaron a los chicos a subir a los arriesgados estudiantes. Una vez arriba, Rebeca abrazó fuertemente a sus queridas compañeras, y lloraron juntas la muerte de Fernanda. Gus no quería interrumpir tan lastimosa escena, pero la situación era muy grave:- - Chicas, chicas. Lloren después, acuérdense que tenemos a un maniaco lanzándonos bombas –
Era verdad, tenían que llegar al camino secreto del sótano o no podrían escapar. El juego de los estudiantes versus el terrorista continuaba.
En el teatro concepción que se ubicaba al lado de la plaza de armas, una gran multitud de terroristas disparaban en contra de sus puertas y paredes para ingresar, sin dar muchos frutos. Desde un incidente en el pasado, se había reforzado el lugar completamente, transformándolo en un lugar seguro por el momento. Adentro, una cantidad de sesenta personas aproximadamente se atrincheraban. Los dos tenistas, el chico con audífonos, y la muchacha sombría, se encontraban entre los arrinconados. Un tipo corpulento y con barba daba indicaciones a las personas:- - Ustedes busquen en el segundo piso. Los de mi izquierda, vayan al sótano. Los restantes seguiremos rastreando en el primer nivel –
Ambos chicos deportistas ayudaban con lo mandado. La chica sombría se hallaba sentada en un rincón, sin actuar; y el sujeto con audífonos se apoyaba en uno de los muros, sin hacer caso al barbudo:- (Es absurdo lo que tratan de hacer. Por más que intenten bloquear las entradas, esos peligrosos terroristas no demorarán en encontrar la forma de penetrar el lugar. La única opción que tenemos es el huir por las puertas traseras, pero nada impediría en pillarnos a uno de los asesinos. A decir verdad, salir del sector que abarcan los armados es prácticamente imposible a pie. Eso sólo deja el escapar en algún vehiculo como única vía de sobrevivencia. Nuestras probabilidades son ínfimas por donde se le vea. ¿Qué rayos debo hacer?)
En el sótano, el pequeño grupo llevaba todo lo que parecía pesado al piso superior. Los tenistas transportaban muebles al igual que los demás. En el transcurso de su movilización, la conversación era inevitable:- - Chris, la vida nos jugó una mala pasada, ¿no? –
- - No digas eso David. Ya veras como saldremos de esta –
- - Tienes razón. Seguramente se te ha ocurrido algo. Te confío mi vida, mejor amigo –
David intentaba sonreírle a Chris, quién tenía una cara pensativa:- (Esto no durará mucho. Necesito optar por otra alternativa, o moriremos los dos. David confía en mí, y no le fallaré)
Un gran problema sin solución aparente se les presentaba a los indefensos civiles del teatro. Los terroristas comenzaban a dañar seriamente la puerta, y sin opciones, los acorralados ratones tendrían que aceptar su funesto destino.
El grupo de estudiantes corrían por los pasillos y escaleras del edificio de enseñanza media, siendo las diversas explosiones la canción de la muerte. Gus y Rebeca eran los que comandaban el grupo; las tres rescatadas y Arnaldo iban en el medio; y Scarlet con Ángel al final. Varios huecos y grandes escombros en el piso muchas veces impedían pasar, teniendo que cambiar de ruta:- - Rápido, rápido, retrocedan, camino cortado –
Siempre que los primero mencionaban esto, una gran desesperación surgía. La estructura no soportaría muchas detonaciones más, y no querían quedar sepultados:- - Por aquí, por aquí, esta escalera se encuentra bien –
Habían bajado al segundo piso. Por los pasillos donde corrían, piedras de concreto y otros materiales caían, teniendo que ser esquivados por los apresurados alumnos. Uno u otro cadáver por el camino eran divisados, pero no podían gastar tiempo lamentándose, ignorándolos completamente:- - ¡MALDICIÓN!. Estas escaleras están destruidas, debemos retroced… -
Un gran pedazo del suelo que se encontraba detrás de los chicos se derrumba violentamente. Estaban atrapados en aquel peligroso lugar. Gus, al ver esto, comenta:- - No nos queda otra. Bajaremos por estas escaleras destrozadas. Yo seré el primero en descender, y veremos si son capaces de resistir mi peso –
Claramente mejor opción no había, por eso no se opusieron. Gus se apoyó en uno de los pasamanos que aún quedaban en pie, y comenzó a descender. Milagrosamente llegó al primer piso sin mayor contratiempo. Al parecer era muy seguro, y les indicó a los demás que lo hicieran rápidamente, ya que las explosiones aún seguían. Una vez todos bajaron, prosiguieron a las escaleras del subterráneo, la que les darían la salvación al caos:- - Vamos chicos, falta poco –
Gus gritaba con ánimo, intentando darles un poco de fuerza para lo que faltaba. Ángel pensó que saldrían de esta, sintiendo un poco de placer dentro de él. Lamentablemente surgió algo que no estaba en sus planes, Scarlet se cayó. Ángel se acercó a ayudarla, y se dio cuenta de que su brazo sangraba profusamente de la herida que anteriormente se hizo:- (Posiblemente se sienta débil por la perdida de sangre. Tengo que cargarla y alcanzar al grupo)
Los demás se habían demorado en percatarse de la caída de su camarada. Al darse vuelta, ven como enormes pedazos de concreto de los pisos superiores bloquean el pasillo, separándolos de Ángel y Scarlet. Gus les pregunta como se encontraban, a lo que Ángel le responde:- - Estamos bien. Ustedes vallan al sótano, y esperen nuestra llegada. Buscaremos otra ruta. Yo confíe en ustedes, ahora ustedes hagan lo mismo. El lobo no rompe sus promesas –
Gus y los demás estaban muy preocupados, pero no servia de nada quedarse ahí:- - Entiendo lobo…nos vemos, y ten cuidado –
- - No pienses que los lobos mueren fácilmente –
El grupo siguió sin los dos estudiantes retrasados, con esperanzas de llegar a tiempo. En cambio, Ángel cargó a Scarlet al estilo princesa, y retrocedió en busca de otro corredor que llevara al mismo objetivo:- (Esto está mal, el edificio no aguantará mucho más. ¿Cómo no nos dimos cuenta de la situación de la vendada?)
