EC TISIA - Capítulo 3: KVVIA (Arrepentimiento)

– ¿Qué canción es esa? – pregunté a Eye.
Eye dejó de tocar su flauta de bambú de seis agujeros y entonces respondió:
– Nada en particular. La verdad es que solo estoy improvisando.
– Vaya, ojalá supiese tocar algún instrumento, al igual que haces tú.
Ambas estábamos sentadas ante la hoguera. La noche era fría, pero el fuego nos calentaba las manos. Yo tenía mucho sueño, pero Eye no parecía estar cansada.
Eye... ¿Por qué la llaman así? Asocié esas dudas con su ojo izquierdo, el que estaba cubierto por el parche. Decidí preguntar por ello:
– ¿Qué te pasó en el ojo?
Eye dejó de tocar la flauta y respondió sin apenas mirarme a la cara:
– No es nada... Mi ojo izquierdo lo ve todo borroso, y eso me da mucho dolor de cabeza. Por eso lo llevo cubierto.
Tras oír la respuesta, bostecé sin ni siquiera disimularlo. Tenía demasiado sueño, pero me daba miedo dormirme. Sin embargo Eye no veía problema alguno.
– Dudo que haya más soldados lelentinos por aquí cerca. Duerme un rato si quieres – dijo ella.
– ¿Y qué hay de ti?
– No te preocupes por mí, estoy acostumbrada a dormir poco.
Sin decir nada más, cerré los ojos y me sumergí en un profundo sueño. Eye si limitó a observarme en la oscuridad de la noche sin hacer ruido alguno. Estuvo toda la noche despierta, vigilando la zona por si podía haber alguien que mereciese la pena evitar.


Una gota de agua cayó sobre mi mejilla y me despertó; apenas había amanecido y ya estaba lloviendo. Eye no parecía sentirse molesta por la lluvia. Se acercó a mí y me dijo:
– ¿Ya estás despierta?
– Sí... – respondí.
– Genial, entonces vamos.
Me incorporé débilmente a causa del sueño y seguí a Eye. Nos adentramos en un bosque y cogimos algo de fruta de unos árboles para desayunar. La lluvia se hacía más insoportable a medida que avanzábamos, y poco a poco el paisaje empezó a cubrirse por la niebla.
– ¿Dónde se supone que está el ieeya Implanta? – Pregunté.
– Según dicen las leyendas, se encuentra en un pueblo muy lejano llamado Siance Dorn. Es un pueblo inhabitado; los habitantes tuvieron que marcharse a causa de las circunstancias.
– ¿Qué tipo de circunstancias?
– Una guerra – respondió ella. – ¿No lo ves, Childhood? Vayas dónde vayas, siempre habrá una guerra por medio.
Tenía razón. No importaba hacia donde nos dirigiésemos; la guerra iría con nosotras, pero en ese momento aquellas palabras tomaron un sentido demasiado literal...
Oímos pasos que se dirigían hacia nosotras. No podíamos ver nada a causa de la niebla, pero sabíamos que no podía ser nada de lo que nos pudiésemos alegrar.
Soldados lelentinos, sin lugar a dudas.
No teníamos nada que hacer, sin embargo la suerte estaba de nuestra parte. Uno de los soldados estaba a punto de atrapar a Eye cuando unos ángeles aparecieron; el sonido cercano de una explosión hizo que los soldados se alejasen de nosotras. Cuando Eye miró atrás, Blossom y Loss estaban sonriendo a causa del éxito de la “broma”.
– No vuelvas a llamarme envied, jovencita – dijo Blossom.
– ¡Blossom! – grité yo. – ¡Me alegra verte!
Eye había caído al suelo a causa del impacto de la explosión. Respiraba con dificultad y tenía su único ojo visible abierto al máximo a causa de la sorpresa. Corrí hacia ella para ayudarla a incorporarse, y vi que Loss la estaba observando fijamente. Eye simplemente dijo:
– ¿Qué estás mirando, envied?
– ¿No es evidente? – respondió Loss.
Eye se levantó y se dirigió a Blossom con estas palabras:
– ¿Qué estáis haciendo aquí?
– A juzgar por vuestro objetivo, viajáis hacia Siance Dorn, ¿no es eso cierto? – Preguntó Blossom. – Parece que los soldados lelentinos van claramente a por ti, Eye. Por eso hemos decidido viajar con vosotras. Sería una lástima que os sucediese algo a medio camino.
– ¿Pero qué...? – dijo Eye con una voz casi inaudible. – Ayer decías que nuestro viaje no nos llevaría a ninguna parte. ¿Has cambiado de opinión en tan poco tiempo?
– No fui yo quien decidió ir con vosotras – dijo Blossom. – Fue él.
El viejo señaló a su compañero. Loss se limitó a bajar la cabeza sin decir nada en absoluto.
– Ese chico me da miedo... – dijo Eye.


Me hice bastante amiga de Blossom. Si más no, yo lo consideraba amigo por haberle salvado la vida a Eye. Loss era un chico de pocas palabras, pero en el fondo parecía buena persona. Sin embargo, Eye no tragaba a ninguno de esos dos sujetos; creía que Blossom estaba loco, y decía que Loss era un envied que no tenía nada mejor que hacer que mirarla fijamente. ¿A qué se debía esa obsesión de Loss por Eye? Esa era la pregunta que salió más veces de su boca en las primeras semanas que estuvimos viajando los cuatro juntos.
Logramos avanzar bastante. Según el mapa y los cálculos de Blossom, estaríamos en Siance Dorn en un par de semanas. El verdadero problema empezó cuando llegamos a un Ji Ryusse.


Blossom sonrió irónicamente, pues no sabía cual era la salida correcta de ese Ji Ryusse. Fue entonces cuando tuvo una idea:
– Separémonos. Iremos de dos en dos.
– ¿Cómo lo haremos? – pregunté yo extrañada.
– Fácil: los de Lelentas con los de Lelentas y los de Utau Oka con los de Utau Oka – respondió Blossom.
– ¿Es una broma? – Preguntó Eye.
Antes de que Blossom hubiese podido contestar, ya había empezado a recorrer uno de los dos caminos. Yo me apresuré en seguirle.
– Parece que no era ninguna broma – dijo Loss.
– ¡Quive, envied! – gritó Eye mientras empezaba a recorrer el segundo camino.

Parece que ahora empieza el camino. Seguro que en el fondo Loss es un tipo de p*** madre. Aunque parece un poco raro.

jajaja, sí que es un tio raro, sí... u.u
thnx for reading! :b