"1500" - El Detective Maldito. (Capitulo 1)

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El día era como cualquier otro, yo luchaba por mantenerme despierto como de costumbre, muy apenas ponía atención a las clases, pero ciertamente eso no era un problema, y menos ese día, un día donde apenas el viento se movía, un día donde ni los pájaros tenían ganas de cantar, era uno de esos momentos quietos sin nada interesante que contar, uno de los tantos que olvidarías y jamás te volverías a acordar de ellos, o por lo menos eso era lo que yo pensaba hasta que mi amiga de toda la vida, una chica encantadora de cabello corto que llegaba hasta sus hombros de un color rojo tal como el de una manzana, unos ojos hermosos y brillantes y una sonrisa tierna que alegra hasta el más amargado, llego y golpeo mi banca con uno de sus cuadernos para despertarme de mi letargo,
- Emily… ¿ahora que rayos quieres?
Le conteste de forma brusca y sin tener mucho cuidado al escoger mis palabras, después de todo era la única persona a la que le tenia tanta confianza. Ella solo rio como de costumbre y se sentó a mi lado y me dijo, con tanta emoción que pareciera que iba a estallar de la felicidad.
- Has escuchado Daniel, un chico nuevo va venir hoy a la escuela, dicen que viene de intercambio de otro país, me pregunto ¿si hablara nuestro idioma?, ¿No estas emocionado Daniel?
- Y eso ¿Por qué tendría que interesarme?
Le conteste fríamente, no es por ser cruel o hacerme el chico malo que nada le importa, pero es que en verdad no me importaba mucho que un chico nuevo llegara a la escuela, ni que fuera el primero o el ultimo, y la verdad no creo que a ella tampoco le interese mucho, pero eso cambiaria de un momento a otro, apenas aquel chico interrumpiera en el salón, con su cabello rubio desarreglado, una camisa negra y pantalón café, bien acomodado y formal, se paró enfrente de la clase y con sus ojos oscuros y esa mirada que pareciera perdida en el limbo se presentó en voz alta.
- Mi nombre es Cervantes Vega, un gusto conocerlos…
Dijo el chico sin ninguna emoción, no mostraba desinterés y mucho menos interés, sus palabras parecían vacías, como si estuviera ido o incluso muerto, nadie parecía prestarle la más mínima pisca de atención, su personalidad era completamente ida, pero a mí en lo particular había algo que me parecía muy sospechoso, había algo que me daba mala espina, pero en ese momento algo en verdad extraño sucedió apenas el chico tomara asiento a una bancas de la mía y la de Emily quien sentaba a mi lado, no pasaron ni un par de segundos cuando Emily empezó a temblar y luchaba por contener sus lágrimas, pequeños sollozos salían de su boca y su cara no expresaba otra cosa más que terror, de inmediato me levante y pedí permiso para llevar a Emily a la enfermería, era lo único que se me ocurría en aquel entonces.
Ya en la enfermería , Emily se había tranquilizado y sus lágrimas ya solo e encontraba secas en sus mejillas, apenas ella se tranquilizó y volvió en si me abrazo fuertemente y aun con la voz quebrada me dijo.
- Daniel, por favor prométeme que no te vas a acercar a ese chico nuevo, no se el por qué pero apenas lo vi sentí algo horrible, además aquel olor…. El huele exactamente aquel olor.
- Calmada, Calmada, no pasa nada, te prometo que no me acercare a él ¿está bien?
Intente hablar lo más calmado y tranquilizador que pude, después de todo ese olor, solo podría referirse, al olor que tuvo que soportar ya hace 5 años atrás, cuando ella apenas tenía 12 años y regreso ese trágico día de la escuela, solo para ser recibida por el olor más pútrido y nauseabundo que pudieras imaginar, un olor más asqueroso que el de cualquier comida echada a perder pero a su vez ese olor tenía cierta esencia que haría que la piel de cualquiera se erizara a apenas respirarlo, era el olor a la muerte misma el olor de cuerpos echados a perder, pero no cualquier cuerpo si no los cuerpos de sus padres, que yacían tirados en el piso de la cocina mientras que los insectos y demás alimañas devoraban su carne, la policía dijo que esos cuerpos tenían semanas de muertos, pero eso era imposible ella había hablado con ellos esa misma mañana, e incluso ella llego a ser considerada la principal sospechosa del crimen, pero al final el caso fue declarado como incompleto y archivado, desde ese día ella vive con sus tíos, y siempre aparenta una sonrisa y cara alegre aunque yo sé que por dentro no puede ni con su alma.