- - Lo siento lobin, por mi culpa puede que vayamos a morir -
- - No te disculpes. Seguramente alcanzaremos…¿Eh?, que rayos…-
Los alumnos salvados y rescatistas había llegado al sótano a salvo, ya que por suerte aún no era afectado por los continuos derrumbes y explosiones. Rebeca y compañía aún esperaban a los dos perdidos en el primer piso:- - Vamos lobo, el tiempo se termina –
Y si se había terminado. Un fuerte sonido de derrumbe pudo ser identificado. El edificio de enseñanza media había comenzado a caer. Gus les indicó a los presentes a que se metieran en el túnel. Arnaldo y las tres chicas no dudaron, pero Rebeca se mantenía firme en su lugar. Gus, sin perder tiempo, corrió hacia ella, y se la llevó en brazos al pasadizo subterráneo. Una cortina de humo cubrió todo el secreto camino mientras se adentraban más y más. La construcción había colapsado completamente, llevándose a los dos esperados con ella.- - ¿Oh?. ¿Eliminé a dos personas más?. Jeajeajea, al parecer aún quedaba una cucaracha más dentro…Chica que pedía ayuda, y chico bromista, yo les deseo un feliz camino al infierno, jeajeajea –
Ambrosio se guardó su arma y se dirigió a su siguiente objetivo, dejando detrás de su presencia los resultados de su cruel juego.FIN CAPÍTULO 4
Capítulo 5: "Los diecinueve pasajeros"
- Spoiler:
- En la azotea del hotel Prat, Septum y compañía permanecían sin mover un dedo:
- - Es magnífico, ¿no, chicos?. Como moderador que soy, debo estar presente en estos duelos….peeeero, creo que ha llegado el momento de nuestro siguiente paso. ¡VAAAAMOS! –
- - Silencio, basura descerebrada –
- - ¡¿DESCEREBRAAAADO?!. ¡¿YOOOO?!. Snif, snif. No deberías tratar así a tu jefe, Sepsis. Snif, snif –
- - Tiene razón Septum, Sepsis. Intenta vernos como iguales, no como los seres inferiores que acostumbraste a observar en tu vida –
- - ¡MUYYY BIEN!. Sabía que podía contar contigo Shock –
- - No te equivoques, señor “ma-nia-co”. Nosotros somos independientes. Que te demos una mano no significa que nos puedas dar ordenes –
- - …pero…siempre hay un jefe en estos juegos…y ustedes me dejaron serlo….por ende, si soy su jefe… ¿lo captan? ....ahora, ¡LLÁMENME JEFASO, JEJEJE! –
Sepsis se acerca al moderador y lo agarra del cuello de su ropa. Para que jalándolo, lo lleve al borde del edificio:- - Si sobrevives a la caída, con gusto te llamó hasta querido, si quieres –
- - Tú te lo buscaste Septum. Sepsis, te doy el consentimiento de tirarlo –
- - ¡SHOOOOCK, AYUUUDAMÉ! –
Sin previo aviso, la puerta que llevaba a la cima del hotel se abrió. Era uno de los terroristas sueltos:- - Al fin los encuentro, terroristas de mierda. No dejaré que destruyan mi ciudad –
- - Ya veo, un jugador rompedor de reglas. No está permitido amenazar al moderador. Creo que sólo hay una sentencia posible….la muerte, jejeje. Sepsis, Shock, encárguense –
- - ¿Y que pueden hacer?. Este traje resiste todo. No se podrán defender de mis balas. Ahora mueran malditos asesinos –
Una pequeña explosión pudo ser oída repentinamente. El hombre con traje cae sin vida en frente de los presentes:- - Buuuuu. Que desperdicio de jugador. Ahora existe una vacante. Buuuuu –
- - Pero Septum. Era seguro que habría algún opositor del juego –
- - Emmm….¡YA SÉ!. ¿Hagamos algo inesperado? –
Septum se acerca al hombre con traje, y comienza a desarmarlo:- - Démosle una sorpresa a mis jugadores. El moderador entrará en juego, jejeje. ¡SIIIIII! –
Sepsis y Shock no se opusieron a la propuesta que decidió el seudo jefe. Septum sonreía de la emoción mientras sacaba el cadáver de dentro del especial atuendo.
