El viaje de Max CAP 2

por KyoN Dom Mayo 13, 2012 2:49 am

Hola! aquí va el cap 2, espero les guste y comenten! cheers

2

Sarah y mamá se han vuelto grandes amigas al parecer. Mamá siempre deseó una hija. Yo por mi parte, me he pasado dos semanas pensando sobre buscar el sentido de mi vida. Sé que lo he pensado desde mucho pero nunca había tomado la palabra “buscar” de forma tan literal.
Soy un chico de cabello desordenado y oscuro, ojos castaños y de piel blanca. Mido un metro con setenta y tengo diez y nueve años. ¿Puede alguien así encontrar tal respuesta como el sentido de la vida?
Hace tres días que la lluvia no cesa. Mamá se irá a trabajar.
No hablo mucho con Sarah, aunque, ella la mayoría de las veces me busca conversa y yo siempre le ignoro.
-oye Sarah ¿vas a cocinar tú? –Le pregunté de pronto.
-Am… ¿por qué? ¿Qué tiene? ¿A caso te quejarás de mi comida otra vez?
-Voy a salir un rato, ¿no quemes la casa oíste?
-¡Eres un maldito!- Logré esquivar a tiempo la cuchara de metal que me lanzó con audacia.
-guau… Eres una idiota.
-pero es que… ¿cómo puedes decirme tales cosas como esas?
-Vamos supéralo, no es para tanto ¿o sí? Una casa más, una casa menos ¿qué más da?
-No me fastidies que soy yo la que cocinará.
-¿Es una amenaza?- Dije avanzando lentamente hacia ella con las manos en los bolsillos.
-¿Por qué me miras así?- Respondió de pronto.
Yo me acerqué hasta quedar frente a ella. No apartó en ningún momento la mirada. Sus ojos verdes realmente deslumbran y son muy atractivos.
-¡Oye aléjate! Te… te… te… ¡te acusaré a tu mamá!
-¿Qué crees que voy a hacer? ¿Violarte? Por favor, pero que imaginación…
-Nunca pensé eso… solo que estás muy cerca y…
-Eres una cobarde. ¿Pero sabes qué?
-¿Qué?
-Quiero preguntarte algo…
-Nos conocemos hace dos semanas Max, no podemos ser...
-¡Ata esa imaginación tuya que es demasiado idiota! – Respondí algo irritado.- ¡mujeres!
-Oye solo bromeaba. Es que te pusiste serio y eso me asustó.- dijo mientras se ajustaba la gorra roja de lana de mamá para el frío.
-Yo siempre soy serio.
-Actúas serio pero no siempre lo eres. Te observo todos los días y he aprendido algunas cosas de ti.
-¿Por qué lo haces? Yo aquí casi ni noto tu presencia para no fastidiarme.
-Sé que me espías cuando voy a darme un baño.-Dijo orgullosa, supongo que de su belleza.
-Intentas sacar verdades con mentiras. Nunca se me ha pasado esa idea por la cabeza. Aunque, si quieres que te vea desnuda pues… desnúdate ¿qué más da?
-bueno bueno, no importa ya dime lo que querías decirme que debo cocinar.-Dijo sonrojada.
-Ya no quiero preguntarte nada. Eres una boba y no me interesa la opinión de alguien así.
-Como digas señor perfecto. Ve a caminar a ninguna parte, a observar todo y no obtener nada.
-Caminando obtienes parásitos… como tú.
A pesar de lo idiota que eran las discusiones, me entretenían.
No me importaba salir afuera con lluvia. Mojarme un poco no me mataría. Las calles estaban totalmente desoladas. Me refugié en una parada de autobuses y me puse a pensar. Buscar el sentido de mi vida. ¿Cuál será el sentido de la vida de Sarah? Quería preguntárselo pero es tan idiota que me arrepentí.
El sentido de la vida de un cantante es su música y sus fans. El de un escritor asumo que serán sus libros y sus lectores. El de un religioso ha de ser Dios y el de un soldado ha de ser su país y sus camaradas. ¿Pero cuál es el sentido de mi vida? ¿Habrá más personas con las mismas dudas? Mi cuerpo comenzó de pronto a temblar a causa del frío. Regresé a casa. Sarah estaba dormida.
-Oye Sarah, ¿tienes frío?- le dije al verle temblar. Ella dormía así que obviamente no me respondió.
-Dormida no te ves tan idiota. Te cubriré con esto si no te molesta.- Le dije mientras ponía una manta sobre ella.
-Y tú no eres tan frío como muestras.- Dijo de pronto.
-¿Te hacías la dormida?
-Desperté recién y tú estás avergonzado ¡ahahah!
-Y tú estás avergonzado bla, bla.- le dije burlándome.- Me cambiaré de ropa.