El día paso con total normalidad, hasta que llego la clase de gimnasia, al momento de que el timbre sonó todos nos dirigimos hacia el gimnasio de la escuela , ese edificio es el orgullo de la escuela, con una instalación capas de soportar 15 deportes diferentes desde Futbol hasta tenis, el cual siempre estaba acondicionado a la temperatura fija de 23° C. ciertamente si era un lugar impresionante, pero al entrar nos topamos con una acalorada discusión entre el amo del Gimnasio el profesor Hernández, y lo que pareciera ser uno de los tanto padres de familia.
- ¿Cómo es posible que haya reprobado a mi hijo? – indago el señor bastante enojado, gritando directamente a la cara del profesor.
- Cálmese Señor Fuentes, su hijo tuvo lo que merecía.
- ¿Cómo que lo que merecía?, ¿Qué está loco? , sabe lo que ese 4 le ara al promedio de mi hijo
- No me interesa el promedio de su hijo, el me falto al respeto y obtuvo lo que merecía
- Sabe esto no se va a quedar así, va a ver hijo de…
El hombre no pudo terminar insulto, para cuando un chico sin duda su hijo se le acercó y le coloco la mano en el hombro al señor .
- Papa, por favor déjalo ya.
El señor se contuvo un momento y respiro fuertemente y se alejó del profesor lentamente, mientras su hijo lo seguía, el profesor era un hombre imponente de grandes músculos, y una piel bronceada , era alto de 1.90m y de cabello corto. En ese momento no me había percatado, que la Directora una hermosa mujer de cabello castaño y lentes, había estado siempre sentada en el fondo del gimnasio, ella se acerco con un sexy balanceo de caderas hacia el profesor y jugueteando con sus dedos acaricio su hombro,
- Muy bien mi amor, entonces quedamos para cenar esta noche. – dijo nuestra hermosa directora en tono coqueto al profesor.
- Claro mi vida ¿en el restaurante de siempre?
- EL Davy´s suena genial.
- Bueno entonces está decidido
- Bien esperare el momento con mucho entusiasmo.
Apenas terminara de hablar la directora, la puerta se abrió fuerte mente era el profesor de arte, el Profesor Roberto Fernández, era un hombre de cabellera castaña y lentes de cara amable y gentil, era el tipo de profesor que jamás le grita a sus alumnos pero que todos respetan por su amabilidad y buenas convicciones, era el típico profesor rebelde que siempre se oponía a todo aquello que consideraba incorrecto. El Profesor Fernández camino directamente hasta el Profesor Hernández y le dijo con voz firme aun que aun con la sonrisa amable.
- Profesor, ya me he enterado que reprobó a Guillermo Fuentes, solo porque le dijo, que era muy agresivo
- Y eso a ti ¿Qué te importa? Cabeza de mierda – dijo el afamado entrenador cada ves subiendo mas la voz.
- Por favor seamos civilizados, o es que eso es demasiado para alguien de su capacidad mental.
- Ahora si veras, te voy a enseñar mi capacidad mental – la ira en su palabras era inminente, era obvio que no lo soportaba.
El Profesor Hernández ya había levantado el puño, cuando la directora intervino poniéndole la mano en su puño y dándole un delicado beso en los labios.
- Calma mi vida, que no es nada – después de decir eso la directora se voltio a ver al profesor Fernández y le dijo – Profesor, por favor acompáñeme.
La Directora extendió su mano y ella y el profesor Fernández fueron a la esquina del gimnasio a hablar, apenas la directora se alejara el teléfono celular del Entrenador Hernández sonó, con ese extraña canción de hace 20 años, que solo él conoce.
- Hola… Si claro yo también lo espero…. Mañana será…. Yo también he incluso más que tu… como podría mentirte con algo así claro que es verdad… Cuídate nos vemos mañana en la noche.