En la galería comercial san Martín, dos de los pasajeros del autobús ciento catorce se encontraban escondidos en una librería del lugar. Un horrible derramamiento de sangre se había llevado acabo en los pasillos, y para no tomar parte de los caídos, entraron a una de las tiendas, ocultándose en su pequeño almacén:- - Ya no se puede oír ningún grito ni disparo. Tal vez se fueron –
Esto lo decía el que usaba un delantal azul debajo de su chaqueta. El que le respondió fue un hombre muy moreno, con bigote:- - Puede ser…Sólo hay una manera de saberlo –
Temerosamente se acercó a la puerta cerrada de la bodega, el sujeto del bigote. La abrió lentamente, y salio despacio, sin hacer ningún ruido. Ese momento se le hizo una eternidad al aún escondido individuo:- (¿Por qué tiene que pasar esto seis meses después de llegar a trabajar a la ciudad?. Mis padres me decían que los conserjes de colegios no ganaban mucho, pero no los obedecí, y miren donde fui a caer. Tuve que soportar la risa de los niños largos meses, todo para obtener dinero suficiente para vivir. Y ahora, que ya me acostumbraba, pasa esto. Vaya vida he tenido, llena de mala suerte)
Un disparo de pronto es escuchado, despejando la ajetreada mente del conserje. Se habían equivocado, aún los terroristas se hallaban dentro de la galería. Alguien asoma la cabeza por la puerta. Era el tipo moreno:- - Víctor, todavía queda uno que otro asesino, pero creo que podríamos salir. Ven, escapemos de este desastre –
Víctor se levantó, y se disponía a salir de la habitación, cuando un nuevo disparo resuena, haciendo caer al hombre del bigote. Sangre brotaba del orificio formado en el cráneo del recién fallecido individuo:- - Intentando esconderte, bigotudo….ja –
El conserje estaba en una grave situación. El terrorista había acabado con su compañero, y era cuestión de tiempo para sufrir el mismo destino. Necesitaba escapar, por eso se puso a buscar alguna salida. Al mover unas cajas, pudo darse cuenta de una rejilla en la pared, la cual pertenecía al sistema de ventilación de la galería comercial. Rápidamente golpeo la pequeña compuerta metálica, hasta romperla. Los sonidos producidos llamaron la atención del ser fuera del almacén. Víctor dio un gran salto, y se metió en el estrecho ducto del aire. Una vez el maleante entró al cuarto, no encontró a nadie. El conserje había evadido la muerte.
En la galería de restaurantes de la plaza, los dos estudiantes conversadores del autobús yacían ocultos en la cocina de uno de los locales:- - Arturo…..¡ARTURO!. No muevas nada y ven acá –
- - Eres muy ruidoso, Vicente. Sólo quiero ver si hay uno de esos cerca –
- - Te aseguro que los hay –
- - No mientas. Hace ya un rato que no oigo nada de nada….lo decidí. Saldré a los pasillos a ver –
- - ¿Estas loco?. No te dejaré desperdiciar tu vida, amigo –
Vicente se levanta para detener a su camarada de buscar la muerte, pero Arturo salió antes de que pudiera ser parado. El panorama en los corredores de la galería era un mar de cadáveres. Una brisa de mal olor le llegó en la cara a Arturo apenas vio la situación:- (Santo cielos. Y pensar que podríamos haber sido alguno de los del suelo)
- - Oye Arturo. ¿Qué crees que haces?, ¿quieres morir ac…. –
El chico recién salido de su escondite presenció la escena, y quedó estupefacto:- - Estoooo…Arturo, podríamos haber sido nosotros, ¿no? –
- - Si… y todavía podemos serlo –
Ambos muchacho caminaron por los desolados y silenciosos pasillos. Ningún terrorista era escuchado, ni tampoco disparos. Al parecer, ya habían asesinado a todos lo que vieron y se movían del lugar:- - Vicente…si salimos, de seguro nos matan…¿Qué tenemos que hacer? –
- - Todo este sector es de extrema peligrosidad. Lo mejor seria huir, pero si lo hacemos a pie…de seguro nos alcanzan. La opción que nos lleva a la libertad sería la de conducir algún vehiculo –
- - Y no podemos hacerlo, ¿cierto?. No tenemos llave alguna para hacerlos funcionar –
Vicente y Arturo pensaban arduamente, mientras caminaban en cualquier dirección. De repente, al ver por una de las ventanas del lugar, Vicente se percató de la única oportunidad posible:- - ¡ESO ES ARTURO, EL AUTOBÚS! –
- - ¿Autobús?. ¿Te refieres al que nos trajo? –
- - ¡SIIII! -
- - Pero tampoco tenemos la llave de él –
- - Ahí está la suerte. Antes de que huyéramos, el chofer mencionó que no saldría del vehiculo porque era su vida. Entonces, si todavía sigue ahí, eso significa que fue asesinado, y por ende, las llaves están en el propio transporte –
- - ¿Como puedes hablar así de una vida perdida? –
- - Bueno, lo siento mucho por él, pero nos dejó nuestra salida –
Los estudiantes no tenían de otra más que usar el autobús como medio de escape. Una pequeña luz de esperanza volvía a surgir.
Cuando terminó el conteo de Septum, tres de los pasajeros del autobús se habían unido a las demás personas de la plaza. Una mujer delgada y alta, la cual era modelo; un hombre con gafas; y un chico que hacía sonar unas llaves sin parar. Cada uno de ellos cometía el mismo fatal error que el conjunto reunido, esperar una respuesta que no llegaría. Unos disparos pudieron ser oídos en las calles que convergían en la plaza, peligro inminente significaba. Al aparecer unos hombres con trajes y armados, se dieron cuenta de la cruel realidad. Una sinfonía de balas se comenzó a tocar, y con ella, un espectacular rojo teñía todo a su alrededor. Los tres miembros del medio de transporte empezaron a correr a algún lugar seguro. En la huida, el hombre con gafas recibió un disparo en la pierna, cayendo al suelo. El chico le dijo a la mujer que lo agarrara ya que se encontraba al lado, pero está se negó, y siguió corriendo. El tipo afectado imploraba por ayuda, haciendo que el muchacho intentara socorrerlo. Sin embargo no fue lo suficientemente rápido. Una bala se había incrustado en la cabeza del sujeto. Lo sucedido era horrible de ver, tanto que nauseas le dieron al chico:- (¿Por qué pasa esto?. Yo solo quería tener una vida normal y corriente, sin preocupaciones, ni problemas. Nunca busqué el odio ni el amor de nadie. Me conseguí un trabajo de repartidor de pizza sólo para no tener que interaccionar profundamente con la gente. Todo iba mejor de lo que podía pedir…y ahora veo como un hombre que no conozco, pero que me pidió ayuda, murió ante mis ojos, sin que pudiera hacer nada para evitarlo…no entiendo…no hice nada para merecer esto…¿y aún así me pagan con una masacre sin precedentes?)
