El viaje de Max. CAP 3

por KyoN Miér Mayo 16, 2012 4:58 am

3

-¿Por qué no nos dijiste que tenías asma Sarah?-Pregunté algo enfadado.
-Déjala Max, no la molestes y ve al centro comercial a comprar un inhalador.-Decía mamá mientras le sobaba la espalda a Sarah, quien permanecía sentada y tosiendo.
-¿Qué inhalador compro? ¿Cómo es? ¿Alguna marca o qué?
-Com…pra…
-Será mejor que no hables, escribe aquí los datos de tu inhalador.
Sarah se veía muy agitada y al respirar emitía un sonido similar al de un silbido. Mamá le sirvió café caliente, según ella aliviaba los síntomas del asma.
-Muy bien, me voy. Regresaré lo antes posible.-Ambas asintieron con la cabeza y me observaron cerrar la puerta.
-Salbutamol… A de ser un bronco dilatador…-Pensaba mientras esperaba el autobús que por cierto aquí venía.
Hoy seguía nublado tras la fuerte lluvia de anoche. Hacía frío así que me puse una vieja chaqueta de cuero negra que me regaló mamá para el invierno antepasado y unos jeans azules, cubrí mi cuello con una bufanda y salí.
El autobús tardó unos treinta minutos en llegar al centro comercial. Al bajarme, lo primero que hice fue buscar una farmacia, cosa que no es muy complicada en mi ciudad ya que en cada esquina te encuentras con una.
Visité dos farmacias y a la tercera encontré el Salbutamol. A las otras dos se les había agotado.
-¿Llevas prisa?-Oí de pronto al salir de la farmacia.-Oye, ¿llevas prisa?
-¿Tú?-Respondí al voltearme y ver al anciano loco de aquella vez.
-¿Cómo te va? ¿Encontraste el sentido de tu vida? Ya han pasado dos semanas desde que me lo preguntaste y pues, deberías haberlo encontrado ¿o no?
-Han pasado dos semanas y tú aún no te bañas ¿verdad?-Dije al observar su aspecto desaseado y al sentir su desagradable olor.
-Tal vez me hace falta un baño…-Decía con una mirada pensativa y la mano en el mentón.- Y a ti aún te hace falta una respuesta por lo que veo ¿o me equivoco? ¡¡Mi querido compañero se te nota muy confundido hehehe!!
-Si tu aroma no fuese tan desagradable quizás me quedaría a conversar un rato.
-Mmm… los aromas son muy importantes. El tuyo huele a…-se detuvo a pensar y luego respondió.- conformismo o quizás a… Mmm… dominado por la vida…
-¿Dominado? Yo no me he rendido.
-O eres conformista o eres perezoso muchacho.
-¿Qué? ¿Cómo me encontraste?
-Casualidades de la vida amigo mío. Sin buscarte te encontré .Tú debes encontrar lo que buscas. No te sientes a esperar a que llegue por arte de magia. Eres un soñador, y los soñadores sufren mucho porque no pueden vivir el presente.
-Ya que, se mantienen viviendo el futuro en sus cabezas…-respondí completando su frase.
-Y cuando alcanzan el tan anhelado futuro, ni cuenta se dan, pues ya están pensando en un futuro aún más lejano. Pero, al avanzar pueden mirar atrás y ver el largo camino que han recorrido para llegar hasta el lugar en el cual están…
-¿Por qué me dices todo esto?-Dije algo confundido.
-Mmm… dime ¿Por qué no debería decírtelo?-Dijo acomodando su viejo sombrero en su desordenada cabellera color gris.
-No lo sé, ni si quiera me conoces…
-Conozco esa mirada que tienes. Reconocería a un soñador aunque estuviera a mil metros de mí. Te haces el duro y el frío con la gente porque tienes miedo a salir lastimado. Miras a los demás como si no valiesen la pena, pero a pesar de todo esto eres un soñador.
-¿Qué tiene que ver que mire en menos a los demás con lo de ser un soñador? No está relacionado con el tema…
-Está relacionado contigo y eres tú el del tema.
-No es necesario que un soñador ame a los demás. Hay gente que sueña con asesinar a alguien y mmm no parece ser una muestra de afecto muy cariñosa que digamos.-Respondí algo sarcástico.