El Profesor colgó, para volver a ser interrumpido, por otro miembro de la escuela, era el Subdirector Cascadas, un hombre viejo de unos 70 años, apasionado de la educación, un maestro ejemplar sin duda.
- Tiene un minuto Profesor - dijo el Subdirector.
- Para usted siempre
- Pues vera – el subdirector hiso una pausa y luego siguió – mejor venga para acá esto no lo pueden escuchar los alumnos.
El Subdirector se llevó al entrenador al fondo del gimnasio, y aun que no pude oír que decían por la cara de enojo del profesor Hernández , supuse que no sería nada bueno. Cuando terminaron de hablar el profesor volvió a incorporarse a la clase aunque su mirada ahora era sumamente decaída y de decepción, la Directora se acercó a su novio y lo abrazo.
- Mi vida, deja te guardo tus cosas que ya está por comenzar tu clase
- Claro mi vida.
La directora tomo la cartera y el celular del profesor y lo coloco en un buro donde los profesores acostumbraban dejar lo que les molestaba, después se acerco al profesor Hernández y le dio un pequeño beso después de despedirse para simple mente salir del gimnasio, cuando la Directora salió Emily se acercó a mí y me dijo.
- La directora es demasiado linda ese patán no se la merece.
- Bueno no es como si existieran las parejas perfectas.
- Claro que existen, es cuando el verdadero amor florece entre dos personas que en verdad se aman.
- Entonces dices que el Hombre no ama a la directora.
- Claro que no ese tonto solo se ama a si mismo.
En ese momento el profesor Hernández nos callo con un fuerte grito nos dijo.
- Muy bien Jóvenes vamos a comenzar.
El entrenador empezó a caminar hacia el estante donde se guardaba el material de los deportes, como raquetas, balones, cascos, bates, y claro espadas de esgrimas las cueles el acostumbraba agarrar y agitar durante todo la clase para amansarnos.
- Enserio cree que asusta a alguien con esa espada, es idiota ese sujeto. – me dijo Emily en voz baja.
- Valla en verdad te caí mal Emily
- Si, lo detesto.
El profesor tomo la espada de esgrima, pero a apenas alzarla, toda la luz del gimnasio se fue, y los clásicos gritos empezaron a sonar, hasta que el profesor los callara. Durante unos momentos todo estuvo en silencio y solo el aire acondicionado el cual funcionaba con una fuerte alterna se escuchaba, hasta que la horrible canción, que el profesor tenia como tono en su celular rompió el silencio, el entrenador soltó la espada en el piso y camino hasta el ropero para coger su celular de inmediato empezaron los susurros por todo el gimnasio. Mientras el profesor hablaba por el móvil.
- Hola… vaya que sorpresa… pudiste haber caminado… bueno siempre es bueno escuchar…
Todo ruido en el gimnasio fue callado de golpe, al oír el sonido de un disparo dentro del gimnasio, nadie pudo ver nada todo estaba demasiado oscuro, solo pudimos oír algo que caía en el piso, seguido de unos pequeños jadeos que cesarían rápidamente, cuando la luz regreso de golpe, antes de que mis ojos se recuperaran del cambio, el grito de Emily me hiso saltar, pero en los pocos segundos mas y mas gritos tanto de chicas como de chicos empezaron a sonar, cuando logre recuperar la visión vi el cuerpo del profesor, tendido sobre un charco de sangre en el piso, con una pistola de mano en sus pies. Mientras que el chico nuevo de quien ya casi me había olvidado, observaba la lamentable escena mientras una lagrima caía de su mejilla.
El tiempo paso rápidamente después de eso, Emily yacía en una esquina llorando desconsoladamente mientras repetía lo mismo una y otra ves entre horribles sollozos .
- Si me caía mal, pero no es para que muriera, no es como si lo odiara, por mi culpa es que ha muerto, yo le he deseado la muerte.
No importaba lo que le digiera ella no parecía calmarse, yo simplemente permanecí estático pegado a la pared incrédulo de lo que pasaba hasta que llego la policía, el oficial a cargo era un novato un joven de no mas de 25 años, de cabello corto y una mirada que parecía de imbécil, todo lo exaltaba hasta el simple echo de ver la pistola en el piso, iniciaron a interrogarnos entonces todos dijeron lo mismo, La luz se apago, después el teléfono del Profesor sonó, el contesto y después se holló el disparo , cuando la luces volvieron el ya estaba muerto. Después de oír todas las declaraciones volteo a ver la escena del crimen y conteniendo las ganas de vomitar pensó unos segundos y luego grito eufórico el oficial.