Fui a mi habitación, me sequé el cabello y me cambié de ropa. Al regresar al comedor, Sarah había puesto los dos platos con comida en la mesa. Eran fideos con salsa bien calientes.
-¿Qué pasa? ¿Solo porque te cobijé? Vamos no era para tanto Sarah.-Le dije al ver su amable acto.
-Come y cállate de una vez amargado.-refunfuñó tras comer una cucharada de sus tallarines.
-Mira, la última vez lo arruinaste con tus tonterías. Esta vez espero que eso no suceda. –dije mientras tomaba asiento y comenzaba a comer.
-¿A qué te refieres?-Me miró detenidamente.
-Sarah, dime… ¿Cuál es… el sentido de la vida?
-¿Qué? ¿Por qué siempre tienes que ser tan filosófico?-Dijo tras sorber un fideo.
-¡Solo responde y ya! ¿Supongo que sabes dar una respuesta o no?
-Pues… para mí el sentido de la vida es Dios.
-Por favor… ¿ya vamos a empezar? ¡No puede ser ese el sentido de tu vida! ¡Es absurdo!-Respondí desconcertado.
-Él es el sentido de mi vida. Sin Dios no hay razón ni motivo para haber nacido ¿no crees?-Dijo sonriente y feliz.
-No, no creo. Simplemente nacimos, morimos y nos encargamos de hacer historia de nosotros mismos. Dios no tiene nada que ver en esto.
-Yo creo que te equivocas. Él tiene mucho que ver en esto. Yo lo veo de esta manera. Él te crea con un propósito en la vida y tú debes descubrir cuál es.
-Si así fuese estamos privados de opciones y sueños ¿o no? En ese caso Dios es un egoísta.
-Quienes cumplen sus sueños, ¡cumplen sus sueños! Dios te ayuda y te guía a ese sueño. Dios es el sentido de la vida y debes descubrir el propósito que tienes en esta.
-Es idiota, tu suposición es totalmente idiota, pero, digamos que es acertada, en ese caso ¿Descubriste el propósito de tu vida? A ver si entiendes mi pregunta de esta manera.
-Por ahora mi propósito es buscar a mi papá para no molestarte más a ti y a tu madre al quedarme aquí.
-No es la respuesta que esperaba pero da igual.-dije rascándome la cabeza.
-Y tú… ¿tienes tu motivo de vivir?-Preguntó interesada.
-Mmm… Digamos que por ahora es buscar a tu padre para que te vayas de aquí de una vez por todas.-Dije con una leve sonrisa.
-¡Oh pero que antipático!
-¿y te sorprendes? se supone que me has analizado detalladamente durante estas dos semanas. No esperes una respuesta dulce y delicada de mí por favor.- dije con un tono algo irónico.
-Ah…-suspiró.- Es cierto… aunque sea lamentable tienes razón.-dijo desganada pero tomo ánimos y respondió.- Lo que si me sorprendió fue que me arropaste.
-Ah… no te sientas tan sorprendida. De mi punto de vista fue como arropar a un perro escuálido que temblaba de frío.
-Desde el mío fue como el de alguien que es amable y cariñoso.
-¿Qué dices? Claro que no fue así. ¡Jamás seré amable con los miserables!-dije con tono campante y orgulloso.
-Tal vez a mi no me consideres miserable. ¿Quién sabe? ¡Ahahah!
-Te vez mejor llorando que riendo como imbécil. Me voy a dormir un rato.
-Haz lo que quieras, pero dentro de esas cosas que hagas no te olvides de buscar el sentido de tu vida.
La mire unos segundos y le respondí.-Eso a ti no te incumbe.-Ella sonrió y siguió comiendo.
La lluvia no se detenía ni por un segundo. Mi habitación es pequeña y tiene una ventana con vista a la calle. Allí comencé a ver uno que otro rayo que con majestuosidad se mostraba, deslumbrando el cielo que ya casi se oscurecía.
Mamá no tardaba en llegar y del comedor se oía a Sarah viendo televisión. El viento soplaba fuerte y los truenos no tardaron en presentarse, acompañados de los relámpagos.
¿Cómo descubro la razón por la cual estoy en este mundo? Soy arrogante y muy desagradable para los demás. Mi razón de vivir no será para ayudar a alguien más, pero… No tiene sentido tampoco si es solo para ayudarme a mí. Sarah no me ayudó en nada, solo habló de Dios y esas cosas que poco las creo. Los sacerdotes ahora son unos corruptos connotados y los pastores son unos ladrones. ¿Qué es la religión sino más bien hipocresía pura? No es que me encante dudar de las creencias religiosas pero dan mucho de qué hablar. Aunque, tampoco generalizaré, pues, Sarah no es hipócrita y lo sé por su manera de comportarse. ¿Quién sabe? Quizás la falla no está en creer sino más bien esté en volverte religioso.
