Borrando la soledad capitulo 1

1: reconozco la soledad.
Era de noche, estaba lloviendo muy fuerte, se acercaba una tormenta, se oían los relámpagos, alcanzaba a oírlos aunque estuviera encerrado en mi habitación con las luces apagadas. Mi nombre es John Oshia, tengo quince años, vivo en nueva york, paso mis días solos ya que no tengo amigos, estaba molesto, pues había clases al día siguiente. Bufe.
–– mañana otro dia de clases–– refunfuñe–– que fastidio, no tiene caso que vaya, de todas maneras estaré solo–– recordé mientras me acostaba a dormir parea no levantarme tarde al día siguiente.
Dormí muy bien esa noche, y a la mañana siguiente desperté como todos los días, no tarde mucho en arreglarme, y cuando estaba listo, les avise a mis padres que me iba y Salí de mi hogar.
Bostece, pues tenía mucho sueño, al caminar hacia donde tomaba el tren, pero no iba a llegar, pues ya venía.
–– ¡No llegare, maldición! –– grite furioso mientras comenzaba a correr.
Cuando el tren empezó su marcha, se detuvo, no sabía por qué, pero aun así seguí corriendo.
Cuando me subí al tren, había escuchado a un chico diciéndole al conductor que se detuviera, pero no sabía quién era.
–– tsk… me da igual–– dije para mis adentros mientras me iba hacia los asientos de atrás, pues esos siempre estaban vacíos.
Llegue a la escuela a tiempo como siempre, entre a mi salón y vi a todos en grupitos, eran odiosos, los ignore y me fui al último asiento.
Tuve las primeras dos clases y ya estaba fastidiado…
El timbre que avisaba el fin de la clase sonó, el próximo maestro ya venía, pero me sorprendí al ver que no era un maestro lo que entraba, si no la directora.
–– ¡Buenos días, Jóvenes! Vengo a presentarles a su nuevo alumno…
Un chico entro por la puerta del salón, era de piel morena, cabellos negro, lacio y de ojos cafés claro.
–– Mi nombre es Mac Collins–– se presentó sonriéndole a todo mundo.
Todas las chicas del salón comenzaron a susurrar cosas como “es muy lindo” “¿me pregunto si tiene novia?” y cosas de ese tipo.
–– Bueno–– intervino la directora––e retiro, sean amables con él.
La directora salió del salón y todas las chicas y chicos lo rodearon.
Era odioso…
El chico nuevo les sonrió a todos mientras caminaba hacia los asientos de atrás; El chico nuevo se sentó junto a mí, algo que me sorprendió mucho…
¡Odie ese momento! ¡Todo mundo le decía que se alejara de mí! ¡Decían que era emo y un drogadicto! Aun así, al nuevo no parecía importarle, pues me hablo…
––Hola–– me saludo con una sonrisa.
––Hola–– le conteste fríamente y sin mirarlo.
–– Este… dicen que los emos son gay…–– me dijo vacilando.
––¿¡De que estas hablando!? –– Me exalte–– ¡Yo no soy emo y mucho menos gay!
El chico nuevo comenzó a carcajearse.
–– ¿entonces pretendes ser algo que no eres?, ya veo
El chico nuevo tenía un poco de razón, tal vez si parecía emo…
–– esos idiotas piensan que soy emo porque siempre estoy solo…
–– vaya… que mierda…
–– ¿mierda? ¿Por qué dices eso?
–– umm… eso lo digo cuando algo está mal para mí, o no me importa…
¿mierda? ¿En serio? Y decían que yo era raro…
la campana sonó de nuevo, pero esta vez avisaba que era la hora del almuerzo. Y como era obvio, el chico nuevo tenía toda la atención; Yo por mi parte me fui a comer detrás del gimnasio de la escuela, como siempre…
Ya que estaba solo decidí recostarme en el pasto.
–– por fin paz y tranquilidad…
Una voz interrumpió mi pensamiento.
–– ¡Hola!
¿De nuevo este tarado?
–– ¿¡qué diablos quieres!? ¿Me estas siguiendo?
–– nop. Solo quería alejarme de todos, porque me están sofocando.
Mac se sentó junto a mí y comenzó a comer.
–– ¡Oye! ¡Yo no te he dicho que te puedes sentar!
–– ¡Me importa una soberana mierda!
Este tipo…
Mientras Mac comía yo comencé a dormir en el pasto, pero de pronto, ¡Pum! Cerca de la escuela empezaron a oírse disparos. Todos los alumnos entraron en los salones, menos Mac y yo ya que estábamos muy lejos.
–– ¡Corre! –– Me grito Mac.
Comenzamos a correr, pero una bala me rozo el hombro y caí…lo último que vi fue a Mac corriendo… no regreso… ¡Maldito Mac…!...