- Yo el gran Oficial Alejandro Advera a resuelto este caso, el asesino apago el interruptor después entro al gimnasio, disparo y salió corriendo, dejando tirada la pistola, así que cierren las calles el asesino no puede estar lejos.
Antes siquiera que los Policías pudieran moverse fueron interrumpidos por una voz, que venía de uno de los estudiantes, aun que no era cualquier estudiante sino el chico nuevo que recién había llegado quien dijo en voz alta.
- Eso no es necesario, no sé si lo noto pero este gimnasio está siempre prendido el aire acondicionado, cuando una habitación completamente sellada tiene clima artificial crea una especie de succión en puertas y ventanas, las cuales provocan que al abrirse hagan un fuerte viento y un gran ruido imposible que nadie en el gimnasio no lo haya escuchado, esto quiere decir que el Asesino sigue todavía aquí.
- Pero la luz se fue el aire de seguro se apago. – Contesto el inspector un tanto enojado por el descaro del chico.
- No, aun cuando se había ido la luz, el aire seguía sonando, y si no me equivoco ese aire funciona con una fuente alterna.
Otra voz intervino en ese momento era el subdirector quien había permanecido todo el tiempo sentado al fondo del Gimnasio.
- Así es inspector es tal como el muchachito dice.
- De ser así creo que el asesino tiene que ser…
El inspector quedo divagando perdido en sus pensamientos, de repente todo quedo en un silencio sepulcral, solo los llantos a la distancia se lograban escuchar pero aquel chico cervantes, parecía completamente concentrado en el cadáver, observa atentamente el celular del profesor tirado en el piso, el hoyo en su garganta provocada por la bala y la pistola tirada justo enfrente del estante donde ase unos momentos estaban sus pertenencias.
Cervantes camino hacia el estante y lo observo detenidamente pensando, después tomo del estante lo que parecía ser una liga de goma y un pequeño tubo de metal de unos 10 cm de largo y no mas de medio centímetro de diámetro, su mirada parecía perdida absorbida en su totalidad, hasta que un grito inundo la habitación, era la directora, quien entraba llorando desconsolada en el gimnasio y a pesar que los policías intentaron detener a la desconsolada mujer no tuvieron excito y esta se incoó frente al cadáver de su amado, con los ojos rojos y el corazón destrozada, su maquillaje siempre perfecto ahora cubría toda su cara, y no fue sino hasta que el inspector Alejandro interrumpió su llanto jalando bruscamente su hombro, y gritándole en el oído.
- ¿pero quien carajos es usted?
La directora calmo sus lagrimas, y con la voz quebrada y la mirada ida le contesto.
- Esto… esto… soy la directora Sofía Bretaña oficial, la novia del profesor.
- O ya veo entonces usted es la señorita Bretaña, bien.
El silencio volvió a la sala, los ojos perdidos de la directora miraban al piso mientras, el inspector murmuraba unas palabras en voz baja, para después pegar un gran grito,
- ¡Ya se quien es el asesino!
Todos nos lo quedamos viendo, excepto Cervantes quien seguía completamente ido en su mundo.
- El asesino es usted, Señorita Bretaña, usted sabía como funciona el gimnasio, un hubiera sido difícil para usted apagar la luz, entrar y matar al profesor.
Todos nos quedamos perdidos, ¿que había dicho?, sus palabras parecían vagas y carentes de todo sentido, nadie dijo nada por un par de segundos, hasta que el chico nuevo volvió a intervenir con una pequeña risa entre los dientes.
- Y usted se hace llamar inspector, por favor, no tiene ni la mas mínima prueba de lo que dice, y además ya le dije nadie entro al gimnasio y la señorita directora ya había salido del edificio para cuando se cometió el crimen.
El inspector se quedo mirando con ojos de rabia al joven muchacho, no sabría decirles si lo tomaba enserio o simplemente lo odiaba por metiche pero justo cuando estaba a punto de empezar le a gritar otra ves la directora intervino.