Sin darme cuenta poco a poco me fui quedando dormido, apoyado en la ventana mirando hacia la tormenta.
De pronto, el fuerte ruido de un trueno estremeció a la ciudad. No pude evitar despertarme, y al instante, de un parpadeo, la luz se cortó.
Toda la ciudad se oscureció y eso incluye a mi casa obviamente.
-¡Sarah!-dije alzando la voz.- ¡¿Oye Sarah estás bien?!
-¿Lo preguntas preocupado? No sabía que te preocupara alguien como yo.-Se oyó su voz desde el comedor.
-No seas idiota, es una pregunta común sin significado alguno. Mira, para casos como este hay una linterna que está en el estante de los libros. Búscala.
-Yo no sé bien donde están las cosas Max. Ven y búscala tú.-Decía mientras los truenos no paraban de sonar.
-Bien, bien, yo lo haré.
Salí de mi habitación y bajé las escaleras con mucho cuidado, no quería caerme y eso es obvio. Estaba todo oscuro y no podía ver nada. Por conclusión asumí el lugar de las cosas. Un relámpago nos iluminó de pronto y aproveche para acercarme al estante y tomar la linterna.
-Aquí estaba, a dos metros de ti Sarah.-Dije fastidiado.
-Ha pasado una hora y tu mamá aún no llega Max.-Dijo algo asustada.
-Mmm… Descuida, de seguro está con su novio.
-¿Tiene novio?-Pregunto intrigada.
-No lo sé, supongo que sí, pero dudo que me lo cuente por temor a lastimarme. Es absurdo que piense de esa manera pero así es ella. ¿Y tú no tienes ningún novio? Ahora que lo pienso no te he visto ningún amigo. ¿Acaso eres casi tan miserable como yo? Eso me obligaría a volverme más miserable aún.-Dije mientras la iluminaba con la interna.
-¡Oye no apuntes a mi rostro que ya me estaba acostumbrando a ver en la oscuridad! Y descuida, tu puesto de miserable sigue intacto. Me mude a esta ciudad hace un mes. Vengo de Osorno.
-¿Osorno?-Pregunté mientras me sentaba a su lado en el sofá.- Esa ciudad queda como a quince horas de esta. ¿En la región de los Lagos verdad?
-¡Oye! ¡Por fin me hablas como a una persona normal!-Respondía feliz y con mucho entusiasmo.
-¡Hey! Te estoy hablando de otra cosa, no arruines la conversación ¿sí?-Decía con un leve gesto de cabeza y una sonrisa falsa.
-Lo siento, bueno… si, esa ciudad queda en la Región de los Lagos. Ahí vivía con mi padre hasta que conoció a mi madrastra por internet y se enamoraron supuestamente.
-¿Hablamos de tu madrastra el cadáver?
-¡No le digas así tonto! ¿Que no respetas ni si quiera a los muertos?
-Los muertos no merecen respeto ¿sabes por qué?-Me miró y negó con la cabeza.- ¡Porque están muertos Sarah!
-Pero de todas maneras…
-¿Temes que vengan a molestarte y a sacudirte los pies por la noche? No seas idiota, los espíritus no existen.
-No lo sé, bueno cambiemos de tema mejor Max, porque después en la noche me perseguiré y veré cosas donde no hay y me asustaré.
-Así que enserio le temes… -Guardé silencio unos minutos y luego respondí.- ¿Has pensado que tal vez tu papá regresó a Osorno?
-Así que aún sigues con eso. Bueno si lo he pensado pero… No hay forma de llegar hasta allá. No tengo dinero y mi madrastra nunca me dio la oportunidad de viajar. Ahora menos.
-¿Qué piensas sobre el sonido de la lluvia y los truenos?
-Ni si quiera estabas escuchándome… ¿Para qué responderte si no me prestas atención?-dijo algo frustrada.
-Si te escuché, solo que tu tono de voz cambió al tocar ese tema y supongo que te duele hablar de eso, y no tengo deseos de fastidiarte por ahora.
-Pues, la lluvia me relaja para dormir…
-¿Enserio?
-Si ¿Por qué?-preguntó intrigada al ver mi asombro.
-Porque a mí me sucede lo mismo. Sé que no a todos les relaja pero tengo una teoría.
-¿Teoría? ¿Sobre qué?
-Sobre por qué algunos nos relajamos. Si bien me acuerdo, nuestro cuerpo es ochenta por ciento líquido, esto, en nuestras moléculas, al sentir la frecuencia del sonido de las gotas que caen en “sincronismo armonioso”, envía señales a nuestro cerebro por lo cual nos sentimos más relajados.
