EC TISIA - Capítulo 9: NEAR (Vida)

– r.l.t.y. yorra! – grité asustada. – ¡Despertad!
Eye se quitó la manta de encima y se acercó a la ventana ante la cual me encontraba.
– ¿Puede ser…? – susurró Eye asustada.
– ¡Por Rhaplanca! – gritó Blossom al despertarse. – ¿Qué sucede ahí fuera?
Una especie de torre se había levantado ante el edificio en el cual nos habíamos alojado. Eye sonrío de un modo un tanto siniestro al ver esa torre.
– Me han encontrado… – susurró la joven.
– ¿Qué es eso? – preguntó Blossom.
– Ar Tonelico – respondió Loss rápidamente. – Eye, será mejor que corras.
– ¿Qué será de vosotros? – preguntó Eye, nerviosa.
– Tú ponte a salvo, Eye – respondió Loss, empujando a la joven hacia la otra ventana.
Eye salió por la ventana efectuando un salto con poca gracia. Echó a correr intentando no ser vista por los soldados lelentinos que se encontraban alrededor de la torre y subió a un árbol. Camuflada entre las hojas estaría segura.
Por nuestro lado, los soldados entraron al edificio tras haber roto la puerta principal. Uno de ellos dio un paso hacia el utauokano y miró su rostro fijamente.
– Loss DeRoche, estabas aquí…
– ¡Sí, y dudo que consigáis sacarme de este edificio!
Dicho esto, Loss empujó al soldado hacia el suelo, haciendo caer a su vez a todos los hombres que estaban tras él. El utauokano aprovechó la distracción de los soldados para lanzar una bomba de humo y escapar. Mientras corríamos buscando un refugio, Blossom preguntó en voz alta:
– ¿Cómo han llegado esos soldados hasta aquí?
– Gracias a Ar Tonelico. ¿No es evidente? – dijo Loss, irónicamente.
– ¿Qué es Ar Tonelico? – pregunté yo.
– El mayor invento de los humanos. Ar Tonelico fue creado, como no, para convertirse en un arma de guerra – respondió Loss. – Es, sin duda, un buen sistema de localización, si ha conseguido encontrarnos a Eye y a mí desde Lelentas.
Nos escondimos tras un árbol para evitar ser vistos por los soldados. Estaba asustada… Todos lo estábamos. Loss suspiró y nos miró a Blossom y a mí.
– Huíd. Yo detendré a Frelia.
– ¿Quién es Frelia? – pregunté yo.
– Frelia es la guardiana del Ar Tonelico de Lelentas. Si la dejo fuera de combate, dejarán de seguirnos.
– Ten cuidado, muchacho – dijó Blossom.


– Vámonos, jovencita – susurró Blossom.
– Sí… – respondí mientras observaba como Loss se alejaba de nosotros.


Eye no había bajado del árbol todavía. No había perdido de vista a los soldados leletinos en todo el rato, y su corazón latía más rápido que nunca a causa del miedo a ser encontrada, capturada y tal vez ejecutada. Aun así, sabía que no podía esconderse siempre en un mismo sitio. Por ese motivo, fue saltando de árbol en árbol, acercándose cada vez más al Ar Tonelico. Sabía que se estaba acercando cada vez más al peligro, pero quería asegurarse de que los soldados no nos habían capturado a ninguno de nosotros. Fue entonces cuando los dos utauokanos se reencontraron.
Loss ya había llegado al Ar Tonelico, y había sido visto por los soldados, como era de suponer. Todos los hombres que rodeaban la torre corrieron hacia él, pero Loss fue más rápido y fue dejándolos fuera de combate uno a uno a base de fuerza física. Sin embargo, uno de los soldados lo sorprendió por detrás y agarró sus brazos para evitar que se moviese. Eye intervino en la escena con sus canciones de cantora de Reyvateil…
– SAax tIirs fawEE LAas tIi raYEE / TiS tEnaYto tAA tIl Stu TTTT /


El soldado cayó rendido ante los efectos de aquella canción, y se durmió al cabo de pocos segundos. Loss se desprendió de él y miró a Eye con una sonrisa dibujada en su rostro.
– ¿También cantas en Ar Ciela? – preguntó él.
– ¿No es evidente? – respondió Eye.
La joven utauokana bajó del árbol rápidamente. Corrió hacia Loss y se abrazó a él, dejando que el joven acariciase su pelo del color de la caoba y besase su frente para calmarla.
– ¿Estás bien, Eye? – preguntó Loss, preocupado y aliviado a la vez.
– Lo estoy… ¿Y tú?
– Mejor que nunca – dijo Loss antes de besarla en los labios.
Eye, sin embargo se separó rápidamente de Loss, preocupada por otro asunto…
– ¿Dónde están Childhood y Blossom?
– Han huido; les he dicho que se marchasen – respondió él. – Estarán a salvo.
Eye suspiró y miró la torre de nuevo. Su aspecto y su presencia provocaban un cierto sentimiento de intranquilidad a la utauokana. Loss levantó la cabeza y miró hacia la parte más alta del Ar Tonelico, desde donde seguramente Frelia estaría controlando el funcionamiento de la torre.
– Hay que detener a Frelia – dijo Loss. – ¿Puedo contar con tu ayuda?
– Puedo encargarme yo misma de ello. Tú busca a Childhood y a Blossom.
– ¿Estás loca? ¡No puedes detener a Frelia tú sola!
Eye sonrió y miró hacia arriba, mientras intentaba entonar una cancion en Ar Ciela: la canción que se encargaría de dejar a Frelia fuera de juego…
– FaSaTieVeaRa / FiiDaTaiXaLuSiaD / BaaReQaiRea BiSiTaaa / SaCa SaCu /


– ¿Quién está cantando? – gritó Frelia, desde lo más alto de la torre.
– ¡Mi nombre es Eye DeCloche, y no voy a dejar que Lelentas siga haciéndole daño a mi pueblo! – gritó Eye. – WaHe TiCa TeLa / SoRa SSo Ye FeLu Gane /


Eye cantaba mientras trepaba por la torre para acercarse más a Frelia. Cuando hubo llegado a lo más alto del Ar Tonelico, vio a la guardiana sentada en un trono, conectada a varios cables a través de su vestimenta.
– ¿Qué quieres? – preguntó Frelia.
– Liberarte – respondió Eye. – PiTa SHeTi Ya / GeVe MaPe SeRa / CaDYaa /


Esa sencilla canción en Ar Ciela, logró romper todos los cables que conectaban a Frelia con la torre. Al no tener a nadie controlándolo, Ar Tonelico se autodestruyó al instante. Eye agarró la mano de Frelia y saltó con ella hacia el exterior de la torre, salvando las vidas de ambas.
– Márchate, Frelia – dijo Eye. – Has perdido la batalla.
– Pero vas a perder esta guerra, DeCloche… – respondió la lelentina.
– ¡No me dolerá tanto como cuando perdimos la paz, envied!
Esas palabras se clavaron en el corazón de Frelia. Eye simplemente se levantó y camino lentamente hacia Loss.
– Busquemos a los demás – susurró Eye.
– ¿Cómo vamos a encontrarles?
– Ciel todavía sigue en el edificio de acogida.
– ¿Ciel? – preguntó Loss extrañado.
– Así llama Childhood al syec faura que encontró en el Ji Ryusse. ¿No lo recuerdas?
– Ah, sí. Es verdad, lo había olvidado.
– Ciel nos ayudará a seguir el rastro de Childhood y cuando los encontremos, iremos directos hacia Siance Dorn. ¡No quiero perder más tiempo!