Un gran monologo interior había surgido en la cabeza del muchacho con las llaves, del cual despertó por un gran grito de una mujer acribillada. Esto hizo que volviera a correr a buscar un lugar seguro. Lo primero que vio al levantarse fue el edificio caracol, y ese sería su objetivo a llegar. Al avanzar, unas cuantas balas impactaron en el suelo, muy cerca de él, apresurando su paso. Un terrorista se dio cuenta del muchacho, y comenzó a seguirlo:- - ¿Donde crees que vas muchachito? –
Ya no podía detenerse, había sido marcado como blanco. El chico zigzagueo entre los autos detenidos para evitar las balas que el asesino disparaba en su contra. Esto fue muy efectivo, quedando ya muy poco para entrar a su meta. Las calles que rodeaban al edificio estaba lleno de terroristas, pero estos estaban distraídos disparando a la gente que intentaba escapar del centro de Concepción, teniendo el pase libre para llegar al caracol. El maleante que seguía al chiquillo le gritaba:- - ¡NO ESCAPARAAAS, JAJAJAJA! –
La puerta estaba a unos pocos metros, y su perseguidor apuntaba hacia él. Unas balas son lanzadas, las que dan en el suelo, y las paredes del edificio. El chico se inclinó un poco antes de llegar ya que le disparaban, pudiendo salir sano y salvo en el trayecto. Ahora tenía que encontrar un lugar para esconderse, y escapar. De esta manera, prosiguió a correr a lo más alto de la estructura, con el terrorista aún siguiéndole y disparándole. Muchas vitrinas se rompían por las balas alrededor del muchacho, quien seguía corriendo sin parar. Gritos y sangre podían ser presenciados en muchos locales, formando una triste canción de agonía. Al llegar al final del camino, se dio cuenta de que se había encerrado. Sin embargo, no estaba dispuesto a darse por vencido, rompiendo la ventana de la última tienda. Para su sorpresa, una escalera de cuerda podía ser divisada, y no tardó nada en usarla para poder alejarse lo más posible del asesino. Se veía luz al final, y quedaba poco para llegar, pero el terrorista halló el camino secreto, y señalando su arma hacia donde el chico se encontraba, gritó:- - ¡JAJAJAJA, QUERIAS HUIR, RATA. LAMENTO DECIRTE QUE HASTA ACÁ HAS LLEGADO! –
Una mano apareció de lo alto, tirando al chico hacia arriba, evitando las balas que el villano había desatado. Al abrir lo ojos, reconoció a su salvador:- - ¡Tú eres el del gran bolso de mi autobús! –
- - ¿Eh? ¡Tú eres el chico de las llaves! –
Ambos pasajeros se identificaron al instante en tan urgente situación. El acompañante de Cástor, el camaleón, sacó un arma del bolso y apuntó hacia abajo de la escalera de cuerda:- - Me alegra su conmovedor reencuentro, pero ahora estamos en una crisis –
Dicho esto, disparó ferozmente contra el terrorista, quien intentaba ascender hasta la posición del pequeño grupo. Cástor y el chico de las llaves sabían que no haría efecto. Solo quedaba una alternativa, bajar de tal alto lugar, y perderlo.
En la catedral del centro, el anciano, el hombre con casco, y la mujer cuarentona, se habían escondido. En un principio, los dos forzados a escapar no paraban de alegar en contra de lo sucedido, pero una vez comenzó la matanza, se dieron cuenta de que no era para nada una broma. Por suerte, habían subido a uno de los lugares que los terroristas no se darían el esfuerzo de ir, una de las cuatro torres secundarias del espectacular templo. La mujer intentaba comunicarse por celular, pero extrañamente ya no había señal. El hombre de casco descansaba en un rincón, y el viejo sacó unos binoculares de uno de sus bolsillos, y comenzó a mirar el panorama:- - Ya decía yo, ya decía yo, que esto no era nada una broma. Completamente horrible, muy horrible. Oh, miren, hay tres de los pasajeros del autobús….no, a uno le dieron…oh, la mujer lo dejó tirado, que horrible. Vamos chico de las llaves, ayúdalo…si, bien hech….no, mataron al de gafas. Corre chico, corre –
La cuarentona no hacía caso de lo que el veterano mencionaba, pero el de casco se levantó e intentó visualizar lo que narraba el anciano:- - Que gran maratón se esta mandando el muchacho de las llaves. Vamos chaval, se que puedes –
- - ¿Y qué le pasó a la otra pasajera, anciano? –
- - Emmm…un terrorista la mató antes de poder entrar a la catedral. Bueno, se lo tenía merecido por dejar tirado al sujeto de las gafas –
- - No digas eso anciano, nadie merece morir –
- - No me llames anciano, cascudo. Soy Artemio Riquelme…respeta a tus mayores –
- - Yo tampoco soy cascudo. Me llamo Ricardo Salas…y respeta a tu salvador –
Luego de un rato intentando comunicarse, sin resultados. La mujer de unió a sus compañeros:- - Caballeros, estamos completamente incomunicados –
No pintaba nada de bien la situación. La única alternativa que quedaba, era esperar a que terminara la matanza, y escapar. De pronto, Artemio les dice a los demás:- - Increíble. Esos terroristas de la azotea se deshicieron de uno de los hombres con trajes sin mover un dedo. Al parecer controlan todo aspecto del juego –
Ricardo, Artemio, y la dama que posteriormente se identificaría como Mariela, terminaron entendiendo que la única opción de salir con vida era ganando el juego que fueron obligados a participar.
