Hanamuke - Salavec Metafalica - Capítulo 3

Hanamuke había demostrado algo que en un principio me parecía increíble, pero que, por muy doloroso que nos resultara, era cierto y lógico.
Yo, Jack Finnel, era un Repleshja, y había nacido para acabar con Hanamuke.

Hanamuke: eso explica por qué tenías el instinto de matar o dañar a los Metafalica... ¿Recuerdas a Sabi? ¿Recuerdas a ME?
Jack: sí... Ahora parecen tan distantes...
Hanamuke: lo sé...
Jack: Hanamuke, he demostrado que yo te haría daño a causa de mis impulsos, pero sabes también que mis impulsos de deben a mi enfermedad. Yo te quiero, y el destino ha querido que yo no supiese nada de mí mismo, y eso ha permitido nuestra relación! El destino nos ha traído hasta aquí...
Hanamuke: Jack...
Jack: y no quiero perderte otra vez por mi culpa, Hanamuke...
Hanamuke: entonces... ¿qué vas a hacer?
Jack: no lo sé... Si tan solo... si yo... nunca hubiese caído en la esquizofrenia, nada de esto habría pasado...
Hanamuke: al largo de tu vida vas a lamentar muchas cosas, Jack... Todos pasamos por eso.
Jack: ¿cómo lo sabes?
Hanamuke: mi vida no es eterna, pero, aunque para mi especie, yo aun soy joven, he vivido mucho más de lo que tú jamás vivirás.

Hanamuke me miró a los ojos y me besó. No separamos nuestros labios en un buen rato. Acaricié su pelo y me acordé de todo: de la primera vez que la vi en el hospital, del balcón de delante de mi terraza en el que ella siempre estaba, de los días que permanecía encerrada en mi cuarto conmigo... Recordé en aquel momento a mi madre. ¿Se había casado ya con Erick Hagatsuki? De todos modos, ella ya no formaba parte de mi vida, pues Hanamuke era mi única preocupación, y yo mismo la había dañado, física y sentimentalmente.
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Contemplando la Luna todo parecía más tranquilo, pero la tranquilidad no podría cambiarme. Sentí una fría y conocida presencia en mi lado izquierdo... Un fantasma apareció.
Fantasma de Skelleton: hola Jack...
Jack: hola viejo, no sabes cuanto tiempo hacía que necesitaba verte...
Fantasma de Skelleton: tampoco hace tanto, pero has estado inconsciente durante horas y has creído que has estado varios días muerto...
Jack: sí... todo parece demasiado lejano. Incluso Hanamuke parece distante.
Fantasma de Skelleton: ¿cómo estarías si supieses que el ser al que amas nació para matarte?
Jack: ...
Fantasma de Skelleton: ¿sabes? Hanamuke sabía, desde el mismísimo momento que vio las cenizas doradas de Sabi de los Reyvateil, que tú eras un Repleshja. Por eso no dudó en empujarte hacia el abismo, pues ella sabía que sobrevivirías.
Jack: pero Hanamuke no hizo eso por...
Fantasma de Skelleton: no estoy hablando de Hanamuke, ¡estoy hablando de Kasai! Kasai te empujó!
Jack: ¡sus ojos estaban rojos!
Fantasma de Skelleton: le clavaste varios cuchillazos en el ojo. ¿Realmente creías que lo tendría dorado?
Jack: desde este punto de vista, lo dudo... Pero por favor, no me recuerdes lo que hice, soy un monstruo...
Fantasma de Skelleton: todos lo somos... Solo los humanos son perfectos.

Pensé entonces en mi madre y en Erick... Su perfección era tan perfecta que rozaba el desastre... Esa perfección me había fallado, como yo le fallé a Hanamuke. No quería volverla a fallar, y por eso me llené de corage y le pregunté al Fantasma sobre una oportunidad...
Jack: ¿crees que puedo cambiar?
Fantasma de Skelleton: ¿qué quieres decir?
Jack: ¿no hay algún modo en el que pueda dejar de ser un Repleshja? ¿O por lo menos una cura para mi caótica mente?
Fantasma de Skelleton: no puedes modificar tu naturaleza, sin embargo, tu mente rota puede ser curada.
Jack: ¿cómo?

