Seishinkai - Capítulo 1: El trauma de Yami.

Hoy es un día lluvioso. Akira está andando por la calle con un paraguas negro y elegante. Akira cruza la esquina que hay entre la tienda de té japonés y su clínica. Al cruzar la esquina, Akira ve a una mujer aporreando la puerta de su clínica psicológica.
-¡Abran! ¡Abran! ¿¡Por qué no me abren!?- grita la mujer.
Akira se aproxima corriendo a la mujer. La mujer ,cuando lo ve, se tira a sus brazos y empieza a llorar.
-Doctor, necesito su ayuda- dice la mujer entre lágrimas.
Todas las personas que pasan por delante de la clínica miran a Akira y a la mujer y empiezan a cuchichear. Akira aparta a la mujer, saca un llavero repleto de llaves del bolsillo de su pantalón y abre la puerta de la clínica.
-Por favor, pase- dice Akira son riendo.
La mujer pasa corriendo, pero no se da cuenta de que hay un pequeño escalón, se tropieza y cae al suelo. La mujer grita por el dolor.
-Por favor, tenga cuidado con el escalón- dice Akira acercándose a la mujer.
Akari toma la muñeca de la mujer y la intenta levantar. La mujer grita de dolor. La manga de la blusa de la mujer se sube un poco y Akira puede ver una herida. La herida se ha abierto. La mujer coge su bolso y saca una gasa. La mujer saca la gasa de su envoltorio, se la pone en la herida y presiona para parar la hemorragia. La mujer mira a Akira con dolor.
-No pasa nada, solo ha sido un accidente- dice la mujer levantándose del suelo.
La mujer se adelanta y se dirige a la puerta de la sala de espera. La mujer intenta abrir la puerta, pero está cerrada con llave. Akira se aproxima a la puerta y la abre. Después entra a la sala de espera y se dirige a la puerta de su despacho, donde atiende a sus pacientes. La mujer le sigue.
-Puede pasar- dice Akira.
La mujer pasa al despacho de Akira.
-Bien, túmbese- ordena Akira.
La mujer, obediente se tumba en el diván mientras Akira coge una carpeta de su mesa.
-¿Usted es la señora Yami Kuyomi?- pregunta Akira.
Yami asiente con la cabeza.
-¿Cuál es su problema? ¿Tal vez su marido?- pregunta Akira.
Yami empieza llorar. Akira se compadece.
-Sino quiere decir nada el respecto, no lo haga- dice Akira.
-No, él es mi problema, así que le contaré todo- dice Yami secándose las lágrimas.
-Puede empezar- dice Akira abriendo su carpeta.
Akira anota: "El marido es el problema". Yami toca aire.
-Bien, empezaré. Es una larga historia- dice Yami intentando recordar.
El despacho se queda en completo silencio.
-Mi marido y yo queríamos tener un hijo, pero mi cuerpo rechazaba es feto y el bebé moría. Mi marido estaba desesperado, así que acudimos a un médico. La única solución era adoptar. Yo insistía, pero mi marido quería tener un hijo biológico. Cada vez que le recordaba esa posibilidad, mi marido me agredía, llegando un día a apuñalarme- dice Yami llorando.
Akira se aguanta las lágrimas y apunta ciertos detalles. También, saca un paquete de pañuelos de papel del bolsillo de su pantalón y le ofrece uno a Yami.
-Mi marido contrató un madre de alquiler. Estaba obsesionado por tener un hijo. Mi marido obligó a la madre de alquiler a mudarse a nuestra casa. Yo intenté convencer a mi marido para que dejar marchar a la madre de alquiler. En vez de eso, mi marido me agredió dejándome hematomas y heridas por todo mi cuerpo. Ignorando a mi marido, hablé con la madre de alquiler y la convencí para que se marchara. La madre de alquiler se marchó de la casa. Cuando mi marido se enteró, me llevó arrastrando a nuestra habitación, cerró la puerta y me empezó abofetear. Cuando se cansó, me pateó el estómago. Yo vomité encima de los zapatos. Mi marido me cogió por el cuello y me estranguló. Pero antes de que pudiera morir llamaron a la puerta. Así que me obligó a esconderme en un armario y a guardar silencio. Mi marido fue a abrir la puerta. Era un repartidor. Pasaron unas horas y cuando mi marido estaba viendo la televisión, salí de casa y vine hasta aquí- dice Yami.
Akira anota en se carpeta y cuando hubo terminado miró a Yami.
-Solo ve dos soluciones- dice Akira- una es divorciarse de su marido y marcharse del país- añade.
-¡No puedo abandonar a mi marido!- exclama Yami.
El despacho se queda en silencio.
-¿Cuál es la otra opción?- pregunta Yami.
El despacho se vuelve a quedar en silencio.
-Por favor, dígamelo- insiste Yami.
-El suicidio- responde Akira.
Yami, al oír esto, se levanta y se marcha de la clínica. Al día siguiente, Akira coge el periódico y lee la primera página.
-"Ha sido hallado el cuerpo de una mujer de 35 años en su residencia. El presunto autor del crimen ha sido su marido de 37 años, Fiyuki Kuyomi. El cuerpo presentaba varios hematomas y una herida por arma contundente. En el arma del crimen, se han encontrado huellas del presunto asesino y de la víctima."- lee Akira mientras se toma un antidepresivo a acompañado de un taza de té caliente.