- Como se atreve a decir algo así, yo estaba hablando con el conserje cuando esta cosa… - su voz era pequeña y quebrada muy tímida al momento de elegir sus palabras.
- ¿Qué estaba hablando con el conserje? – su voz solo podría representar confusión y más con esos ojos abiertos de par en par, para hacer un cambio brusco devuelta a su faceta histérica – y ¿Cómo rayos sé que no está mintiendo?
- Valla y pregunte le si no me cree
- Eso hare señorita o debo decir asesina.
El inspector con todo confianza mando a sus hombres a buscar al conserje, cuando este por fin llego, era un hombre viejo de unos 60 años, de cara soñolienta y cabello y barba blanca como las nubes, usaba su trapeador como bastón para caminar hasta donde estaba el policía, su overol azul de mezclilla crujía al caminar.
- Me mando a llamar señor.
- Así es señor, ¿es verdad que usted estaba hablando con esta mujer a las horas del atentado?
- Me temo que si ella me estaba regañando, por no haber limpiado los baños esta mañana, de todas formas ya me jubilo la semana que viene
- ¿esta seguro? – la confianza del inspector había desaparecido de golpe.
- Claro señor, seré viejo mas no idiota, gracias a dios.
La cara del inspector se lleno de furia sus ojos se exaltaban y sus dientes rechinaban.
- Y ¿Cómo se que no es usted su cómplice? – dijo el inspector con un gran grito y desesperación.
- Tendrá que creernos señor, pero además que razón tendríamos para matar a tan pobre hombre.
- Razón, ¿Razón?, a si es cierto se me había olvidado que el criminal tenia que tener una razón.
No pude evitar caerme de espaldas ante las palabras de este sujeto, en ese instante Emily quien aparentemente ya había recuperado la compostura se me acerco, y me susurro en el oído.
- En verdad crees que ese tipo es oficial de policía.
- No lo se yo también comienzo a tener mis dudas sobre el – una pequeña risa salieron de mi boca mas que nada para esconder la pen ajena.
- Ya me estoy desesperando Daniel ya quiero ir a mi casa. – su voz comenzaba a romperse de nuevo.
- Calmada ya veras como todo se resuelve pronto.
- ¿con el a cargo? – dijo Emily mientras señalaba al inspector quien reía histéricamente frente a unos de sus hombres.
- Bueno tal ves tengas razón aunque – entonces empecé a voltear para todos lados en busca de algo que evitara las lagrimas de Emily – ve Cervantes tal ves con el no estemos del todo mal.
- ¿Por qué lo dices?
- Solo míralo, esta buscando algo ¿no?.
Por alguna razón esas palabras me habían parecido perfectas en aquel momento, mientras que Cervantes revisaba la espada de esgrima que el profesor había dejado tirada en el piso esta tenia un pequeño hilo blanco atado al mango el cual salía del edificio a través de un respiradero.
Dentro de unos minutos el inspector que había escuchado de las peleas que el profesor había tenido antes de su muerte, y vasado en la ridícula excusa que tenían un motivo mando a llamar al profesor Fernández y el Señor Fuentes, para interrogarlos.
- Profesor Fernández y señor Fuentes, si estos jóvenes de aquí no mienten ustedes dos pelearon con el profesor Hernández ates de su muerte ¿verdad? – dijo el incrédulo inspector con la confianza completamente recuperada.
- Yo apenas y lo conozco, si peleamos pero no era para matarlo – exclamo el señor fuentes completamente angustiado.
- Yo solo estaba defendiendo al hijo del señor fuentes no me gusta que se comentan injusticias en la escuela – dijo Fernández completamente indignado
Ambos se sentían ofendidos por la declaración del inspector, y aun que no le tenga ni una pisca de confianza a ese tipo, debo admitir que la pelea había sucedido, y que la posibilidad de que ellos fueron los asesinos era real.
- No son motivos suficientes para asesinar a alguien ¿no le parece?
Dijo El profesor, mientras colocaba su mano en el pecho y se abalanzaba sobre el inspector y pareciera que iba a volver a hablar cuando el subdirector intervino.