El último de los pasajeros del autobús resultó ser una chica que se escondía en el hotel Prat. Ella pensó que sería la mejor forma de evitar a los terroristas, pero el ocultarse en la recepción no fue lo mejor, ya que muchas balas entraban, pasando peligrosamente cerca de ella. Esto la hizo replantearse la situación, llegando a la conclusión de llegar a alguna habitación superior. Al avanzar, nadie podía ser divisado. Al parecer, el propio Septum y compañía se habían deshecho de los habitantes del lugar, no dejando a nadie con vida. Cuando la chica se encontraba en uno de los pisos de al medio, decidió esconderse. Golpeó una de las puertas fuertemente para poder ingresar, pero esto atrajo la atención de alguien que no esperaba ver. La muchacha se dio vuelta, y enfrente de ella se encontraba uno de los seres con trajes. El terrorista puso el cañón en la frente de la intrusa, y apretó el gatillo. Milagrosamente el arma no disparó, haciendo que la chiquilla cayera de lo asustada que estaba. El villano se puso a revisar su fusil, para luego mirar a la temblante mujer, y decir:- - Tienes mucha, mucha, muuuucha suerte mi querida señorita. La suerte no se forma ni se hace, se nace con ella, y tú al parecer tienes bastante. Me inclino ante ti, jejeje. Te has ganado una segunda oportunidad…seguiré, y haré como que nada de esto pasó. Espero que nos volvamos a ver en el futuro, mi mujer con suerte…..¡ah!, casi se me olvidaba. Soy Septum, el anfitrión del juego….no malgaste tu segunda oportunidad, ¿está bien? –
Dicho esto, el temido moderador se perdió en uno de los pasillos del hotel. La chica había quedado totalmente aterrorizada por lo vivido, pero también algo había cambiado en ella. Ya no volvería a ser la de antes jamás.
En el transcurso del juego, de los veintinueve pasajeros que comenzaron en un principio en el autobús ciento catorce, quedan solo diecinueve de ellos vivos, los cuales unos vivirán los horrores de la vida misma, y otros, los placeres ocultos que poseían.FIN CAPÍTULO 5
Capítulo 6: "Salir de una, entrar en otra"
- Spoiler:
- En la azotea del edificio destinado a los diversos clubes del colegio Sagrada alma, se encontraba un hombre recostado con un arma en sus manos:
- (Ese bruto de Ambrosio ya usó sus explosivos modificados. Por lo menos pude eliminar a varios de los que trataron de escapar, dejándonos casi igualados en marcador. Kia, kia, kia, lo siento por ti mi amigo fan de las bombas, pero yo lo veo todo)
El sujeto cambia de posición, apuntando en dirección al edificio de enseñanza básica que tenía los cursos de quinto a octavo:- (Oh, un maestro con sus alumnos refugiados en esa sala. Kia, kia, kia, veamos que hacen los niños cuando pierdan a su guía)
Una bala sale del rifle que usaba el tipo del tejado, impactando en el cráneo del cuidadoso profesor, salpicando su sangre en los niños cercanos:- (Otro blanco perfecto, kia, kia, kia. Miren a esos gusanos asustados. Una delicia para mi vista, aunque falta algo para mi buen deleite………más sangre, kia, kia, kia)
Una ráfaga de balas son disparadas del arma del extasiado individuo, golpeando a todos los niños paralizados. El suelo se teñía de un profundo rojo oscuro, lo que provocaba aún más placer en el francotirador:- - Tomen esto, kia, kia, kia. Comprendan lo cruel que es el mundo y la vida. Déjenme abrirles los ojos, y vean el horror, la angustia, la maldad, las verdades del cual el mundo en donde vivimos está hecho. La felicidad y la esperanza no es más que una mera ilusión de la que deben despertar. ¡DESPIERTEN, KIA, KIA, KIA! –
El arma se detuvo súbitamente. El hombre se había quedado sin balas, pero aún así, seguía viendo por su mira telescópica. Un grupo de terroristas invadían aquel edificio, eliminando a todo civil en él. La sangre volaba y volaba, pintando todo a su alrededor:- - Te equivocas, la vida es sólo felicidad –
Esta frase salió de las espaldas del acostado individuo, quien se dio vuelta inmediatamente. El emisor de estas palabras era una chica de ese colegio, quien tenía una sonrisa desbordante:- - ¿Cómo rayos has subido hasta acá niña? –
- - Intentaba escapar, y sin darme cuenta, estaba en este lugar –
- - Kia, kia, kia, bueno, da igual. Tienes muy mala suerte chiquilla. ¿Unas últimas palabras antes de abrirte los ojos? –
- - ¿Eh?, ¿me vas a matar?. Por favor, no lo hagas, soy muy buena para eso. Te lo suplico –
- - Es muy tarde. Ve la verdad –
El hombre cargó su arma, y apuntó a la chica que se ubicaba en frente. Con una sonrisa en su cara, apretó el gatillo sin titubear. Sin embargo, nada salía:- - ¿Qué rayos? ¿pero si la cargué? –
Al ver de nuevo su rifle, se percató de que estaba cortado por la mitad:- - ¿Cómo y cuándo sucedió esto? –
- - Por favor, no me mates, soy muy débil –
La chica pronunciaba estas palabras muy cerca de él, casi rozándole el rostro. Este movimiento lo desconcertó, haciendo que diera un salto hacia atrás:- - ¿Co-cómo te acercaste tanto? –
El hombre con traje es empujado fuertemente fuera del techo, cayendo al suelo. La estudiante yacía en el borde, mirando hacia el recién caído, con una sonrisa imperturbable, y un cuchillo en su mano. El francotirador ardió como en mucho tiempo no lo había hecho. Lo desafiaron, y se negaba a dejar tal imprudente persona con vida.
