Hanamuke - Salavec Metafalica - Capítulo 4

Empecé mi largo viaje, el que me llevaría de Ar Rokkenjima hasta San Petersburgo. No podía dejar de pensar en Hanamuke, en como estaría sin mí... Tal vez mejor, teniendo en cuenta que nací para matarla...

Tomé el barco que me llevaría desde el sud de Japón hasta Corea del Sud. El viaje duró una hora y media... o eso creo, pues estuve pensando en mil alternativas de como llegar a San Petersburgo y no me preocupé demasiado por el tiempo. Había hablado con gente que se dirigía a Shangai, y me habían dicho que habían varios aeropuertos en Shangai con aviones con destino a Rusia, pero no disponía del suficiente dinero para viajar en avión...

Cuando bajé del barco, contemplé con ojos como platos la magnífica Corea del Sud... Realmente era impresionante, nada comparado con Ar Rokkenjima, pero sí con Osaka.
Anduve 12 horas hasta llegar a Seul, donde encontré un lugar en el que me ofrecieron comida. Una vez hube pagado, continué mi viaje, pero una voz conocida me llamó la atención...
???: ¿Jack?

Me di media vuelta y ahí estaba: la persona cuya perfección me decepcionó. Mi madre, junto a Erick, el otro prefecto...
Jack: ¿qué estáis haciendo vosotros aquí?
Erick: estamos de vacaciones. ¿Ahora puedes explicarnos que haces tú aquí?
Jack: ¡nada que os importe! ¿Te vale esa respuesta, gilipollas?
Madre: ¡Jack!
Jack: no estás en condiciones de decirme nada, Ritsune. Hace demasiado tiempo que ya no eres mi madre.

Dicho esto me di media vuelta y me alejé de ellos, pero Erick me puso una mano en el hombro y me habló con más educación de la que exigía la situacion...
Erick: oye Jack, sé que nunca nos hemos llevado bien... Pero no quiero que por mi culpa te lleves mal con tu madre.
Jack: no me llevo mal con ella, simplemente no me preocupo.
Erick: ¿crees que se merece esto? ¿Qué te ha hecho?
Jack: ...me encerró a los 12 años, cuando tenía esquizofrenia... Me mintió sobre mi estado de salud, olvidó a mi padre, se casó contigo...
Erick: ...
Jack: ...así que, ahora que ya no tienes nada que decir, sería la decisión más correcta volver del lugar del que has venido, Erick...
Erick: ¡me niego!
Jack: como quieras...

Una fuerza incontrolable salió de mí, pero no se debía a mi esquizofrenia... Sentí como mis entrañas ardían y me concedían un poder indescriptible... El poder de un Repleshja, el poder que había estado escondido durante tanto tiempo. Di una rápida media vuelta y le di a Erick un ardiente puñetazo que por poco no le disloca la mandíbula.

Erick me miró con miedo, y con sangre en la boca. Mi madre acudió a ayudarle y me miró también con cara de miedo...
Madre: tus ojos... son rojos.
Jack: y los tuyos ven una realidad completamente falsa.

Dicho esto, di media vuelta y seguí mi camino. No podía seguir perdiendo el tiempo con tonterías, pero... ¿Mis ojos realmente se habían vuelto rojos al haber efectuado ese ataque? ¿Era acaso una manifestación de que el poder de los Repleshja había sio exteriorizado? Eso me preocupaba... Me pregunto si mis ojos eran también rojos cuando hube matado a ME, Sabi... y a Hanamuke.
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Tardé unos tres días en llegar a Qiqihar, en China. Tomé un tren viejo que me llevaría hasta Novosibirsk, una ciudad de Siberia que estaba relativamente cerca de Europa. Me senté en un asiento de la parte de atrás, intentando dormirme, pero apenas había cerrado los ojos cuando el tren empezó a tambalearse. La demás gente estaba gritando y la parte delantera estaba de hilos de seda, que formaban un muro translúcido, como una telaraña. Me di media vuelta y ahí estaba, el responsable... la responsable de esa catástrofe.
Jack: ¿quién eres tú?
Arachna M.: mi nombre es Arachna Monochroma. ¿Eres Jack Finnel?
Jack: ¿y qué si lo soy?
Arachna M.: no te gustaría saberlo...

Arachna se lanzó sobre mí, pero conseguí esquivarla. La chica de pelo negro y ojos rojos no cayó como había esperado; lanzó telarañas al estilo “Spiderman” y recuperó el equilibrio agarrándose a ellas con habilidad. Dio una rápida media vuelta y me miró de nuevo...
Arachna M.: no pienso dejar que salgas de ese tren con vida...
Jack: ¿qué es lo quieres de mí?
Arachna M.: eres un Repleshja... Los Repleshja nacieron para acabar con los Metafalica... ¡Y los Viranee como yo nacimos para acabar con los Repleshja!
Jack: ¿Viranee...?

Apenas había dicho el nombre de aquella extraña especie, cuando Arachna me había lanzado un hilo rojo a la cara. Conseguí esquivarlo, pero me hiz un pequeño corte en la mejilla. Observé sin embargo, como ese aparentemente insignificante hilo cortaba un asiento por la mitad.

Vi entonces que yo no era rival para esa Monochroma, así que, aprovechando su distracción, abrí una ventana y salté del tren. Afortunadamente caí sobre la nieve y no me hice daño. Me levanté y corrí para evitar que me siguiese esa Viranee arácnida que acababa de conocer.
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???: así que no conseguiste atrapar al Repleshja... ¡Jajajaja! ¿Cuál será tu castigo?
Arachna M.: se lo ruego: ¡concédame otra oportunidad para acabar con Jack Finnel!
???: ¿qué me hace pensar que puedo confiar en ti?
Arachna M.: se dirige a los jardines de Requiem. Puedo seguirle sin problema alguno.
???: ¿ah...? ¿Dónde has conseguido esa información?
Arachna M.: ¿acaso ha olvidado que los Viranee tenemos el poder de leer la mente?
???: bien... por ahora me servirás, pero es la última oportunidad que te concedo.

Arachna bajó la cabeza con resignación y tristeza.
???: oooh, Arachna, querida... De verdad me parte el corazón verte así... Sé que los Viranee les tienen eterno agradecimiento a los Repleshja por todo aquello de la Caja de la Oscuridad, aunque a ese ingenuo de Jack se lo hayas negado... Pero míralo por el lado positivo: si consigues matar a Jack Finnel serás libre de mi control, querida...
Arachne M.: me irrita más tener que matar a un Repleshja que ser su vasalla, Merleen...
???: es la última vez que te lo digo, Arachna Monochroma... ¡¡Mi nombre es ME!!