- Pero de que hablas Roberto, si tu y el profesor Hernández eran enemigos jurados, no había junta donde tu y el profesor no reñían cara a cara, me atrevería a decir que su odio era mutuo, en cuanto a usted señor Fuentes, si no me fallan los chismes el profesor Hernández, la traía contra usted, si no mas me equivoco el profesor Hernández choco su auto dejándolo completamente destruido y gracias al accidente su esposa estuvo hospitalizada un año entero mientras el profesor se negó completamente a pagarle .
Las palabras del subdirector eran claras y reales, eran cosas que todos los alumnos sabían, si de alguien se hablaba mal en esta escuela era del profesor Hernández en paz descanse. No paso ni una milésima de segundo para cuando el profesor Fernández ya había contestado a las palabras hostiles del viejo.
- Y ¿Qué me dice de usted señor subdirector? Si alguien odiaba al profesor Hernández era usted, a quien el había estafado con un supuesto préstamo de mas de 100 000 pesos, motivo por el cual ya casi pierde su casa, Subdirector.
El profesor podrá ser muy buen maestro, y lo que quieras, pero nadie niega que sus palabras siempre están llenas de un ego enorme aun que en esta ocasión creo que exageraba. La risa del inspector corto el crudo ambiente para después decir mientras señalaba a los 3 hombres.
- Así que los posibles asesinos, son ustedes 3, el profesor Roberto Fernández, el licenciado Juan Fuentes y el Subdirector Damián Cortez, este caso está cerca de su fin.
Los 3 hombres contestaron al unísono, dando razones por las cuales ellos creían que los exoneraban de toda culpa, el subdirector dijo que era demasiado viejo para disparar un arma pero todos lo habíamos visto cargar cajas pesadas en el pasado así que un anciano decrepito no era, el profesor Fernández dijo que él se encontraba dando clases en ese momento aunque después de preguntarle a sus alumnos ellos dijeron que él había salido del salón más o menos a la hora de la muerte y regresado poco después y por último el Señor Fuentes quien dijo que él ya se encontraba rumbo a su casa durante el asesinato, aunque no tiene nada que respalde sus palabras, todo el ambiente se quedó completamente en silencio, y Cervantes seguía caminado de un lado a otro, y aun no se en que momento ni por qué razón me puse a observar el lugar donde había estado el cuerpo sin vida del profesor, la silueta blanca en el piso me provocaba cierto escalofrió pero aun así miraba atentamente, algo dentro de mi hacia que mi sangre hirviera debo admitir que por alguna razón me sentía excitado por el caso, la emoción de buscar la verdad era algo completamente nuevo para mi y debo admitir que me estaba gustando.
Ya había pasado mas de 2 horas encerrados dentro del gimnasio, todos ya estaba desesperados y querían salir y olvidar esto lo mas rápido posible pero el inspector se negaba rotundamente en dejar salir a alguien del lugar. Para ese entonces yo ya había examinado con la vista casi todo el lugar en busca de algo que realmente no sabia que era.
- Que extraño – exclame en voz baja.
No creí que alguien me hubiera escuchado, pero me equivoque, cervantes se acercó por mi espalda y me pregunto hablándome sobre el hombro.
- ¿Qué es tan extraño, si se puede saber?
- El mango de la pistola esta completamente mojado y además justo enfrente del estante como a la altura del cuello del profesor hay varios hoyos en la pared y me preguntaba ¿Por qué?
- Eso es estupendo – su cara había cambiado completamente, su voz y su expresión no reflejaban nada mas que alegría, pura y vana alegría tal como la que tiene un niño cuando gana un juego.
Cervantes corrió a la pared y toco los hoyos para llenar sus dedos de una especie de polvo negro, cervantes camino hasta el templete al fondo del gimnasio, conecto el micrófono y dijo a través del alto parlante todo con una sonrisa en su rostro.
- Ya he resuelto este caso ya se quien y como fue asesinado el profesor Hernández.
El inspector ya iba a detener el show que cervantes, estaba empezando pero fue detenido por el subdirector quien le dijo.
- Vamos a ver que tiene que decir, ¿esta bien?
El inspector resistió su impulso de detenerlo de mala gana y todos nos pusimos a escucharlo.