En lo alto del edificio caracol, Castor y el chico de las llaves buscaban una manera de bajar, mientras el camaleón le disparaba al terrorista que intentaba subir. En la pared trasera de la estructura, la que apuntaba al colegio sagrada alma, se encontraba una gran escalera que llegaba al suelo. Castor se percató de esto, y les avisó a sus compañeros, quienes rápidamente se acercaron. Si no bajaban de manera fugaz, el asesino los pillaría en pleno descenso, siendo blancos fáciles; pero era la única alternativa, por eso optaron por ella. El primero en descender era el muchacho, seguido de Castor, y finalmente el camaleón, quien colocó el bolso encima de su cabeza. En la calle donde desembocaba la escalera no eran visibles terroristas cercanos, siendo seguro el camino:- - Apúrate chico. Rápido o nos alcanza el asesino –
- - Lo sé. Lo hago lo más veloz que puedo –
- - Ustedes discuten, y soy yo el que está más expuesto al ir último –
Quedaba poco para que llegaran al sucio suelo de la calle, cuando el perseguidor se apareció en lo alto, apuntando su arma contra los escapistas:- - Cobardes, les llegó su final –
Una cantidad alta de balas salieron del arma, pegando en las paredes, en el suelo, y en la mochila del camaleón, la cual usaba para proteger a los demás y a él mismo. Los duros fusiles servían de escudo perfecto, provocando un descenso seguro para los tres. El villano, furioso por lo acontecido, se negaba dejar escapar a sus presas. Por eso, al cargar su arma, se preparó para saltar y seguir con la persecución. Castor y compañía notaron las intenciones del terrorista, y comenzaron a correr en la única dirección en donde no se veía peligro, hacia la calle del banco y el teatro de concepción:- - Castor, muchacho, aquí es cuando me despido –
- - ¿De que hablas camaleón? –
- - Bueno Castor, bien sabes que soy un traficante, y como tal, una vez hecha con la mercancía y caminos para escapar, los ocupo -
- - ¿Eh? –
- - Espero que no mueran chicos. Nos vemos –
Un poco más delante de ellos, cuatro de los terroristas se encontraban matando a un grupo de personas, bloqueando el camino. Castor les indicó a sus colegas que se detuvieran, sin embargo, el camaleón había desaparecido:- - Esto, chico de las llaves, ¿Dónde se fue el camaleón? –
- - No me lo preguntes, me distraje con lo del frente, y al darme cuenta, ya había desaparecido –
- - Jejeje. Al parecer si le hace honor a su apodo –
Ambos hombres no podían seguir ni retroceder por el criminal que los perseguía. La única elección posible era entrar al colegio Sagrada alma y perderlo dentro. Sin ninguna duda corrieron en dirección a la entrada secundaria este del mismo, seguidos de su persistente cazador:- - Chico de las llaves, yo soy Castor, y espero que me ayudes a perderlo –
- - No es momento para esta charla, pero igualmente espero que me ayudes a perderlo. Me llamo Marcelo –
Una extraña conversa se llevaba acabo mientras corrían más y más profundo en las instalaciones de la escuela.
Rebeca y los demás que caminaban por el túnel escondido estaban muy decaídos anímicamente debido a la perdida de Fernanda, Ángel y Scarlet. Sólo podían ser escuchados los sonidos de las pisadas en tal oscuro lugar. Una luz al final podía ser vista, pero no era suficiente para apaciguar las heridas obtenidas por las perdidas. Al llegar a la claridad, se dieron cuenta de que estaban en el almacén subterráneo del gimnasio central, y que una persona las esperaba. Se trataba del profesor con un largo delantal blanco y un cigarro:- - Alcanzaron a escapar del derrumbe ¿no?. Así me gusta alumnos –
Cada estudiante quedó mudo ante las palabras de su maestro:- - ¿Qué sucede? Lograron el rescate de sus amigas, deberían estar felices –
El que respondió y explicó la situación fue Gus:- - Lo siento profesor Foster, pero hemos perdido a tres compañeros –
- - ¿Pierden a tres y se amargan?. Vamos chicos, analicen lo pasado. Más de la mitad del colegio está muerto. Intenten ignorar a los caídos, y sigan combatiendo. Una vez termine todo podrán lamentarse por ellos, pero ahora que sus vidas peligran, no lo creo –
Sonaban muy crueles esas palabras, pero eran verdad. No había tiempo para llorar por otros. El maestro Foster se dio cuenta de que entraban en razón y les dijo:- - Ahora chicos, subamos. Ahí verán su nuevo obstáculo –
En pleno gimnasio se podían contar alrededor de setenta personas. Y al medio del tumulto yacía el director de enseñanza media, Javier Oviedo:- - Ahora sólo esperaremos la ayuda de la policía. Como les dije anteriormente, los llamé antes de que toda esta masacre ocurriera. Esto se solucionará sin más vidas perdidas –
Los diversos alumnos, profesores y conserjes del lugar tenían caras aliviadas al escuchar al superior decir eso. Sin embargo, Rebeca sabía que algo anda mal. Supuestamente el cuartel había sido invadido y destruido. ¿Cómo podrían ayudarles gente muerta?. Necesitaba avisarles a los demás:- - Director Oviedo, gente. Vine en un autobús al colegio, y por cosas del destino, un carabinero también viajaba en él. Gracias a su ayuda pude enterarme que todo el cuartel de la policía había sido destrozado, junto con sus oficiales. Escuchen muy bien, nadie vendrá a ayudarnos. Tenemos que huir de la escuela –