-No lo sé Max, ni idea. Solo sé que es relajante.
Ambos guardamos silencio y prestamos atención al sonido de la lluvia. Sin darme cuenta me dormí.
Mamá llegó como a las once de la noche aproximadamente. A esta hora la energía eléctrica ya había regresado, pero Sarah y yo aún dormíamos. Ambos estábamos apoyados el uno al otro y visto por mamá, estábamos abrazados.
Al sentir ruido en la casa desperté de forma inmediata. Vi a Sarah muy cerca de mí y tome distancia de inmediato.
-¿Hace cuánto llegaste mamá?-Tendí a preguntar.
-Hace media hora, disculpa el retraso pero no podía venirme con tal tormenta y la ciudad estaba apagada entera.
-No te pedí explicaciones, solo te pregunté la hora a la que llegaste.
-Lo sé hijo… Oye Max, ¿no pierdes tiempo con Sarah eh?
-¿Qué?
-Ambos dormían abrazados, no me salgas con que se abrazaron mientras dormían que no te la creeré.-Decía mientras se servía una taza de café sentada en el comedor.
-No seas idiota mamá. Me quedé dormido sin darme cuenta mientras ambos nos dedicábamos a oír el sonido de la lluvia, que por cierto aun está.
-Es una chica linda, no te juzgo y…-ese “y” fue de unos cinco segundos- y no me trates de idiota.
-Lo siento… pero aclararé algo. ¡NO ME GUSTA SARAH! ¡Y no es por ella sino porque a mí no me gusta nadie y no estoy interesado en eso por ahora! El romance te vuelve idiota, y yo no quiero volverme idiota aún.
-Pero que problemático eres… bueno tú sabes que haces con tu vida. Sea como sea, esa es tu vida.
Mamá tenía razón. Yo tengo diez y nueve años… Soy mayor de edad y soy el dueño y responsable de mi vida. Soy quien toma decisiones sobre mí y soy el encargado de hacerme feliz. No puedo negarlo, me estoy amargando de a poco o quizás de a mucho… ¿Cuál es el sentido de mi vida? Hay algo que si he descubierto por ahora y eso es…
-¿Hola señora como está?-Saludó Sarah a mamá mientras se limpiaba la saliva del rostro.
-Muy cansada Sarah ¿y tú? ¿Cómo se ha portado Max?
-Como siempre.-respondió echándome una mirada.
-No he hecho nada malo mamá.-Me defendí.
-“Como siempre” no significa mal Max.-Dijo Sarah de pronto.
-Me alegro que ya se lleven un poco mejor.- Agregó mamá.
-Podría decirse que mejor, porque sigue siendo un imbécil de vez en cuando.-Sarah es una desgraciada y se lo diré.
-Eres una desgraciada Sarah.- ¿Ven? Se lo dije, pero solo por fastidiar.
-¡Oye!
…Descubrí que, para alcanzar todo tipo de sueños, se necesita…
-¡No se traten tan mal niños!
-Sarah me dijo imbécil primero. ¿Qué esperabas? ¿Que me quede callado?
-Dije que de vez en cuando lo eras, no siempre.-Se defendió Sarah.
-Pues tú de vez en cuando eres desgraciada. El tiempo en que no eres desgraciada eres una perra o una idiota.
-¡Oye eso está demás! ¡Ahora sí que me enfadé Max! ¡Y no estoy bromeando!
-Nunca me ha interesado lo que sientas…
…Descubrí que para alcanzar todo tipo de sueños se necesita...
avanzar.

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por chicoanime Dom Mayo 13, 2012 7:10 am

tan filosofica como siempre me encanta y tanbien me gusta ese punto e humor ke le pones la historia evoluciona bien y no es ni muy larga ni muy corta ademas de verse interesante me gusta sigue asi

por incesTales Dom Mayo 13, 2012 9:26 pm

Genial. Espero con ansias el siguiente capítulo. Tu narración no pierde fuerza alguna.

por alcoserada Mar Mayo 15, 2012 10:40 am

estaré esperando el 3 capitulo con ansias, estoy muy intrigado, creo que esta historia deberia ir en romance

por Berseker Sáb Mayo 26, 2012 9:04 am

jajaja me encanta el humor que hay en la histori Surprised

max es un idolo XD

por akirai Sáb Mayo 26, 2012 3:15 pm

Como Te Ia Te Lo Abia Dicho Me Gusta Mucho, Las Preguntas Qe Se Ase Max Son Las Que Uno Trata De Descubrir Cada Dia, y En La Forma En Como Trata A La Chica Me Parese Aun Mas Interesantes Por Q Ella Puede Sacar Lo Mejor De El Y Eso Sigue Asi n.n