Seishinkai - Capítulo 3: Día libre.

Hoy es el Festival de Verano. Es de noche y el cielo está despejado. Akira va andando con Mikoto de su brazo. Pasean por una calle, que en cuyos lados, hay puestos de comida y y juegos típicos. La calle está decorada por lámparas de papel de colores rojos y blancos. Los niños corretean de un lado a otro en busca de comida y juegos y sus padres, como locos, buscándoles sin para de gritar sus nombres y perseguirlos. Mikoto lleva un colorido kimono de mangas largas con estampados florales, acompañado de un pai-pai cuyos estampados son florales también.
-¡Rápido! ¡Por aquí!- exclama Mikoto llevando a rastras a Akira.
Akira lleva un elegante kimono masculino negro, sujeto por un cinturón azul oscuro.
-¿Quieres algodón de azúcar?- pregunta Akira intentando detener a Mikoto.
Mitoko suelta a Akira y busca un puesto de dulces.
¡Allí!- exclama Mikoto dirigiéndose al puesto de dulces.
Akira sigue a Mikoto.
-Hola, jóvenes, ¿qué les apetece?- pregunta el dependiente.
-¡Dos algodones de azúcar!- exclama Mitoko.
El dependiente hace dos cucuruchos de papel y los pone en una máquina rebosante de aquella esponjosa masa rosada y dulce.
-Perdone, pero mejor ponga me un algodón de azúcar gigante y otro mediano, por favor- corrige Mikoto.
El dependiente gira el primer cucurucho de papel hasta darle una altura y una anchura media. Después, Coge es otro y repite la misma operación, salvo que ahora está más tiempo dando vueltas al cucurucho. Cuando termina, saca de la máquina un algodón de azúcar de proporciones descomunales.
-Serán 10000 yenes- dice el dependiente sonriente.
Mikoto llama a Akira para que pague sus caprichos.
-¿Cuánto es?- pregunta Akira.
Mikoto le da el algodón de azúcar mediano a Akira y empieza a comer el suyo.
-10000 yenes- repite el dependiente.
-"Menudo timo"- piensa Akira mientras le da un billete al dependiente.
-¡Gracias!- exclama Mikoto alejando se y llevándose consigo a Akira.
-¡A vosotros!- responde el dependiente sonriendo y guardando el dinero.
Mikoto devora su algodón de azúcar, mientra que Akira lo saborea lentamente. Cuando Mikoto se hubo terminado el suyo, le quito de las manos de Akira el algodón de azúcar y lo devoró.
-Era mi algodón de azúcar- se queja Akira
-Eres muy lento comiendo y no me puedo resistir- replica Mikoto.
Mikoto ve un puesto de juegos tradicionales.
-¡Vamos allí!- exclama Mikoto.
Akira la sigue con resignación.
-Es el juego de pescar globos- explica Mikoto- ¡Consígueme un peluche, es lo que hacen los novios!- añade.
Akira se acerca a la piscina.
-¿Cuánto es una partida?- pregunta Akira.
-Son 1000 yenes- responde el dependiente del juego.
-"¡Qué timo!"- piensa Akira- "Bueno solo un juego ya está"- añade.
Mikoto mira los peluches y mira el panda con deseo.
-Deme un anzuelo- dice Akira.
El dependiente le da un anzuelo a Akira y este lo coge. Akira mira todos los globos y decide pescar un globo de color azul con lunares violetas. A Akira le tiembla el pulso. Está sudando. Akira agarra el azuelo con decisión y consigue coge el globo. Mikoto se lanza al peluche del panda y se marcha del puesto.
-El premio es suyo- dice el dependiente del juego mientras ve como Mikoto se marcha.
-Discúlpela- dice Akira mientras corre en busca de Mikoto.
Mikoto se para ante la entrada de la Prueba de Valor. Akira consigue alcanzarla.
-Entremos- dice Mikoto.
Akira mira la puerta y retrocede.
-¡No!- exclema Akira- Tengo un al presentimiento- añades serio.
-¡Venga, hombre!- replica Mikoto.
-¡Vamos a casa y se acabó!- exclama Akira.
Akira se aleja de Mikoto.
-¡Espérame!- grita Mikoto.
Akira y Mikoto están en su casa.
-¡No hemos visto los fuegos artificiales!- replica Mikoto.
Akira la ignora y pone la televisión.
-Última hora. Esta noche, durante el Festival de Verano, se ha vivido la peor matanza de todos los tiempos. Ha ocurrido en la atracción más popular del Festival, la Prueba de Volar. Han sido hallados 30 cuerpos sin vida y un único superviviente. El superviviente es un niño japonés de 6 años. La policía ya está investigando el caso- dice el presentador de las noticias.
Akira apaga el televisor.
-Entonces, tenías razón- dice Mikoto.
Akira no responde.