"Las Piezas del Caos" - Prologo

Prologo

(Música de Ambiente)
youtube.com/watch?v=OqmP5BcE7cU

La lluvia caía sobre el empedrado de Londres, mientras que las oscuras nubes de tormenta ocultaban el cielo, corría la época de 1895, y un hombre de alta alcurnia aparentemente por sus ropas con ese gran sombre de copa y un elegante esmoquin todo cubierto con una fina gabardina negra. Caminaba bajo la lluvia, entre unas de las colonias mas pobres de todo Inglaterra, el crujir de las casas de madera mal construidas, era el único sonido que podía escucharse a través de la tormenta. El hombre se detuvo justo enfrente de una pequeña choza, del interior podía verse una luz tenue que luchaba por no apagarse, el hombre entro azotando la puerta adentro solo estaba una joven señora de cabello castaño y cara cansada, que luchaba por mantener el fuego vivo. El hombre sin ningún tipo de decoro le grito a la señora.
- Dame a la niña inmediatamente
La señora se levantó del pequeño banco de madera y se coloco enfrente del sujeto, el hombre no era mucho mas alto que ella tal ves solo un par de centímetros, y con unos ojos llenos de rabia y con un profundo miedo en sus palabras la joven le contesto.
- No tengo idea de que esta hablando, así que lárguese.
- Por favor Mercedes Black, no me hagas reír.
El hombre sin ninguna advertencia empujo a la joven contra la pared y saco su pistola que traía debajo del esmoquin, y sin ninguna consideración, apretó el gatillo, la bala voló justo dentro del ojo de la joven salpicando de sangre los viejos tablones que simulaban una pared. La mujer callo lentamente ante los pies del hombre, mientras este solo miraba fijamente el fuego de la chimenea apagarse, cuando el fuego se apagó una oscuridad se adueño de la habitación, el hombre camino hasta el otro lado de la habitación sin tener cuidado de no pisar el cadáver, es mas incluso pareciera que lo hacia apropósito, el hombre llego a una esquina de la habitación justo detrás de un pequeño mueble de madera, se encontraba una especie de hoyo en la tierra donde inocente mente dormía una pequeña, era hermosa de cabello rubio y esas mejillas sonrojadas, además de la inocencia de los bebes, la hacían una criatura preciosa, pero esto no le importaba en lo mas mínimo al hombre, tomo a la bebe y la oculto debajo de su gabardina, y salió de la choza, apenas saliera esta ardería en llamas, tan fuertes como las del mismo infierno, y solo en ese momento el hombre voltaria atrás viendo su obra, es imposible para mi decirles que es lo que pensaba incluso describirles su cara seria en vano, puesto que desde que lo conozco, nunca le e visto una sola emoción, el hombre camino debajo de la lluvia con la misma serenidad con la que llego, alejándose de la luz de las llamas cada vez un poco más, hasta desaparecerse por completo en las sombras.