Cervantes tomo el micrófono y comenzó su discurso siempre con esa picara sonrisa en el rostro y esa mirada decisiva e incluso con cierta alegría en sus palabras que incluso nadie creyera que esta hablando de un asesinato, todo lo contrario a lo que habíamos visto esta mañana.
- Primero que nada, permítanme decirles como fue cometido el crimen por favor, este horrible acto fue planeado desde hace días, incluso semanas atrás, todo esta artimaña comienza en esa espada de esgrima, si la ven con atención tiene un pequeño hilo blanco atado al mango que va hacia afuera del edificio por el ducto de ventilación colocado al ras del piso, si van al otro extremo de seguro verán que esta atado al interruptor general de la luz, entonces cualquiera que conociera al profesor sabría que el siempre toma esa espada antes de sus clases, entonces seria simple hacer que el mismo apagara la luz al jalar del hilo inconsciente mente, después viene algo muy importante justo después de que las luces fueran apagadas, el celular del profesor sonara…
- ¿Eso que tiene que ver pudo haber sonado cualquiera y seria difícil saber si en verdad era el suyo en la oscuridad? – interrumpió el inspector, intentando tirar la confianza del joven.
- No, el celular del profesor tiene un tono muy peculiar fácil de reconocer, y si me permiten continuar, el profesor camino a responder la llamada, el contesto y comenzó a hablar parado justo enfrente de la repisa, en la cual justo en escondida en el fondo se encontraba el arma la cual había sido preparada cuidadosamente, si ven el arma verán que el mango esta mojado y además en el estante podrán encontrar una liga y un pequeño tubo de metal, el asesino coloco un hielo entre el gatillo del arma y el mango, después paso la varilla de metal por donde irían los dedos, para después colocar la liga atada a ambos extremos de la barra y después colocar la parte central de la liga detrás del mango, de esta forma la varilla ejercería la fuerza suficiente para disparar el arma pero eso no seria así, al derretirse el hielo en ese momento el arma se dispararía sin necesidad que el asesino estuviera en el lugar del atentado.
- Eso es ridículo pequeño mocoso, si es así explícame los 2 problemas fundamentales con tu teoría “A” ¿Cómo es que el asesino sabia donde iba a estar la victima? Y “B” ¿Cómo controlo el tiempo que iba tardar en derretirse el hielo? - grito el inspector, desesperado por callar al joven detective.
- Dos preguntas muy buenas señor, y encantado se las resolveré primero que nada el asesino controlo sus movimientos a través de su celular, el coloco el celular en el lugar justo para cuando él lo llamar solo tuviera que entretenerlo hasta que la bala fulminara su vida, y segunda si observa la pared vera varios agujeros en la pared, perdón agujero es un termino muy tosco el correcto seria, impactos de bala si observa detenidamente verán las balas incrustadas estoy , estoy seguro que el asesino estuvo haciendo varias pruebas antes, para ver la altura y el tiempo que tardaría en derretirse el hielo ya que este siempre seria el mismo ya que el gimnasio siempre esta a la misma temperatura, y si analizan las balas verán que son de la misma arma y eso demostrara que tengo razón, ya que nosotros solo escuchamos un disparo y por la cantidad de impactos, debieron ser como 9 no les parece.
- Maldito mocoso – el inspector estaba en su limite, había perdido ante el joven.
- Ahora por todo lo que he dicho podemos deducir las siguientes cosas del asesino, uno, la pistola tubo que ser colocada minutos antes del asesinato así que eso reduce los sospechosos solo a los que tuvieron en el gimnasio antes del asesinato, dos, el asesino tiene que tener acceso directo al gimnasio para poder a ver preparado este truco eso elimina al señor Fuentes de la lista, tercero, y tal ves mas importantes si deducimos que el asesino controlo la ubicación de la victima a través de una llamada es obvio decir que quien hiso esa llamada es el asesino, y si tomamos sus ultimas palabras podremos deducir quien es “Hola… vaya que sorpresa… pudiste haber caminado… bueno siempre es bueno escuchar…” esa no es la forma de hablarle una persona que odias, o alguien con quien no tienes para nada una buena relación, y con eso eliminamos al Subdirector y al profesor Fernández.
- Y bien chico listo ya eliminaste a todos los sospechosos, ahora quien es el asesino ¿un fantasma? – la confianza del inspector había vuelto de golpe ante lo que el pensaba que era un error critico de cervantes.
- No señor, puedo asegurarles que el asesino esta mas vivo que nadie, no es así ¿señorita directora?
- Pero ¡¿que estas diciendo?! - grito histérica la directora quien parecía estar bastante molesta en este momento.
- O no me diga ¿que no se dio cuenta que dejo 2 pistas claves que la delatan bruscamente?
- ¿pistas clave? – contesto la directora todo confundida
- Así es 2 pistas clave, primero, usted fue quien coloco las pertenencias del profesor en la estantería, segundo, y sin duda la mas relevante si simplemente revisamos el teléfono veremos que la ultima llamada recibida es ¡suya!
Todos quedamos en completo silencio, nadie dijo nada ni el inspector, ni si quiera la directora, hasta que ella se desplomara sobre el piso hincada completamente sumergida en llanto, cuando esta empezó a hablar.
- Yo lo amaba en verdad lo amaba, pero ese bastardo, hace 2 semanas cunado fui a su casa lo vi besándose con otra mujer, pero esa no fue la razón por lo que hice todo esto, justo cuando estaba por marcharme lo escuche decirle a su acompañante, que por fin había encontrado la manera de solucionar todos sus problemas económicos, el me pediría que se casara conmigo y una ves casados quemaría la casa conmigo adentro para de esta forma cobrar ambos seguros, pero no fue si no hasta dos días después que se me declaro que decidí matarlo ase maldito infeliz… - después de eso solo fue llanto, nada mas que el angustioso y temeroso llanto de una mujer, la cual en unos pocos días había perdido todo lo que quería pero aun así nada justifica arrebatar, la vida de alguien, que sin importar quien hará que muchos lloren amargamente.
El inspector nos dejo ir a los pocos minutos, y todo parecía que volvía a su curso normal. Yo hablaba con Emily en la entrada del gimnasio, mientras todos salían del lugar.
- Aun no puedo creerlo, que la hermosa directora haya sido capas de algo así – dijo Emily sin duda su voz se oía débil pero ciertamente reconfortada.
- Nadie sabe de lo que es capas de hacer cuando siente que su vida corre peligro, ella solo fue victima del temor, odio y de una justicia imparcial que castiga a todos que solo mira el como pero jamás el por que.
Mi pequeña platica fue interrumpida cuando pude sentir a Cervantes salir rápidamente del gimnasio, corriendo mientras sostenía sus lagrimas con el brazo le dije a Emily que hay volvía y salí corriendo tras el chico, cuando por fin lo alcance el contemplaba el gran cielo azul que se mostraba en plenitud mientras sus lagrimas escurrían por su cara.
- Fue sorprendente lo que hiciste haya adentro, en verdad quede impresionado – por alguna razón el chico que había enfrentado a toda la policía y resuelto brillantemente el caso ahora se encontraba llorando y solo quería animarlo aun que sea un poco.
- Es lo menos que podía hacer, después de todo esto a sido culpa mía.
Sus ojos me miraron fijamente mientras decía esas palabras sus ojos no revelaban tristeza si no un temor absoluta y una incontenible sed de sangre.