Una cara de espanto era percibida en todo los presentes. El director no se inmutó por la información, y le respondió a la audaz muchacha:- - Eso es mentira mi chiquilla. Saben, en verdad les acabo de mentir. No los llamé antes de que la masacre ocurriera, sino que apenas llegué a este gimnasio, por mi celular. Me respondieron muy amablemente que calmarían lo que estaba ocurriendo en toda la ciudad, incluido el colegio. Por eso, no se preocupen gente, en verdad seremos ayudados –
Algo no encajaba en todo este asunto, pensó Rebeca. Está claro que lo oído en el trasmisor del capitán Martínez era verdad, al igual que la llamada del director, ya que no servía de nada mentir en tal situación:- - Puede que los mismos terroristas atiendan estas llamadas para ver la posición de sus presas. En ese caso, ellos se dirigen a nuestra posición en este instante –
Todos los del grupo recién llegado miraron al que dijo estas palabras. Se trataba de Benjamin Camara, el alumno número uno en todos los exámenes y deportes que realizaba. Rebeca estuvo de acuerdo con la deducción del talentoso estudiante, y les señaló a sus compañeros que la ayudaran a esparcir la información. El director, al ver tal acto, no se quedó callado:- - ¿Qué creen que hacen?. El meternos miedo no nos hará seguirlos. Claramente la policía viene en nuestra ayuda. Salir es un suicidio, y no quiero ver a las personas de mi colegio morir –
Rebeca le iba a responder, pero el profesor Foster la detuvo, y decidió comentar:- - ¿La policía?. Todos sabemos que lo que ocurre va más allá de un problemita que nuestros oficiales podrían solucionar. Terroristas mi gente, terroristas. El quedarnos acá sólo prolongará un poco nuestras vidas, pero tarde o temprano nos encontrarán, y matarán. Tenemos que huir lo más lejos posible del centro de la ciudad para estar a salvo. Yo no pienso quedarme sin hacer nada. Los que valoran sus vidas, síganme. Los demás, salúdenme al diablo –
El maestro se acercó a la puerta del gimnasio y miró a los presentes, esperando ver quien lo seguía. Rebeca y sus tres amigas, junto con Gus y Arnaldo fueron los primeros en ir al lugar del profesor. Después se les unieron Benjamin y Xavier, quien llamó de necesario su acompañamiento para sobrevivir, y negando la inteligencia de su rival, Camara. Finalmente, él último en dirigirse al sector de Foster fue un conserje. El nuevo grupo estaba formado y listo para intentar cruzar los obstáculos.- - Umm... profesor Foster. Como saldremos si el francotirador aún esta en algún lugar ahí afuera –
- - No te preocupes Gus. Antes de que ustedes llegaran, un alumno salió corriendo del gimnasio en dirección al edificio de enseñanza básica para buscar a su hermanita. Y verás, no le dispararon. Al parecer el cazador se alimentó lo suficiente –
Las diez personas salieron de la estructura sin titubear, mientras el director Oviedo decidió ignorarlos, intentando relajar a su grupo de seguidores, sin saber lo que se avecinaba.
En la bóveda del banco, las personas encerradas rebosaban de confianza. Lugar más seguro no había, y sólo tendrían que esperar a que se fueran los maleantes. El pasajero del computador portátil aún seguía usándolo, y la mujer del celular insistía en molestarlo:- - ¿Puedes parar?. El sonido de las teclas me recuerdan a mi trabajo de secretaria, provocándome un estrés innecesario –
- - Pues tápate los oídos –
- - ¿Qué?. Eres un bruto. ¿Dónde está la caballerosidad que tanto presumen? –
- - Puedes guardar silencio mujer –
- - Tengo nombre ¿sabes?, y es Casandra. –
- - …¿Por qué a mí?.... –
De pronto, un sonido de compuerta abriéndose es escuchado. La puerta que era tan segura se había abierto sin previo aviso. Uno de los seres con trajes ignífugos estaba esperándolos afuera:- - Jejeje. En verdad había gente ahí dentro…bueno, como moderador del juego, necesitaba solucionar el problema de lentitud, jejeje –
Una de las personas que trabajaban en el banco, el cual se preocupó de abrir y cerrar la bóveda para los presentes, no entendía como era posible que la pudieran abrir, por eso le preguntó al villano:- - ¿Co-cómo la abriste?. Unos pocos sabían la combinación –
- - Umm… ¿suerte?, jejeje. No, no, no. En verdad….le pedí ayuda a uno de mis amigos. Les informaré que Shock, mi secuaz y colaborador…si, colaborador…soy su jefe. Es un hacker bien, bien, bien, bueno. Sólo le dije que me diera la clave….y lo hizo –
El juego había llegado a su fin. Fueron capturados, y sólo les quedaba esperar las balas que el terrorista les dispararía:- - En verdad me gustó su forma de combatir a los terroristas, por eso los premiaré. Es mi deber como jefe jefazo y moderador. Les daré veinte segundo para salir de acá lo más rápido posible….y sí, me gustan los conteo, jejeje. Ya, ya, sin rodeos. Uuuunooo… -
Cada uno de los presentes salió corriendo de la bóveda. Casandra seguía al sujeto de la computadora, el que ni cuenta se daba del hecho. Cuando Septum terminó de contar el dos, comenzó a disparar como loco:- - Dos por diez…Veinte, jejeje. ¡TERMINÓ EL CONTEEEEO, JEJEJE! –
Muchos cayeron en el tiroteo de Septum, y otros, con los asesinos que los esperaban afuera del banco. Unos pocos lograron escapar con vida, entre los que se encontraban los pasajeros del autobús ciento catorce.