Skelleton tomó su cetro de roble, el que tanto había usado cuando aun era un Metafalica en vida. Me mostró una imagen de lo que parecía ser una cruz invertida, hecha de plomo y de titanio.
Fantasma de Skelleton: ese es el Criuz de los jardines Requiem.
Jack: ¿pero ahí no...?
Fantasma de Skelleton: sí... la vegetación es metálica y clarividente: las flores de cerezo de titanio marcan la muerte de un Metafalica, las rosas de plomo marcan las muertes humanas...
Jack: ¿solo reconoce la muerte de los Metafalica y los humanos?
Fantasma de Skelleton: ...los lirios de platino marcan la muerte de un Repleshja, pero no ha crecido nunca ninguno, hasta ahora...
Jack: ¡¿qué?!
Fantasma de Skelleton: un pequeño brote de lirio de platino ha surgido del suelo plateado de los jardines de Requiem, y ese Cruiz será tu única salvación, que además sabrá sacarte de tu pesadilla.
Jack: ¿qué debo hacer?
Fantasma de Skelleton: debes llegar a los jardines de Requiem, y rogarle al Criuz que te haga ver la realidad, nada más que la realidad.
Jack: ¿dónde se encuentran los jardines de Requiem?
Fantasma de Skelleton: en Rúsia, en el norte de la ciudad San Petersburgo. Cuando creas que has sobrepasado los límites de la ciudad todo se volverá blanco. Antes de que te des cuenta, ya habrás entrado en los jardines de Requiem.
Jack: ¿y como se supone que llegaré hasta San Petersburgo?
Fantasma de Skelleton: eso ya no te lo puedo decir.
Jack: ¿y... dejaré a Hanamuke sola? ¿Cómo voy a contarselo?
Fantasma de Skelleton: yo se lo contaré todo, no tienes que preocuparte por ello.

Baje la cabeza y eché a llorar. Jamás me había sentido tan cobarde en toda mi vida, pero no... no podía rendirme, y menos ahora que tenía un objetivo; llegaría hasta el Criuz de los jardines de Requiem, y mi enfermedad se difuminaría de una vez por todas, como tendría que haber pasado tras la muerte de ME, pero recordé que esa era una mentira/excusa de Hanamuke, y también de la mismísima ME.
Fantasma de Skelleton: cuanto antes te duermas, mejor. Debes empezar a partir mañana.
Jack: ¡¿mañana?!
Fantasma de Skelleton: las flores de los jardines de Requiem crecen a una gran velocidad. No lograrás evitar tu muerte si no partes cuanto antes.
Jack: tienes razón...

Di media vuelta para irme a casa. Miré a Skelleton por un momento antes de que desapareciese...
Jack: gracias por tu ayuda.
Fantasma de Skelleton: sabes que siempre estaré aquí para ayudarte.
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La mañana siguiente, Hanamuke se despertó con un gran vacío, pues ya se había percatado de mi ausencia. Ya estaba a punto de perder la cabeza cuando Skelleton apareció ante ella...
Hanamuke: padre... ¿Qué haces aquí? ¿Qué sucede? ¿Dónde está Jack?
Fantasma de Skelleton: Hanamuke, hija mía... Hay algo que debes saber, pero tendrás que ser fuerte si realmente quieres afrontar la situación...

Skelleton le contó toda la verdad a Hanamuke, la verdad de Skelleton; la que señala que desde un mismo principio, su objetivo era convencer a Jack para que fuese a los jardines de Requiem...
Hanamuke: ¿cómo has podido? ¡Has conducido a Jack hasta su propia muerte!
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Los he matado a todos menos a él, así que ahora me apetece hacerle daño a Jack...
O eso os quiero hacer creer, muajajajajajjja