Klosfernia! - Capitulo 04: ¡Escape!

Dos guardias estaban buscando en una repisa lleno de botellas de cristal, al parecer eran medicamentos.
-- ¿Lo habéis encontrado ya, me duele mucho! - dijo Joseph atrás casi pegado a la puerta cerrada.
-- Que raro... juraría que esas malditas pastillas estaban aquí - dijo un guardia
Entonces se escucho como un ¡CLICK! y las esposas de Joseph cayeron al suelo, los guardias voltearon la cabeza para saber que estaba pasando pero...
¡PLUUUF! Joseph cogió las cabezas de los guardias con sus manos y las estrello contra la repisa rompiendo todos los frascos. Los guardias ante eso cayeron inconsciente al suelo.
Entonces Joseph rebusco entre un guardia y encontró una tarjeta magnética, lo paso por un mecanismo al lado de la puerta y está se abrió.
Al otro lado estaba Basil esperándolo con las llaves a distancia en una mano sonriendo
-- ¡Yo! - saludo Joseph - ¡justo como dijo Bruth!
-- ¡Si, venga vamos!
-- ¡Ok!
Y tras decir esto salieron los 2 corriendo por el pasillo

-- ¿¡Qué!? ¿¡Una fuga!? - dijo Edgar
-- ¡Sí! Parece ser que varios soldados cayeron inconscientes y cuando despertaron, algunos presos se habían fugado - dijo un soldado - Hay 4 fugados, entre ellos esta el ex-carcelero Bruth
-- Si, solo son 4 don nadies con ustedes serán suficientes - dijo Edgar de mala manera
Entonces en la misma sala apareció una mujer
-- he escuchado que unos de los fugados es ese crío que cogieron ayer que estaba contigo
-- ¿¡Qué!? - dijo Edgar poniéndose en pie - Jejeje, ya veo, esto se pone interesante

Bruth y Jaude estaban corriendo por un pasillo
-- Seguiremos el plan e iremos a la sala de mandos, puede que la chica que buscas este allí - dijo Bruth
-- ¡Sí! - contestó Jaude
Entonces Bruth miro a Jaude
-- Hey, mocoso ¿porque te importa tanto esa chica?
-- No lo puedo decir con palabras, pero...
Jaude recordó como encontro la cápsula y la tocó y apareció una chica con una piel blanca
-- ... siento que debo protegerla - concluyó Jaude
-- ¡Je! Aún eres muy joven y dices esas cosas...
-- ¿¡Tienes algún problema!? - se quejó Jaude
-- No, todo lo contrario. A decir verdad, me recuerdas a mi antiguo yo... - dijo Bruth
-- Es cierto, oí que fuiste un carcelero en esta nave ¿no? - pregunto curioso Jaude
-- Sí, pero eso es una larga historia
Entonces sonó una sirena emitiéndose luces rojas
-- ¿¡Ya nos a encontrado!? - dijo Jaude
-- ¡Tch! Han tardado menos de lo que esperaba
Entonces Bruth escucho ruidos de pasos que venía de otro pasillo que estaba en la esquina
-- ¡Por aquí! - cogió a Jaude del cuello y se metieron en una puerta.
Dentro de la habitación estaba oscuro y se escucharon como los pasos se movían delante de ellos
-- Parece que tenemos que esperar aquí hasta que la cosa se calme por los pasillos - dijo Bruth sentándose apoyándose en la pared
Jaude no paraba de observar a Bruth
-- ¿Qué pasa? ¿Tengo monos en la cara? - dijo Bruth en tono burlón
-- ¿Que quieres decir con que te recuerdo a tí?
-- Es una historia de hace muchos años, no creo que te interesa - dijo Bruth
-- ¡Claro que me interesa! - insistió Jaude
-- Ya veo...

En otro lugar... Basil y Joseph habían llegado a un enorme sala donde habían grandes gajas de madera
-- ¿Somos los primeros? - dijo Basil
En ese momento sonó la arma, ambos se asustaron y se abrazaron
-- ¡Waaah! ¿¡N-Nos han descubierto!?
-- Todo empezó hará unos 20 años - dijo Bruth - fue la mejor época de mi vida, vivía en un pueblecito normal y corriente...

Hace 20 años...
--¡Chicos, ya esta la cena! - dijo una mujer
-- ¡Yaaaa! - dijo un niño apareciendo por una puerta que en el fondo había unas escaleras que subían hacía arriba
En ese momento un Bruth mucho más jóven se asomo por la puerta, aún conservaba sus músculos en su cuerpo

-- (Sí, jamás podré olvidar su cara) - dijo Bruth de la actualidad recordando esa escena, donde la mujer que habló antes destapó su cara.Tenía el pelo moreno con unos labios pintados de rojo que sonreía - (Esa cara que siempre disipará las nubes de mi corazón)