En el edificio de administración y finanzas del colegio Sagrada alma, el rector de la escuela estaba en su despacho, buscando desesperadamente una llave:- (¿Dónde la dejé?. Mi llave a la libertad….¿dónde?)
Los terroristas lograron entrar a una parte del lugar, matando a secretarias y otros trabajadores. Por suerte, no habían llegado aún a la oficina del rector, quien sabía que tarde o temprano lo hallarían:- (Acá no, y acá tampoco…mierda, ¿Dónde está?......espera un momento…no me digas que…)
El rector salió y corrió a las escaleras. Bajó lo más rápido y silencioso posible, para no llamar la atención de alguno de los asesinos. Una vez llegó al piso inferior, se dirigió a una puerta de metal que solía estar cerrada. Giró la manilla y se abrió. Una nueva escalera era necesario bajar al traspasar la entrada. Al terminar su camino, había arribado a una compuerta en el suelo:- - La puta de Matilde tomó la llave….rayos, me hizo perder bastante tiempo, pero bueno, ya estoy acá, ahora a la libertad –
Levantó la compuerta para poder seguir bajando. Sin embargo alguien lo detuvo:- - Échese para atrás. No ve que estamos saliendo –
Una sombra apareció del secreto camino, la cual ayudó a tres más a subir. Era un grupo de cuatro, en donde el rector pudo identificar a su buen amigo:- - ¿Reginaldo? –
- - Creo que no necesito responderte Fausto. Estamos en plena crisis –
Enrico, el capitán Martínez, y Matilde, la secretaria del rector, se mantenían detrás del alcalde Montecinos. Acababan de salir de una grave situación para entrar en otra.FIN CAPÍTULO 6
Última edición por Tales maister el Jue Jul 05, 2012 11:29 pm, editado 13 veces
incesTales- Ninja
-
Mensajes : 286
Fecha de inscripción : 14/04/2012
Edad : 32
Localización : Concepción
estuvo bueno, pero espere mas
muy interesante el capitulo, aunque espere mas, deviste colocar mas accion que es lo que mueve esta historia
alcoserada- Angelus
-
Mensajes : 831
Fecha de inscripción : 14/04/2012
Localización : becerril-cesar-colombia
Hoja de personaje
vida:
(215/215)
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(165/165)
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
Para todos los lectores, subiré mis capítulos los miércoles. Si para ese día ya terminé dos de ellos, los subiré los dos a la vez. En el caso de que sólo tenga uno, sólo subiré uno...y así. Bueno, y eso. Disfruten de la historia
incesTales- Ninja
-
Mensajes : 286
Fecha de inscripción : 14/04/2012
Edad : 32
Localización : Concepción
Exelente
WOW muuyy bueno exelente manejo en los tiempos y en la ilacion de los personajes simplemente sublime
carlos_eduardo- Infante
- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 17/04/2012
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Localización : mexico
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
Primera semana respetando el calendario. Capítulo nuevo el miercoles como prometí. Disfrutenlo
incesTales- Ninja
-
Mensajes : 286
Fecha de inscripción : 14/04/2012
Edad : 32
Localización : Concepción
que bien
bueno no lo e leído pero estoy muy entusiasmado para leer tu 6 capitulo, cada vez tu historia se vuelve mas interesante
alcoserada- Angelus
-
Mensajes : 831
Fecha de inscripción : 14/04/2012
Localización : becerril-cesar-colombia
Hoja de personaje
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(215/215)
mana:
(165/165)
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
Me encanta , espero con ansias el miercoles
Antihero- Sayayin
-
Mensajes : 454
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Edad : 29
Localización : Argentina
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
muy bien si señor me encanta como narras los acontecimientos y la capacidad de llevar varias situaciones diferentes y por fin se comienza a ver algunos cibiles rebelandose siiiiiii en camino para leer el siguiente
chicoanime- Jump Ultimate Star
-
Mensajes : 1185
Fecha de inscripción : 19/04/2012
Edad : 29
Localización : andalucia/españa
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
Genial Me Encanto Todo No Pensé Qe Fueras Tan Bueno ¬¬ Genial Leeré Los Demas ><
akirai- Caballero
- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 08/04/2012
Edad : 27
Localización : Chile xD/Santiago
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
me a gustado la historia como lo llevas, cada vez se vuelbe mas interesante, en todas las ocasiones te imaginas como van las cosas, en verdad impresionas, voy a leer los siguientes tres capitulos
fredy (señormisterio)- Abogado
- Mensajes : 54
Fecha de inscripción : 13/06/2012
Edad : 111
Localización : nepturno
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
Tales , no se como lo haces pero esa forma de redactar y ese suspenso , dios
no tengo palabras xD, de verdad cuando me dijiste que era dificl redactar tenias razon xD
Eres bueno Hermano Seguire leyendo , TE ganaste un
no tengo palabras xD, de verdad cuando me dijiste que era dificl redactar tenias razon xD
Eres bueno Hermano Seguire leyendo , TE ganaste un
Ren- Vampiro
-
Mensajes : 367
Fecha de inscripción : 25/04/2012
Edad : 30
Localización : Neo Life
Re: "Superesse" // Capítulos 4-5-6
Larga Tales, pero suculenta, no por nada te digo Poderoso, en referente a critica, no observe nada mal, asi que no puedo quejarme de nada, seguiré la próxima tanda de capítulos.
Cloud Sullivan- Pirata
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