-Eso no importaría si tu sueño no estuviese relacionado con amar.
-¿Qué? Mis sueños no están relacionados con amar a los demás.
-Entonces ¿qué sueñas?-Preguntó mirándome fijamente a los ojos.
-Pues… sueño con muchas cosas. Y ahora mismo sueño con tomar el autobús e irme de aquí.-Le dije y me alejé.
-¡Evades y evades pero no te dedicas a confrontar! ¡Eres un muchacho cobarde! ¡Confróntate a ti mismo! ¡¡Realiza tus sueños!! ¡¡¡Ahahah!!!- Soltó una carcajada mientras me gritaba a lo lejos.
Tomé el autobús y regresé a casa. Sarah se alegró mucho al verme de vuelta. Sin duda necesitaba su medicamento. Mamá me regañó por tardarme tanto y le expliqué que me pase por tres farmacias hasta encontrar el inhalador.
-¿Ya te sientes mejor Sarah?-Pregunté al ver que ya había terminado de inhalarse.
-Si… algo. Gracias Max.-Dijo sonriéndome.
-No me agradezcas nada, no seas idiota.
-Preparé arroz con carne para almorzar. Solo te estábamos esperando a ti Max.-Dijo mamá mientras servía los platos en la mesa.
-¿Hoy es tu día libre verdad?
-Así es hijo.-Respondió con una gran sonrisa en su rostro.
-Aprovéchalo y descansa. Yo comeré después, no tengo hambre por ahora. Saldré a caminar un rato, regreso pronto.
-¿A dónde vas Max?-Preguntó Sarah con incertidumbre.
-Tú lo sabes ¿o no? Me dirijo hacia ninguna parte buscando nada. Me lo dijiste el otro día.
-Pues si pero, bueno no importa. Ve y diviértete Max.-Dijo sonriendo muy alegre.
-¿Tienes que estar tan feliz?-Respondí con indignación.
-¿Y tú tienes que estar tan amargado?-Renegó.
-Amm…- miré al techo simulando pensar o analizar una respuesta y dije.- SI.
-Uy… ¡haz lo que quieras y vete ya!
-De todas formas hago lo que quiero y me voy a ir sin necesidad de que tú me lo hubieses dicho rubiecita asmática.-Le dije mirándole con una sonrisa victoriosa.
-No le hagas caso Sarah, deja que se vaya y no le digas nada. Yo se que él siente algo por ti y no lo quiere admitir. Por eso se comporta como un niño contigo.-Saltó mamá con sus comentarios innecesarios.
-Los comentarios idiotas se hacen cuando yo no estoy presente mamá.
-Yo escucho tus bobadas cada vez que te veo. Ladras a todo el mundo como un viejo mañoso.
-¿Qué no habíamos quedado con que la perra era Sarah?-Respondí a mamá algo desconcertado.
-Ya vete antes que te castigue y no te deje salir por mal educado.
-Tú me educaste, no te quejes.-Recalqué y salí.
-Ese Max es muy idiota hablando. ¿No crees Sarah?
-Si…-respondió algo pensativa.
-¿Qué ocurre? No dejes que te afecte lo que Max dice. No le tomes en cuenta.-Dijo al ver la seria expresión en su rostro.
-No es eso… es que… ¿En serio cree que Max siente algo por mi?
-¿Te preocupa que lo haga?-Le dijo mirándole con intriga.
-Es que Max es muy raro… Anoche cuando llegó, yo dormía pero al sentirle desperté. Fingí seguir dormida y él me puso una manta encima para cubrirme del frío. Eso fue raro viniendo de su parte.
-Así es Max, impredecible. De todas formas despreocúpate, él no siente nada por ti. Se lo dije porque sé que le molesta el tema “romance”.
-¿Y eso por qué?-Preguntó mientras comía arroz.
-Dice que el amor es idiota e irracional y que termina volviendo idiota a la gente.
-Lo dice porque no se ha enamorado. ¿O no?
-A veces sospecho con que es gay. Nunca le he visto una chica. Ni si quiera un gusto o algo.
-¿Y lo dice con tanta tranquilidad? Es su hijo de quien hablamos ¿o no?