Solo por el título y me vinieron ganas de leerlo... Pero ¡Es muy largo! Suerte que has dejado un .pdf! Me lo descargo y ya te diré que me ha parecido!

SATHOXA escribió:

Notable, leí las 13 paginas, creo que eres un gran talento, ya que relatas espléndidamente, usando mucho vocabulario y el entorno como en los libros de misterio, me encanto el detective es muy extraño llorón y perspicaz..........
**********

Sathoxa que genial que te haya gustado , pero tal ves deberías cambiar parte de tu mensaje a espoiler, ya que ya estas diciendo al asesino D_D

Spoiler:

[quote]Solo por el título y me vinieron ganas de leerlo... Pero ¡Es muy largo! Suerte que has dejado un .pdf! Me lo descargo y ya te diré que me ha parecido! [/qoute]

Genial espero que lo disfrutes a y si te da flojera por que no escuchas el Podcast que deje colgado

Está geniaal!!, realmente me encantó!. Tienes mucho talento, y eres muy bueno a la hora de narrar. Se nota que te gusta y has leido sobre ello antes de hacer tu historia. La gente cuando escribe, tiende a usar o modificar un poco a su entojo, las cosas que a idos aprendiendo, antes de escribir uno propio. ^^ Me gustó mucho, algo larga xD pero entretenida y nada aburrida A mi tambien me gusta el misterio, por lo que, lo encontré muy bueno.

Sigue así! ^^

YAY me gusto mucho *o* esta muy interesante, y tiene suspenso y tambien gore **me encanta el gore OwO** ¡sigue asi!

PSDT: :O yo me llamo Emily :O xD

vaya porfin leo tu historia jeje(o mas bien la escucho) me ha gustado bastante la trama y aunke es cierto lo ke dice magnifico ya ke ami no me gusta mucho el mexicano encontre el podcast algo pesado pero aun asi me gusto

en simples palabras muy buena historia sige asi

BUena historia, y tu narracion fue bien planeada. sigue asi