-Lo sé, bromeaba con lo de ser gay, pero, en verdad que nunca le he visto una chica. A esta casa invitado por él solo ha entrado una persona.
-¿Quién? ¿Una chica?
-Sí, una chica llamada Johnny.
-Ah… ¿y es un amigo de él?
-Parece ser que sí, aunque desde que tú llegaste que él no se ha aparecido. Tal vez Max le comentó de ti y le advirtió que no viniese.
-¿Para qué haría eso?
-Mmm… Johnny es muy mujeriego. Y si te ve de seguro que tratará de enamorarte. Eres muy bonita.
-Ahahah… gracias…-sonrió algo tímida.
-La verdad es que… creí que Max caería a tus encantos. Si hay algo que sé es que le gustan los ojos de una chica. Es lo principal para él y tú eres de ojos muy hermosos. Pero ese amargado no cae con nada.-Suspiró desanimada.
-Mmm… pues Max se me queda mirando fijamente a los ojos a veces.
-Ni idea de que tiene en mente ese Max. Es muy imprede- De pronto se oye a alguien tocar la puerta.
-Algo se le tuvo que haber quedado…-Dijo refiriéndose a mí.- ¿Olvidaste alg-
-¡Hola señora Marta! ¡Volví de Argentina! ¿Puedo pasar a ver a Max?- El pelirrojo con el cabello esponjado, de ojos verdes y piel blanca se hacía presente.
-¿Johnny? ¿Andabas en Argentina? Pasa, toma asiento.- Dijo mamá señalando un asiento del sofá.
-Pues claro. Hace dos semanas que me fui y ya estoy de vuelta.-Respondió con una gran sonrisa y un enorme entusiasmo mientras tomaba asiento.
-Por eso es que no te veía por aquí. Max no me cuenta nada de nada. ¿Quieres comer algo? Acabo de preparar el almuerzo y estábamos comenzando a almorzar con Sarah.
-No se preocupe señora Marta. No tengo hambre.-Dijo mirando detenidamente a Sarah.- Ah… ¡Hola!-Saludó de pronto con un gesto de mano y muy sonriente a la rubia que comía arroz.
-Hola, soy Sarah, un gusto.-respondió con una sonrisa desde la mesa del comedor.
-Yo soy Jonathan pero todos me dicen Johnny. Un gusto también. Mmm… ¿Eres novia de Max? Porque si así fuese me gustaría oír la historia.
-Lamento decepcionarte pero ni si quiera somos amigos.
-Entonces… ¿Eres amiga de la señora Marta? Espera, espera… ¿eso quiere decir que estás soltera?
-Así es Johnny. Soltera y muy bonita. A ver si es que consigues enamorarla. Promocionó mamá con entusiasmo.
-¡Señora no diga esas cosas!-Respondió Sarah escupiendo el arroz que acababa de comer.
-¡Disculpa si soy algo vertiginoso, pero déjame decirte que te conquistaré y que serás mía! ¡Eres hermosa! Y si no tienes novio pues… ¡yo seré el que se encargue de ocupar ese cargo!-Dijo poniéndose de pié con las manos empuñadas.
-Ah… yo… Te lo agradezco pero, no ando en busca de ningún novio. Lo lamento.
-¡Eso no me frenará! ¡En Argentina aprendí muchas cosas, y una de esas es que si quieres algo, debes luchar por ello y no rendirte nunca! ¡¡En especial si se trata de una chica tan hermosa como tú!!
-En serio… no insistas…-Dijo Sarah algo incómoda.
-Oye Johnny, calma las pasiones y mejor cuéntame por qué lugar de Argentina anduviste.- Interrumpió mamá.
-Ah, pues… Estuve en Buenos Aires. Todo allá es muy bonito. Es como si un pintor hubiese construido la ciudad. Muy artística. Y de noche todo es bellísimo.- De pronto se oye el golpeteo de la puerta.
-Ah de ser Max.-Dijo mamá.
-¡Yo le abro! ¡Hay mucho que contarle a mi querido amigo!-Respondió entusiasta y muy carismático.- ¡¡Hola Max!! ¡Ya regresé! ¿Me extrañaste amigo?
-Fuera de mi casa. Mañana hablamos.
-¿Oye, pero qué te pasa Max? Creí que querías verme.-Dijo desconcertado.
-Eso te pasa por creer mal. Vete y ven mañana.
-¿Estás enfadado conmigo? Porque si es así exijo que me lo digas.
-No estoy enfadado contigo Johnny, pero tengo cosas que hacer.-Mentía obviamente.
-Pues vendré en un rato más. ¿Te parece?
-No me parece, pero qué más da. Ahora vete de una vez.
-Está bien. Y no sé qué te ha pasado durante estas dos semanas pero estás mucho mas amargado de lo normal. ¡Bueno nos vemos!-Cerró la puerta y se marchó.
-¿Así es como tratas a tu único amigo?-Dijo Sarah con un tono de desconcierto.
-Él es el idiota que lo permite. ¿Pero de qué te preocupa Sarah? ¿Ya me conoces o no?-Simplemente guardó silencio y volvió a servirse un bocado de arroz.
-Johnny acortejó inmediatamente a Sarah. Volvió con las hormonas más alocadas de lo normal.
-¡Por eso Sarah quería que se quedara! Si quieres lo llamo para que vuelva y te acorteje mucho más.-Dije con una sonrisa.
-No seas tonto Max. Solo que, pensé que con tus amigos… bueno, con tu amigo serías distinto… un poco más…
-¿Amable?
-Bueno… si…-dijo con la mirada en su plato.
-Pregúntale a Johnny si le preocupa mi forma de ser. Si dice algo pues… me avisas. Pero lógicamente no dirá nada, y por ser tú, se dedicará a tratar de conquistarte para llevarte a la cama.
-¡Oye!
-¿Por qué te sorprende tanto? Tienes buenos senos.
-¡Max!-Gritó de pronto mamá.- Ya basta de molestar tanto a Sarah. ¿Es que quieres que se vaya?
-¿Tú qué crees? ¡Claro que sí! Es una molestia, un estorbo, y ahora como si fuera poco, Johnny se pasará metido aquí para poder verla.
-¡Pero Max! Ahora por lo menos hay ruido dentro de la casa… hay un ambiente familiar… ¿Por qué te empeñas tanto en quedarte solo?-El tono de mamá y su rostro se tornaron serios.
-¡Si tanto quieres que me vaya Max, lo haré! Creí que con el pasar de los días te comenzaría a agradar… pero veo que no es así. Solo te incomodé y causé problemas. Pero descuida. Tu tranquilidad estará de vuelta ahora mismo.
-Sarah, no te vayas… No le hagas caso niña…
-No le supliques nada y deja que se vaya. Consíguete un marido y recupera tu maldito entorno familiar. Sé que tienes un novio. ¿Por qué nunca me lo has presentado? A mí no me importa nada de nada. Me da igual.
-Max…-Salió y fue tras Sarah que estaba ordenando y guardando en un pequeño bolso que mamá le regaló, su ropa y algo de prendas que recibió de parte de ella.
Tras pasar unos cinco minutos salieron de la habitación Sarah y mi madre.
-Max… solo discúlpate… No dejes que se vaya…
-No me interesa mamá. No hay nada por lo que deba disculparme.
-Adiós Max. Espero que encuentres el sentido de tu vida. Y espero que al encontrarlo… sepas llegar a él.
-Adiós Sarah.
Sarah cerró la puerta y salió. Cerró la puerta y se fue. Mamá salió tras ella pero dudo que la convenza.
Por fin la tranquilidad volvería a mi hogar. Ya no habrá más conversaciones femeninas idiotas y vacías. Ya no habrá que esperar una media hora para que se desocupe el maldito baño. Ya no habrá que compartir la televisión ni la comida. Por fin, ya no habrá más Sarah.

Aquí está el cap 3. Espero que les haya gustado! muchas gracias por sus comentarios alien

por chicoanime Miér Mayo 16, 2012 9:54 am

jooo ke malo es max pobre sara jaja pero me encanta su humor tan buena la historia como siempre esperare el siguiente capitulo
todo se complica mas personajes mas filosofia me gusta en mi opinion es una de las mejores del foro